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El dinero del auténtico 'Lobo de Wall Street' acabó en Madrid: blanqueo en la Torre Cepsa
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el origen de un pelotazo de 100 millones

El dinero del auténtico 'Lobo de Wall Street' acabó en Madrid: blanqueo en la Torre Cepsa

El juez Calama descubre que varios jeques árabes e intermediarios españoles investigados por el pelotazo de la Torre Cepsa usaron en la operación dinero del fondo 1MDB, un escándalo mundial que ha costado a Malasia 4.500 millones

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La Audiencia Nacional ha descubierto que varios jeques árabes e intermediarios españoles investigados por el pelotazo de la venta de la Torre Cepsa en 2016 usaron en esta operación dinero procedente del saqueo del fondo 1MDB, un escándalo mundial que ha costado a Malasia más de 4.500 millones de dólares y cuyo gran cerebro, Jho Low, está en busca y captura por la Justicia de varios países. El fugitivo se fundió el dinero en gastos como la producción de la película El Lobo de Wall Street, la compra de joyas a la top model Miranda Kerr y de un Ferrari a Kim Kardashian, en actuaciones privadas de Kanye West y en escapadas románticas a la Costa Azul con Paris Hilton.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 2, José Luis Calama, ha averiguado ahora que otra parte del dinero de 1MDB terminó en Madrid. El hallazgo apuntala los indicios contra los presuntos implicados, que se enfrentan a una acusación por blanqueo de capitales e integración en organización criminal. El magistrado ha enviado una comisión rogatoria a los Emiratos Árabes para tomar declaración por videoconferencia a uno de los socios de Low y supuesto cabecilla de la trama española, Khadem Al Qubaisi, presidente de Cepsa entre 2011 y 2016, así como a un alto cargo del gobierno emiratí, Naser Mohammed Al Mur Al Zaabi, asesor del ministro de Economía y presidente del grupo empresarial DAS Holding, relacionado con el esquema delictivo.

Las diligencias giran en torno a la Torre Cepsa, la segunda edificación más alta de España, diseñada por el arquitecto británico Norman Foster. Bankia se la compró a Repsol en 2007 por 815 millones de euros para convertirla en su nuevo cuartel general. Sin embargo, la crisis del ladrillo y el posterior hundimiento de la propia entidad financiera obligaron a sus gestores a buscar una salida para el rascacielos. Al Qubaisi apareció justo en ese momento para interesarse por su alquiler con opción de compra. Su plan era trasladar a sus 49 plantas y 108.000 metros cuadrados de superficie las oficinas centrales de Cepsa. Bankia ocuparía un pequeño porcentaje del edificio.

placeholder Jho Low, antes de que saltara el escándalo. (Getty/Tarylor Hill)
Jho Low, antes de que saltara el escándalo. (Getty/Tarylor Hill)

El acuerdo pareció un negocio redondo para el banco. El arrendamiento se firmó en octubre de 2013 por ocho años prorrogables a otros siete. Además, Al Qubaisi podía ejecutar la compra de la torre en cualquier momento por un precio de 400 millones. Aunque las oficinas iban a ser ocupadas por Cepsa, el contrato no fue suscrito por la petrolera, sino por un entramado societario controlado personalmente por su primer ejecutivo. Según la información incorporada al procedimiento, Bankia selló el contrato de alquiler del rascacielos con la mercantil instrumental holandesa Muscari Development BV, administrada en la sombra por Al Qubaisi.

25.000 euros a Emily Ratajkowski

Bankia recibió en el momento de la firma 3,6 millones de euros en concepto de fianza y 10 millones de euros adicionales por el derecho a la opción de compra. El sumario indica que esos fondos, que sirvieron para poner en marcha toda la operativa fraudulenta, salieron de 1MDB, un vehículo de inversión creado por el Gobierno de Malasia en 2009 para impulsar proyectos estratégicos para el país y cuyo desfalco ha sido investigado hasta por la Justicia de Estados Unidos.

El cabecilla del engaño, Jho Low, está en paradero desconocido. Su papel en la producción de El Lobo de Wall Street y su vida de excesos han provocado que la prensa de todo el mundo lo vincule con el personaje de la cinta. Low llegó a regalarle a su protagonista, Leonardo di Caprio, un cuadro de Picasso y otro de Basquiat, y pagó 25.000 dólares a la actriz Emily Ratajkowski por acompañarle a una final de la Superbowl.

