Vox rechaza el órdago de Moreno: no renunciará ni a su programa ni al Gobierno

Que la guerra andaluza iba a librarse en el campo de la derecha era algo que se daba por descontado desde el mismo día en que Juanma Moreno anunció que habría urnas el 19 de junio. PP y Vox mantienen sus espadas en alto, convencidos de que Andalucía será una 'radiografía' de lo que ocurra en el resto de España. La máxima del presidente de la Junta es revalidar un Gobierno en solitario. Pase lo que pase, y cueste lo que cueste. En una entrevista con El Confidencial, el barón popular puso las cartas encima de la mesa y desveló que la repetición electoral es una opción que valora si Vox pone palos en las ruedas a su investidura. Mientras tanto, los de Santiago Abascal miran sus propias encuestas y se crecen ante el órdago de Moreno, sin descartar incluso el escenario de un 'empate técnico' en las urnas.

Es la idea con la que azuzan en las filas de la formación, henchidos por la fuerza de sus propios cálculos electorales. Los últimos sondeos demoscópicos sitúan a Vox en el entorno de la veintena de escaños, pero, según la formación verde, es una aproximación que se queda lejos de las previsiones que ellos manejan. El propio Abascal aseguró en una entrevista radiofónica que el partido estaría en estos momentos en la marca que logró Moreno en los últimos comicios autonómicos: 26 escaños. Gracias a un acuerdo de coalición con Ciudadanos y a un pacto de investidura con Vox, el líder popular logró arrebatar la Junta al PSOE con ese resultado.

Abascal apunta que Vox está en condiciones de alcanzar 26 escaños en Andalucía, el mismo resultado que logró Moreno en 2018

Fuentes de Vox elevan la presión sobre el mandatario popular y aseguran que no temen una repetición electoral en Andalucía si Feijóo y Moreno se niegan a aceptar sus condiciones. El marco con el que trabajan los de Abascal es que el PP está repitiendo los mismos "errores" estratégicos que llevaron al primer gran acuerdo de coalición entre las dos fuerzas. "Eso ya lo hicieron en Castilla y León y fracasaron", recordó el presidente nacional en los micrófonos de EsRadio. "No va a haber diferencias entre Andalucía y Castilla y León", añadió. Desde el principio, Vox defendió que la alianza entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo sentaba un "precedente" para futuras elecciones. El PP negó —y niega— tal cosa: el pacto en Castilla y León fue "puntual" y no tiene por qué repetirse.

Como publicó El Confidencial, Juanma Moreno ha comenzado a cercar ya un eventual pacto con Macarena Olona y a fijar sus condiciones para el acuerdo. La primera máxima es que Vox no tendrá cuota de poder, siempre y cuando el PP roce la mayoría absoluta el próximo 19 de junio. El objetivo es lograr un resultado parecido al que obtuvo Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Allí, la influencia de Vox fue mínima y, por tanto, Rocío Monasterio no puso condiciones a la investidura de la dirigente madrileña. Sin embargo, el partido se presenta a las andaluzas con otro esquema.

La candidatura de Olona fue desde el principio una apuesta arriesgada por el agujero que deja a la formación en el Congreso, y la opción de que quede como diputada rasa, sin puesto en el Ejecutivo andaluz, no se contempla. Gobernarán, dicen, "sí o sí". "Si Moreno gana y quiere gobernar en solitario, será porque tiene mayoría absoluta", zanjó Abascal.

El otro choque de trenes que se prevé entre PP y Vox si se cumplen los pronósticos demoscópicos tiene que ver con el propio programa político. Moreno ha trazado ya sus líneas rojas de cara a una eventual negociación poselectoral, como la violencia de género, el cambio climático y, en suma, toda norma "imposible de asumir" que no esté recogida en el Estatuto de Autonomía o la Constitución. Pero los de Santiago Abascal tienen también sus propias condiciones "irrenunciables" en el ámbito programático, empezando por la inmigración, una cuestión capital para Vox sobre la que ha construido su campaña en Andalucía y un discurso que cala especialmente en las provincias del cinturón mediterráneo.

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Precisamente, tal y como publicó El Confidencial, la estrategia de Juanma Moreno pasa por llevar a Isabel Díaz Ayuso a hacer campaña donde Vox más crece. Por el momento, está confirmada su visita a Cádiz, aunque aún no hay una fecha elegida. El líder andaluz quiere evitar 'quemar' la imagen de la dirigente más mediática del PP, que, además, cuenta con el discurso más cercano a Vox, un antídoto con el que los populares aspiran a desactivar la fuerza de los de Abascal en sus principales nichos.

Además de medidas que desincentiven el 'efecto llamada', como la lucha contra el "turismo sanitario", si los resultados en las urnas lo permiten Vox exigirá al PP la derogación de la "legislación izquierdista", otra de las banderas de los de Santiago Abascal con la que Fernández Mañueco tuvo que transigir, en parte, en Castilla y León. Vox centra especialmente el tiro en la derogación de las políticas sobre violencia de género y de memoria histórica, y se lanza a recuperar la agenda que no ha logrado aplicar durante la presente legislatura por encontrarse con el muro tanto de PP como de Ciudadanos. Hasta ahora, Vox contaba con 12 escaños en el Parlamento andaluz, pero aspira a doblar esa marca.

La "nación" y el 'tropiezo' de Salobreña

Los de Santiago Abascal presumen de haber cogido aún más oxígeno en los últimos días por el "tiro en el pie" que, a su juicio, se está pegando el PP en algunas cuestiones. El 'lío' del primer partido de la oposición por el debate de las nacionalidades y el patinazo de Elías Bendodo con el "error" reconocido sobre la "plurinacionalidad" de España puso a Vox las cosas fáciles para sacar punta de las debilidades del PP. "Nos están haciendo la campaña", insisten en las filas de la formación verde. Y el partido no perderá la oportunidad de utilizarlo en la carrera por el 19-J, a sabiendas de que el discurso autonomista de Feijóo es un debate que levanta ampollas en el propio Partido Popular.

El 'tropiezo' de Macarena Olona por su padrón en Salobreña llegó a sembrar dudas sobre su candidatura para el 19-J, aunque duró poco: la Junta Electoral de Granada avaló la candidatura de la diputada alicantina, por lo que continuará en la carrera electoral. Sin embargo, Vox ha utilizado el caso para desplegar una campaña contra PSOE y PP por intentar "silenciar" al partido en Andalucía. "Esto solo les ha dado más fuerza", lamentaban algunas voces del PP.

Los populares mantienen el optimismo por el buen ritmo de las encuestas, pero voces autorizadas del partido, algunas con asiento en la dirección de Génova, piden aparcar el "triunfalismo" para no repetir los pasos que llevaron a Mañueco a pactar con Vox. "Al principio él también rozaba la mayoría absoluta", advierten. De esta última cuestión ha advertido el propio Juanma Moreno en varias ocasiones. "Esto no está ganado".