Edmundo Bal anuncia su candidatura para disputar el liderazgo de Cs a Arrimadas

Guerra total en Ciudadanos. El proceso de refundación al que el partido fiaba su supervivencia política ha terminado en una batalla intestina en la que el portavoz parlamentario de los naranjas, Edmundo Bal, ha roto por completo con Inés Arrimadas y ha anunciado este viernes su intención de presentar su candidatura para liderar el partido e, incluso, competir con Inés Arrimadas si ella también se presenta.

El partido naranja celebrará primarias a principios de enero y, conforme a los documentos de refundación aprobados por la cúpula del partido, apostará por un modelo de bicefalia con una persona encargada exclusivamente de la Secretaría General para llevar las riendas de la organización y otra distinta que será su cartel electoral.

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"Quiero liderar este proyecto y este proceso de refundación (...) a nadie se le escapa que Ciudadanos vive momentos difíciles", se sinceraba el abogado del Estado, que ha convocado unilateralmente a los medios de comunicación en la Plaza de las Cortes, justo el día en que se celebra una jornada de puertas abiertas en la Cámara Baja.

Fuentes del entorno de Inés Arrimadas consultadas por El Confidencial aseguran que la noticia les ha cogido por sorpresa, ya que Edmundo Bal, uno de sus últimos escuderos, le ha llamado "solo dos minutos antes" de que convocase a los medios de comunicación para informar de su paso al frente. "Se estaba trabajando en una lista de unidad", aseguran las citadas fuentes, que no dan crédito ante la maniobra del dirigente.

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EFE

Tras varias semanas de tensiones internas, la relación entre Arrimadas y Bal saltó por los aires en una extensa reunión de la Ejecutiva de Ciudadanos el pasado viernes, cuando ambos se enfrentaron por la diferente visión sobre el futuro del partido. En aquella cita, diferentes miembros del partido exigieron que, para culminar el proceso de refundación, el partido debía abrirse a nuevos liderazgos. En esa corriente, que defendió Edmundo Bal, se situaron diferentes 'espadas' de los liberales, entre ellos el exvicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea. Arrimadas, por su parte, apostaba por seguir liderando el partido a modo de transición hasta que el partido decidiese a su candidato para las próximas elecciones generales.

En realidad, Arrimadas y Bal tuvieron otro encontronazo anterior, esta vez a cuenta de la tramitación de la ley del solo sí es sí. La primera fue muy crítica con el voto a favor con el que instruyó el segundo al resto del grupo parlamentario, sin advertir de las consecuencias jurídicas. De hecho, cuando se constataron las lagunas legales de la norma que ha permitido rebajas de condenas a agresores sexuales, la dirección nacional recogió cable y pidió revisar de nuevo la ley en el Congreso.

El órdago de Edmundo Bal fuerza a Inés Arrimadas a decidir si se presentará también a las primarias del partido en enero, teniendo en cuenta que esta vez no tiene todas las papeletas para seguir en el cargo. El abogado del Estado tiene a los nueve diputados nacionales de su lado, a excepción de Guillermo Díaz, que permanece fiel a Arrimadas. A priori, la dirigente cuenta también con el respaldo de la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y otros miembros de la cúpula. La batalla está servida.