El dinero de Low llegó a Madrid. El fugitivo y su socio Al Qubaisi transfirieron a lo largo de 2012 un total de 472 millones de dólares de 1MDB a la sociedad luxemburguesa Vasco Investments Services SA. A continuación, movieron 13,6 millones de euros desde esa mercantil a la compañía Muscari Investissement SA, también de Luxemburgo. Y por último, desplazaron los 13,6 millones a Muscari Development BV, la compañía que firmó el alquiler de la Torre Cepsa con Bankia. El dinero de 1MDB fue empleado para abonar la fianza y el derecho a la opción de compra.

placeholder Khadem Al Qubaisi, en una imagen de 2009. (Reuters)
Khadem Al Qubaisi, en una imagen de 2009. (Reuters)

Tras la firma, Al Qubaisi usó su puesto como presidente de Cepsa para autoarrendarse el rascacielos. La petrolera pasó a pagar a Muscari Development BV un precio disparatado por el alquiler, de entorno a 28 euros el metro cuadrado, muy superior a lo que se pagaba en ese momento en Madrid, con el agravante de que la compañía española tuvo que acondicionar las instalaciones de la torre desde cero porque nunca antes habían estado ocupadas.

El alto precio de la renta provocó una revalorización inmediata del edificio y, en septiembre de 2016, Al Qubaisi asestó el golpe definitivo. Muscari Development BV comunicó a Bankia que había decidido ejecutar la opción de compra por los 400 millones de euros pactados. Bankinter concedió al jeque emiratí un crédito puente por ese importe para que pudiera afrontar la adquisición. El Sepblac impuso cuatro años después una multa récord de 8,2 millones de euros a la entidad que dirige María Dolores Dancausa porque, en el momento de la concesión del préstamo, Al Qubaisi se encontraba ya detenido y tenía todos sus bienes embargados por su implicación en múltiples casos de corrupción y blanqueo de capitales.

Rentabilidad del 800%

Otra empresa de la galaxia instrumental de Al Qubaisi, Muscari Property BV, se convirtió en propietaria de la Torre Cepsa, pero sólo durante unos minutos. Instantes después de hacer efectiva la compra por 400 millones, traspasó el inmueble a Pontegadea Inmobiliaria, el holding patrimonial de Amancio Ortega, por 490 millones de euros.

Cepsa siguió ocupando la torre, pero Al Qubaisi se esfumó con los 100 millones de beneficio que generó aproximadamente con el traspaso. No solo lavó los 13,6 millones del saqueo de 1MDB, sino que además obtuvo una rentabilidad del 800%, aunque con cargo a las cuentas de Cepsa.

En las semanas siguientes, el jeque transfirió 54 millones de euros a Emiratos y otros 1.037.798 euros a la isla de Curaçao. Sin embargo, una parte de su ganancia se quedó en territorio nacional. El juez atribuye un papel clave en el lavado de capitales a los dos representantes de Muscari Development BV en España, Rafael Fernando García-Tapia González Camino y Ramón Merino del Portillo, del conocido clan Merino Enseñat. En las diligencias consta que, tras la venta de la torre a Amancio Ortega, ambos se repartieron una comisión de 9,5 millones de euros junto al también intermediario español Felipe José de Oriol y Díaz de Bustamante, perteneciente a otra ilustre familia de la oligarquía empresarial y accionista de Corpfin Capital Real Estate, que intervino en la operación.

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Torre Cepsa.

Todos ellos están imputados por blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, aunque hacen vida completamente normal. Pese a las acusaciones, Merino ocupa en la actualidad el cargo de vicepresidente del Spanish Business Council de Emiratos, una plataforma privada que conecta a empresarios españoles con oportunidades de negocio en ese diminuto estado de Oriente Medio. Recientemente, Merino mantuvo una reunión de trabajo con el presidente del Senado, el socialista Ander Gil. Pasa los veranos en una mansión de Mallorca y navegando por el Mediterráneo en yates como el Lemon not Lime y Lady M, de más de 20 metros de eslora.

Pese al daño ocasionado por Al Qubaisi, Cepsa no interpuso ninguna querella contra su antiguo presidente. Emiratos, que controlaba el accionariado de la petrolera, prefirió mirar para otro lado. Hay motivos incluso para creer que aprobó el pelotazo de 100 millones con el rascacielos y colaboró en el lavado de dinero del fondo 1MDB. En noviembre de 2016, el antiguo presidente de la compañía española salió del entramado societario de Muscari y fue sustituido por un alto cargo del gobierno emiratí, Naser Mohammed Al Mur Al Zaabi, presidente de corporaciones empresariales, bancos y la principal aseguradora del país.

El juez Calama ha pedido a las autoridades de Abu Dhabi que le permitan interrogarlos y le entreguen nueva información bancaria. Por ahora no ha tenido respuesta.

La Audiencia Nacional ha descubierto que varios jeques árabes e intermediarios españoles investigados por el pelotazo de la venta de la Torre Cepsa en 2016 usaron en esta operación dinero procedente del saqueo del fondo 1MDB, un escándalo mundial que ha costado a Malasia más de 4.500 millones de dólares y cuyo gran cerebro, Jho Low, está en busca y captura por la Justicia de varios países. El fugitivo se fundió el dinero en gastos como la producción de la película El Lobo de Wall Street, la compra de joyas a la top model Miranda Kerr y de un Ferrari a Kim Kardashian, en actuaciones privadas de Kanye West y en escapadas románticas a la Costa Azul con Paris Hilton.

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