La cuna del rock abulense, en llamas: 3.500 hectáreas calcinadas

Desde lo alto de la montaña, el pueblo de Cebreros, en la provincia de Ávila, se asemeja a un paisaje volcánico. Kilómetros de ceniza negra cubren gran parte del terreno que rodea la localidad donde se prendió la primera mecha el sábado en torno a las tres de la tarde. Ahora, más de 3.500 hectáreas han quedado calcinadas. El capitán de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Miguel Ballesteros, explica que las últimas horas de la tarde han sido más complicadas y que está previsto un cambio de viento durante la noche con fuertes rachas. "Los esfuerzos se están centrando en frenar el flanco oeste y el nuevo incendio que ha saltado a la carretera que conecta Hoyo de Pinares con Valdemaqueda", apunta. Un portavoz de los Bomberos de Ávila asegura que las labores de extinción de las próximas horas se focalizarán, también, en evitar que las llamas lleguen a las viviendas de Hoyo de Pinares.

Mientras la parte posterior de la montaña continúa en llamas, tres ancianos sentados en un banco del centro del pueblo observan el panorama. “Esa zona [sin arder] sí está segada, pero todo esto quemado… estaba sin cuidar”, señala uno de ellos con las manos. Pero ninguno de ellos veía esto venir. Si bien todos los años se produce algún fuego pequeño, el verdadero temor de los vecinos de la zona es el invierno. Grandes nevadas y riadas suelen ser las protagonistas ambientales del sur de la provincia. “¿Pero esto?, esto así, jamás”, señala David, otro local del pueblo, mientras se toma una caña.

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Para Jaime Méndez, un apasionado de la música, ha sido un palo. Si hay algo que verdaderamente une esta localidad es el gusto por el rock. Cada verano se celebra el festival Cebrerock, con grupos tributo a los grandes del género como Los Suaves, Extremoduro, Leño o Scorpions. Hubo un año que consiguieron congregar hasta casi 1.000 personas en el recinto. “Viene gente de Madrid, de Ávila… Ahora a los jóvenes les gusta el reguetón, pero Cebrerock siempre tira”.

El evento lleva sin celebrarse desde 2019 por la pandemia y Jaime, al frente de la organización y la logística junto con el ayuntamiento, teme que se trunquen sus planes por esta catástrofe. “Tenemos ya todo cerrado, llevamos haciéndolo desde 2007. Al principio perdía dinero de mi bolsillo y ahora desde el ayuntamiento nos dejan más medios. Si esto hubiera ocurrido una semana antes, seguro que se habría cancelado. Tenemos un poco más de margen [hasta el 6 de agosto], así que espero que no haya problema”, comenta apoyado en una pared y portando la camiseta del festival.

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El pronóstico, por el momento, es desfavorable. Las llamas continúan avanzando en dirección a Valdemaqueda rozando otras localidades como Las Navas del Marqués. El dispositivo de intervención actual, según fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, cuenta con 62 militares y 25 vehículos de la UME, 110 agentes de la Guardia Civil y dos brigadas de refuerzo de incendios forestales del Miteco con más de 80 efectivos y un helicóptero.

La situación es compleja por diversas razones. Los bruscos cambios de viento y la amplitud del perímetro —aunque se encuentra anclado en varios puntos— dificultan las labores de extinción. La buena noticia es que las llamas se ubican ahora en zonas más bajas de la ladera, pero el pronóstico por el momento no es favorable y se mantiene el nivel 2 de peligrosidad. La última actualización confirma que las esperadas reactivaciones han sido sofocadas con medios aéreos.

Cebreros es uno de los 12 fuegos activos de la región. La Península arde en llamas y Castilla y León es una de las comunidades autónomas más afectadas por los incendios junto con Extremadura, Galicia y Andalucía. Desde la Consejería de Medio Ambiente, advierten de que, a pesar de que las temperaturas de este martes no son tan elevadas, los termómetros superan los 30 grados y el viento es moderado-fuerte, por lo que “el riesgo permanece”.

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El alcalde de la localidad, Pedro José Muñoz González, asegura mantenerse “muy preocupado” precisamente por la previsión del viento. Si bien los vecinos no han tenido que ser desalojados, se desconocen las medidas a llevar a cabo si el fuego continúa descontrolado. “Esto es una circunstancia muy aleatoria y la situación climática es muy extrema. Lo que hoy parece no ser, puede ser al día siguiente. Es muy complicado esto”, asegura. Además, al lugar de los hechos también se desplazó en la mañana del martes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

En cuanto al origen del incendio, el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, avanzó este lunes que las investigaciones apuntaban a que fuese a causa de una colilla mal apagada.

Evacuados en un polideportivo

Los 2.000 vecinos del pueblo cercano Hoyo de Pinares tuvieron que ser desalojados la noche del lunes “en cuestión de 15 minutos”. Diego Sánchez tiene 18 años y relata que, aunque al principio les advirtieron de que algunos vecinos tendrían que abandonar sus hogares, “después todo vino muy rápido”. Se cortaron todas las salidas del pueblo menos una, por lo que se formó “un atasco tremendo”.

Todos los residentes de la pequeña localidad fueron acogidos en el polideportivo de Las Navas del Marqués. La dueña del Flash Rock Bar en este pueblo estuvo “hasta la una de la mañana haciendo bocadillos”, comenta mientras toma un café en un restaurante cercano. “Me llamó el alcalde y nos pusimos manos a la obra”. Improvisó como pudo: jamás había tenido que hacer tantos bocadillos en tan poco tiempo.

Pero Laura es solo un ejemplo más de la solidaridad de los vecinos de estos pueblos. Mientras habla, le llega un mensaje al móvil. “Se necesitan voluntarios para la cena”. Los hosteleros han creado un grupo de WhatsApp para organizarse con las comidas de los desalojados de manera desinteresada. De hecho, para trasladar las bebidas y enseres frescos hasta el polideportivo, los jóvenes recurrieron a los cubos de las fiestas (decorados con gomaespuma y con el nombre de las peñas, como 'Las Kardashian', 'Kamikaze' o 'Mira quién bebe') que utilizan para guardar "el botellón". Las fiestas se celebraron la semana pasada y "los subieron todos cargados", relatan otros vecinos del pueblo.

Por el momento, se desconoce cuándo podrán regresar a sus hogares, pero tampoco se contempla que existan nuevos desalojos. Mientras tanto, los vecinos de Cebreros, Hoyo de Pinares y Las Navas del Marqués mantienen la esperanza de que esto pase lo antes posible. Laura no ha dormido en toda la noche de la impresión de ver a niños pequeños y personas mayores durmiendo en el polideportivo, las conversaciones en los bares se repiten una y otra vez —“¿Oye, cómo va el fuego?”— y Jaime Méndez solo espera que en dos semanas pueda cantar ‘So payaso’ de Extremoduro a viva voz.