Es noticia
El coste de abrir el grifo: Cataluña paga el doble por el agua que Madrid
  1. España
Cifras de 2022

El coste de abrir el grifo: Cataluña paga el doble por el agua que Madrid

Cataluña, con 2,74 euros por metro cúbico, tiene la tarifa doméstica más cara de España, frente al euro de Melilla. La Comunidad de Madrid, con 1,47 euros, tiene los precios congelados desde hace ocho años

Foto: Las tarifas varían en función del municipio y del consumo. (EFE/Andy Rain)
Las tarifas varían en función del municipio y del consumo. (EFE/Andy Rain)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

No es lo mismo abrir el grifo en Barcelona que hacerlo en Madrid. Tampoco en Ceuta o en Navarra. El hecho no tiene nada que ver con la calidad o el sabor del agua, que también daría para un extenso debate, sino con el bolsillo. Las tarifas domésticas del agua presentan unos desfases económicos enormes en función del territorio, llegando a pagar hasta tres veces más o menos por vivir en una comunidad autónoma o en otra. Según los datos de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) de 2022, la diferencia entre Cataluña o Melilla alcanza hasta el 274%.

La sequía de los últimos meses puso en valor un gesto tan sencillo y cotidiano como rellenar una garrafa de agua y amenazó la subsistencia en muchos puntos de España. Desde la AEAS, precisamente, explican que las tarifas son progresivas para fomentar la sostenibilidad y el consumo responsable. Es decir, que cuando más gastas, más pagas. Y aunque el precio apenas llega al 1% del presupuesto familiar en España, según los datos ponderados de esta entidad, el pellizco a las economías domésticas es muy distinto. La media nacional por metro cúbico de agua es de 1,97 euros sin IVA, con un margen amplísimo.

La comunidad con la tarifa más cara es Cataluña, con 2,74 euros por metro cúbico. La más barata es Melilla, con un euro por el mismo volumen. En cifras similares, en uno y otro extremo están Ceuta, con 2,67 euros; y Castilla y León, con 1,12 euros. La Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento explica que los datos facilitados son un indicador medio, habida cuenta de que la factura está condicionada por otras variables como el municipio o el consumo individual. El indicador tipo para cada territorio se ha calculado con base en los precios de las localidades de más de 20.000 habitantes. La competencia para determinar la cuantía es de los ayuntamientos, aunque también lo pueden hacer los Gobiernos autonómicos en caso de que deleguen esa responsabilidad.

La metodología se aplica teniendo en consideración tres tipos de usuarios, cuyo consumo sería de 7, 15 y 25 metros cúbicos al mes. "Los resultados aquí mostrados corresponden únicamente a la tarifa doméstica y no incluyen el IVA asociado", argumentan desde la entidad, que sirve como referencia.

Foto: El aliviadero del embalse de Benagéber, al límite. (Confederación del Júcar)
TE PUEDE INTERESAR
La aldea gala de la sequía en España es la cuenca del Júcar por las DANA del Mediterráneo
Víctor Romero. Valencia Gráficos: Marta Ley

El coste en las comunidades autónomas se revisa cada año, generalmente al alza, con factores tanto técnicos como políticos. La mayor variación en los últimos cuatro años, del 6,6%, se produjo en Galicia, que pasó de 1,37 euros por metro cúbico en 2018 a 1,73 euros en 2022. En Ceuta, de 2,16 a 2,67 euros, fue del 5,9% en el mismo periodo; mientras que en el País Vasco fue del 4,8%, subiendo de 1,50 a 1,79 euros. Cataluña, que entonces no era la región más cara, elevó el precio de 2,46 euros a 2,74%, con un incremento del 2,8%.

Variación de los precios

Las tarifas solo cayeron en tres territorios durante el tiempo analizado. En Aragón, bajando de 2,16 a 2,10 euros; en Canarias, de 1,87 a 1,86; y en Castilla y León, de 1,17 a 1,12 euros. El precio por el agua lleva congelado desde entonces en Melilla, siempre con un euro por metro cúbico, y en la Comunidad de Madrid, con un coste de 1,47 euros. En el caso del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que gestiona este servicio a través del Canal de Isabel II, la cifra no se ha tocado en los últimos siete años y el Ejecutivo ya ha anunciado que hará lo propio para 2023. Y en este supuesto obedece a criterios meramente políticos. "Se ha hecho para aliviar la economía de las familias en un momento especialmente difícil como este, donde el incremento de los precios está perjudicando su situación económica", apuntan fuentes regionales.

AEAS advierte de que comparar las tarifas entre comunidades puede llevar al error, porque cada una presenta unas particularidades distintas

La tarifa doméstica es más reducida que la destinada para uso industrial o comercial. La Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento, no obstante, advierte de que la comparación entre las comunidades autónomas puede llevar al engaño porque cada una tiene unas particularidades muy distintas y esto repercute en la factura tanto como el consumo. Los costes en cada supuesto son variados, así como la calidad de la prestación o la gestión de los activos públicos. "Su comparación bruta es poco útil", añaden.

Foto: El consumo de agua mineral por municipios en España. (ESRI / EC)

Una de las singularidades que distingue a cada comunidad es la entidad que presta el servicio. Según los datos del último estudio nacional sobre el suministro de agua potable y saneamiento en España, hay tanto empresas controladas por la Administración como por sociedades ajenas a Gobiernos regionales y ayuntamientos. Así, el 35% de la población es abastecida por entidades públicas, el 33% por privadas, el 22% por mixtas y el 10% por servicios municipales. Otro de los puntos señalados en el estudio es que las inversiones son insuficientes y que las tarifas no cubren los costes en ningún caso.

AEAS destaca que en España no se cubren ni los costes de explotación, ni el mantenimiento, ni la reposición, un extremo que debería cumplirse a tenor de lo marcado en la directiva Marco del Agua de Bruselas del año 2000. La conclusión, pese a todo, es que existe una "gran satisfacción" por parte de los usuarios. Y sea cual sea el territorio y el precio a pagar, la percepción es que el agua del grifo es de buena calidad.

No es lo mismo abrir el grifo en Barcelona que hacerlo en Madrid. Tampoco en Ceuta o en Navarra. El hecho no tiene nada que ver con la calidad o el sabor del agua, que también daría para un extenso debate, sino con el bolsillo. Las tarifas domésticas del agua presentan unos desfases económicos enormes en función del territorio, llegando a pagar hasta tres veces más o menos por vivir en una comunidad autónoma o en otra. Según los datos de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) de 2022, la diferencia entre Cataluña o Melilla alcanza hasta el 274%.

Agua Comunidades Autónomas Hábitos de consumo
El redactor recomienda