No es sedición, sino recesión: Feijóo vuelca su estrategia electoral en la crisis económica

El fiasco de la negociación para renovar el Poder Judicial removió los intestinos del PP por primera vez desde que Alberto Núñez Feijóo llegó a la planta noble de Génova. La decisión de romper con Pedro Sánchez por la reforma del delito de sedición cuenta con el aval de un amplísimo espectro del partido, pero la sensación que deja la experiencia es que el líder nacional ha salido malparado del enésimo intento por desbloquear el CGPJ. El consejo que repiten en las cuitas internas de los populares es que el político gallego debe "volver a lo importante" y centrar el tiro en un tema en que, entienden, el PP juega con ventaja: la economía y la gestión. "Feijóo debe aprovechar cada balón que llegue y chutar a la portería de Sánchez", reitera un dirigente territorial.

Y esa es la intención de Génova. La dirección del partido trabaja con la idea de que las previsiones económicas empeorarán en los próximos meses, y abona el marco de que una recesión azotará de nuevo los bolsillos de los españoles una vez se disipe "el humo propagandista" del Gobierno. La estrategia pasa por convencer de que, frente a las previsiones del Ejecutivo, "la realidad es que España está atravesando por una grave crisis" y que el optimismo de Sánchez es infundado. La cúpula no dejará de lado su rechazo frontal a la reforma del Código Penal, pero la máxima es que Feijóo no puede perderse ni en ese ni en otros debates que puedan opacar la auténtica hoja de ruta del partido.

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El líder del PP ya se ha puesto manos a la obra. Esta semana, el presidente lanzó dos nuevas propuestas para contrarrestar la subida de las hipotecas, que formarán parte de un plan más extenso en materia de vivienda que el partido presentará en los próximos días y que prevé enviar a la Moncloa. En la dirección, de hecho, aseguran que el nuevo fracaso en el Poder Judicial no condiciona el lanzamiento de nuevas medidas en el ámbito económico y social que escenifiquen la búsqueda de acuerdos con el PSOE. En privado, sin embargo, los populares reconocen que la posibilidad de acuerdo con el Gobierno en lo que resta de legislatura es prácticamente nula y que en el ámbito judicial es del todo insalvable: "El PP no puede acompañar a Sánchez en este viaje".

El pasado jueves, el líder del PP planteó una nueva ofensiva frente a la escalada del precio de la vivienda, y exigió al Gobierno volver a las deducciones fiscales por la compra de una vivienda habitual para que los ciudadanos puedan desgravarse en el IRPF lo que pagan por un préstamo hipotecario, "como se vino haciendo en los últimos años, hasta que llegó el PSOE y Sánchez". Esta última aseveración, sin embargo, implicó un nuevo resbalón discursivo del gallego, ya que se trata de una iniciativa que no se aplica desde el 1 de enero de 2013. Aunque José Luis Rodríguez Zapatero ya la suprimió, Mariano Rajoy la recuperó cuando inauguró su primer Gobierno... y la eliminó pocos meses después.

En el nuevo paquete de medidas en que el PP trabaja para aliviar la presión fiscal de las familias, Feijóo incluirá la propuesta de crear un fondo con aportación de la banca y del Gobierno para ayudar a las rentas medias y bajas con las hipotecas. "Hay dinero para hacerlo y capacidad legal para implementarlo", reiteró el líder popular, que insistió en el mensaje de que el Gobierno debe preocuparse más por "los problemas que afectan a los ciudadanos" y no tanto "por los políticos condenados". Esa será, precisamente, la doctrina que se aplicará el PP en los próximos meses. "La política más revolucionaria es ser útil a la gente", zanjó.

El toque de atención del Banco Central Europeo al Gobierno el pasado jueves por el impuesto a la banca, que el Ejecutivo prevé aprobar antes de que finalice el año, abrió una nueva vía de desgaste a Sánchez que el PP no dudó en aprovechar. Tan pronto como se conoció el dictamen, Cuca Gamarra salió a 'morder' al Ejecutivo en los pasillos del Congreso. "Gobernar desde el populismo y desde la improvisación tiene altos riesgos para la economía española (...). El Gobierno se convierte en sí mismo en un riesgo", incidió la portavoz y secretaria general de los populares, que exigió a Sánchez retirar el nuevo tributo tras las duras advertencias del supervisor europeo.

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En el marco de la citada estrategia, el PP se ha volcado en vender una visión catastrofista de los datos del paro que mostraron que, pese al frenazo económico, el empleo aún resiste y registró el mejor octubre de la historia, con 27.000 desempleados menos. Argumentarios mediante, Génova instruye a sus portavoces en el discurso de que los últimos datos son un "espejismo" que no evita el avance hacia una recesión. "La economía española se está parando", advierten en el partido, que ponen el acento en que la figura de los fijos discontinuos "rompe la serie y desvirtúa los datos".

En los mensajes internos que circulan en el partido se insiste en la idea de que España sigue liderando el desempleo en Europa y ocupa el segundo puesto en paro juvenil y femenino. "De los 697.000 contratos indefinidos firmados este mes, el 60% son precarios por no trabajar todas las horas, o no trabajar todos los días", reiteran. El PP pone el foco en que, en términos interanuales y en contra de los pronósticos del Gobierno, la creación de empleo se ralentiza -pasa del 5,01% en mayo al 3,01% en octubre-, sin olvidar la destrucción de contratos de autónomos. A renglón seguido, sin embargo, los populares celebran que son dos autonomías lideradas por el PP -Madrid y Andalucía- las que lideran el descenso de desempleo en el mes de octubre.

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En los últimos días, y tras el sobresalto del CGPJ, el PP ha vuelto a llevar a primera página la subida del euríbor, la "insoportable" inflación o la incertidumbre del mercado energético. Feijóo, que emprendió este viernes su primera gira latinoamericana, tampoco ceja en reiterar su plan de bajadas fiscales, desde la deflactación del IRPF para rentas medias y bajas; la extensión de la rebaja del IVA de la luz y el gas o la reducción al tipo mínimo de este impuesto en productos de primera necesidad. Los populares juegan con la ventaja de que este escenario de incertidumbre en los mercados internacionales sustentará su discurso, al menos hasta las próximas elecciones autonómicas y municipales.

Como informó El Confidencial, diferentes voces del partido insisten en que Génova debe "visualizar" a su comité de expertos o asesores económicos para recuperar la imagen de solvencia ante los ciudadanos, un perfil que ha quedado tocado en las últimas semanas por sus últimas desavenencias con Sánchez y que la Moncloa intenta menoscabar. La máxima del partido pasa también por alejar cualquier atisbo de batalla interna, en alusión velada a Isabel Díaz Ayuso, que volvió a reclamar su cota de protagonismo en la ruptura de la negociación del CGPJ. "Estaba fuera de foco e intentó recuperar posiciones", declara un dirigente popular. Génova seguirá escuchando a los suyos, especialmente a los barones, pero presumirá de autonomía: al final, "el presidente toma sus propias decisiones".