Pablo Gentili: la mano derecha de Pablo Iglesias que ahora hace de sherpa a Yolanda Díaz

Paolo Gentili fue mano derecha de Pablo Iglesias, el hombre que designó a Yolanda Díaz para liderar a Unidas Podemos en el Gobierno de coalición y tiempo después se convirtió en la referencia de la izquierda más hostil con la vicepresidenta segunda. Hoy, lejos del que fue su jefe, Gentili es capaz de ser el sherpa de la ministra de Trabajo en una gira internacional cargada de simbolismo. Coordinador de la Escuela de Estudios Latinoamericanos y Globales y ex secretario de Estado del Gobierno de Alberto Fernández, ha estado muy presente en el viaje de Díaz a Argentina y Uruguay esta semana, en un momento especialmente delicado en Podemos.

Con su experiencia trabajando para los Gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, su influencia en el Ejecutivo argentino y sus contactos en distintos países del continente gobernados por la izquierda, Gentili estuvo muy presente en el encuentro entre Yolanda Díaz y el expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, que proporcionó a la vicepresidenta segunda una valiosa instantánea con el veterano mandatario, un símbolo para la izquierda. También participó en su visita al Senado argentino y en su reunión con el Frente Amplio y la central sindical PIT CNT.

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Él mismo publicó en sus redes sociales un mensaje tildando de "honor" la visita de la vicepresidenta y ministra de Trabajo. Y, tras semanas en las que Podemos no ha dejado de aumentar la presión sobre Díaz, y de reforzar el liderazgo de Irene Montero —candidatable, de no haber pacto con la plataforma de Díaz, Sumar, para las elecciones generales—, Gentili no dejaba pasar la ocasión de respaldarla de forma contundente: "Su lucha y su compromiso por construir la unidad del progresismo español genera aquí apoyo y solidaridad", escribió en su perfil de Twitter. Precisamente, lo que reclama Podemos es "compromiso por construir la unidad", pero en su plan esto solo pasa por una coalición en la que tengan un peso considerable. Díaz no está en esas y los morados están perdiendo la paciencia y le exigen que aclare su futuro de inmediato.

Donde sí están la impulsora de Sumar y su equipo es en el refinamiento y el cuidado de las formas, en mimar al detalle todas sus puestas en escena, más cuando se trata de reuniones institucionales con personalidades destacadas o cuando buscan una foto cargada de significado para sus potenciales votantes. De ahí que Gentili aparezca en el retrato con Mujica y que en otra de las reuniones esté ubicado inmediatamente al lado del hombre fuerte de Díaz en el Ministerio, el secretario de Estado Joaquín Pérez Rey. Yolanda Díaz le concedía un puesto de honor, visibilidad.

En el partido morado, por su parte, aseguran que Gentili "está dando soporte a Unidas Podemos" y a Díaz porque así se lo han "pedido" desde la propia formación. El ex jefe de Gabinete de Iglesias estuvo en el cargo poco más de un año, entre noviembre de 2018 y diciembre de 2019, inmediatamente después de que concluyeran las negociaciones para formar la coalición. Sin embargo, varias fuentes de la formación reconocen que gozó de una considerable influencia.

"Le llamó Iván Redondo para hacer el Gobierno. Y le dio al Gabinete de Iglesias mayor madurez", aseguran desde el partido morado. Fue el interlocutor habitual con Redondo, entonces su homólogo en el equipo de Pedro Sánchez, tuvo un peso destacado en esas conversaciones, y decidió volver a su Argentina natal tras recibir la llamada para integrarse en su Ejecutivo. E Iglesias lo despidió entre halagos.

De hecho, Gentili jugó un papel fundamental para convencer a Iglesias de ejecutar uno de sus movimientos de ajedrez más arriesgados hasta entonces. Fue en julio de 2019, cuando Sánchez decidió vetar al entonces líder de Podemos de cara a una coalición que nació muerta. El consejo a Iglesias fue seguir el juego al presidente en funciones, aguantar el tirón y aceptar echarse a un lado, con el convencimiento de que era un farol por parte del PSOE, una estrategia mediática destinada a descargar en Podemos la responsabilidad de que no lograsen formar Gobierno. Así lo hicieron, y escasos meses después tuvieron lugar las elecciones tras la que se formó la coalición. En la formación, además, le atribuyen haber influido para que Iglesias rebajara los decibelios en la campaña para los comicios anteriores, en abril de 2019, cuando no dejó de presentarse como defensor de la Constitución ante sus rivales.

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"Yolanda es siempre recibida con admiración y cariño en América Latina", tuiteaba estos días. Conforme se acercan las elecciones generales, actores del espacio político de Unidas Podemos —IU y Los Comunes—, pero también fuerzas como Compromís o Más Madrid, están visibilizando su clara apuesta por Díaz, con Podemos en riesgo de quedarse al margen.

En paralelo, si Podemos aprovechó su Universidad de Otoño hace algunas semanas para empezar a disparar contra Díaz, también lo hizo para exhibir músculo en lo que toca a sus alianzas internacionales. La vicepresidenta segunda está trabajando intensamente en este frente —hace un par de semanas estuvo en México— porque quiere aprovechar para establecer sinergias, ahora que el mapa político latinoamericano está teñido de rojo.

La presión para forjar una candidatura conjunta que no dinamite la posibilidad de reeditar la coalición llega también desde el otro lado del Atlántico. Ambas partes están aprovechando todos sus recursos, tejiendo alianzas, conscientes de lo mucho que está en juego. Saben que, si no hay acuerdo, se verá penalizado quien sea considerado responsable y el tiempo con el que cuentan es muy, muy escaso.