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La guerra de Podemos contra Yolanda Díaz desgarra al grupo parlamentario: "Debió tomar el mando"
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La guerra de Podemos contra Yolanda Díaz desgarra al grupo parlamentario: "Debió tomar el mando"

Distintas fuentes en el Congreso describen el delicado equilibrio en el que operan. La ofensiva de los morados contra la vicepresidenta alcanza un pico inédito de tensión tras las palabras de Pablo Iglesias

Foto: La vicepresidenta Yolanda Díaz, en el Congreso. (EFE/Mariscal)
La vicepresidenta Yolanda Díaz, en el Congreso. (EFE/Mariscal)

La escalada de tensión con Yolanda Díaz ha llegado a límites inimaginables para los diputados de Unidas Podemos. Con la parte morada en guerra abierta contra la vicepresidenta segunda por no respaldar a Irene Montero en plena crisis por la ley del solo sí es sí, los silencios del resto de fuerzas del espacio político tampoco han contribuido a rebajar el enfado de Podemos. Hasta ahora, las andadas salen de la dirección de Podemos, con Pablo Iglesias liderando la ofensiva, pero la tensión amenaza con extenderse al grupo parlamentario en el Congreso, que ya esta semana vivió la desautorización de Jaume Asens por parte de los morados. Y este mismo viernes, de hecho, la situación se agravó tras las críticas del exsecretario general a Díaz, a quien tildó de "miserable" y "cobarde" por no respaldar a la ministra de Igualdad, aunque no la mencionó directamente.

El grupo, como describen distintos diputados, puede convertirse en un polvorín. Lo integran diputados de Podemos firmemente alineados con el discurso de la cúpula morada, otros con carnet del mismo partido que abiertamente se acercan a la vicepresidenta (desencantados o pragmáticos), Izquierda Unida y los Comunes, alineados con Díaz, y un último reducto que se mantiene en una zona gris, a la espera de que se aclare la correlación de fuerzas futura. En principio, las dos almas del espacio político están en una suerte de tablas en el equilibrio, pero el escenario cambia día a día. Unidas Podemos como tal es un sujeto político con clara fecha de caducidad. Es la calma que precede a la tempestad, apuntan.

Nadie quiere quedarse fuera de las próximas listas electorales y el escenario de la coalición con Díaz, que se antoja cada vez más complicado, conllevaría el desembarco de nuevos perfiles que coparían algunos de estos codiciados (y, según las encuestas, cada vez más escasos) puestos. Un movimiento en falso puede suponer quedar fuera de la foto, y por eso muchos de ellos no quieren ser etiquetados, por sus nombres, en ninguna de estas facciones.

Esto se deja notar en una dirección en la que todavía tienen más peso los morados, pero que está prácticamente partida por la mitad. Díaz nunca tomó las riendas del grupo: fue designada por Pablo Iglesias como líder de Unidas Podemos en el Gobierno y concibe que su responsabilidad llega hasta ahí. Distintos diputados afirman que parte de los problemas —presentes y futuros— no se podrían plantear si Díaz hubiera hecho suyo el grupo, haciendo los cambios necesarios: "Yolanda debió tomar el mando", "lo advertimos", resumen. En su día, figuras de peso del grupo parlamentario dieron por hecho que serían relevadas con el relevo de Iglesias, y se sorprendieron al ver que Díaz no movía ficha.

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. (EFE/Villar López)

Las reuniones del grupo son escasas, "testimoniales", y en el par de encuentros que Díaz ha presidido nunca ha marcado línea política, exceptuando alguna reunión sobre presupuestos (julio de 2021), y otra convocada cuando aceptó ponerse al frente de Unidas Podemos en el Ejecutivo. Entonces sí decidió reclamar al grupo que redujese el nivel de ruido; distintas partes lo interpretaron como una advertencia expresa a Pablo Echenique, el portavoz parlamentario que, según algunos diputados, contemplaba su relevo con la llegada de Díaz. Y cuyos tuits "incendiarios" han generado un fuerte malestar a distintos actores del espacio político.

Fue Echenique quien desautorizó a Asens, presidente del grupo, al afirmar que la posición marcada por el líder de los Comunes sobre la reforma del delito de malversación era una opinión personal, que no se había debatido en la dirección del grupo. Ya ha habido brechas en el grupo a cuenta de votos sobre la OTAN, o sobre la ley contra el proxenetismo que prepara el PSOE, pero hasta la fecha la dirección siempre asumió dar libertad de voto a sus diputados para evitar un cisma.

Foto: El portavoz del Partido Socialista en el Congreso, Patxi López (i), y el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens. (EFE/Chema Moya)

La ley de vivienda o la ley de Equidad del Sistema Nacional de Salud, conocida como ley Darias, son dos frentes en los que podría haber problemas. En lo que toca a la primera, cada vez se considera menos probable que pueda darse un entre el PSOE y UP para impulsar esta ley, y si se produce es muy difícil que cumpla con las expectativas generadas. Con relación al segundo, Echenique intensificaba este viernes la presión sobre la ministra de Sanidad, a la que afeaba que no quiera garantizar por ley que la nueva norma ataje de forma decisiva las privatizaciones sanitarias.

Después de este jueves, superado el "armisticio" con el PSOE a cuenta de la negociación de los presupuestos, explica un dirigente de este espacio, volverán a intensificarse las negociaciones de iniciativas clave y, por tanto, las tensiones, hacia fuera y hacia dentro. Visto que el terreno que hoy pisan es inestable, el desgarro se da por hecho.

Foto: Yolanda Díaz e Irene Montero, en una imagen de archivo. (EFE/Fernando Alvarado)

Los tambores resonaban desde hace tiempo. En marzo, la parlamentaria canaria Meri Pita anunció que dejaba el grupo parlamentario —no su acta— con un duro mensaje contra la dirección. "La deriva orgánica está ahí con sus individualidades, sus miserias, sus manipulaciones, su sectarismo, sus cobardías y, cada vez más, sus proyectos biográficos, mucho más que políticos, lejos, muy lejos, en cualquier caso, de los principios que nos trajeron a la lucha política". Hoy, más de un diputado comparte estas palabras: "Igual que Podemos se deshizo de la opinión de la gente con una dirección que se colocó al margen de todo el mundo y en función de sus propios intereses, la misma suerte ha corrido este grupo para sus diputados y diputadas", zanjó Pita.

Con Montero "ya no hay remedio"

La escalada de tensión con Díaz va camino de cumplir las dos semanas, mientras la vicepresidenta segunda obvia toda polémica. Este viernes, Iglesias llegó al punto de criticar a quienes se ponen de perfil "cuando machacan a una compañera". "No solo es miserable y cobarde, sino políticamente estúpido", tuiteó el histórico líder morado, en línea con la estrategia de confrontación con la vicepresidenta segunda.

Durante la mañana, el portavoz parlamentario reclamó abiertamente más apoyo para Montero, a la que Podemos considera injustamente abandonada por Díaz e IU. La guerra es total. Y mientras en Podemos presumen del coraje de la ministra de Igualdad —"Es fuerte, no la quiebran"—, otros actores critican la huida hacia adelante de Podemos, el "marco de paranoia" en el que están instalados. "Ya no hay remedio", no existe forma de revertir el desgaste del perfil político de Montero, lamenta un diputado. En mitad de esta tormenta, aún deben superar sus diferencias con el PSOE para tratar de salvar la ley trans, en la que todo el grupo estará a una. El mismo grupo en el que crecen los recelos, y en el que varios diputados anticipan marejada.

La escalada de tensión con Yolanda Díaz ha llegado a límites inimaginables para los diputados de Unidas Podemos. Con la parte morada en guerra abierta contra la vicepresidenta segunda por no respaldar a Irene Montero en plena crisis por la ley del solo sí es sí, los silencios del resto de fuerzas del espacio político tampoco han contribuido a rebajar el enfado de Podemos. Hasta ahora, las andadas salen de la dirección de Podemos, con Pablo Iglesias liderando la ofensiva, pero la tensión amenaza con extenderse al grupo parlamentario en el Congreso, que ya esta semana vivió la desautorización de Jaume Asens por parte de los morados. Y este mismo viernes, de hecho, la situación se agravó tras las críticas del exsecretario general a Díaz, a quien tildó de "miserable" y "cobarde" por no respaldar a la ministra de Igualdad, aunque no la mencionó directamente.

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