Reformar el solo sí es sí: un anuncio político que no frena las revisiones a la baja

El Gobierno está valorando aplicar nuevos cambios a la ley del solo sí es sí. El anuncio lleva repitiéndose desde que Pedro Sánchez apuntó a posibles "ajustes técnicos" el pasado 6 de diciembre y este lunes la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, volvió a abrir la puerta a reformar a fondo la normativa en una entrevista concedida a Las mañanas, de RNE. Los juristas consultados, sin embargo, se muestran tajantes: las revisiones a la baja de penas a agresores sexuales ya no tienen vuelta atrás.

Cambiar la ley del solo sí es sí implicaría dejar la misma en una norma intermedia de cuatro meses, pero su escasa duración no quita que los agresores puedan seguir agarrándose a ella. Los efectos de la reforma se limitarían, por tanto, a las nuevas agresiones que se produjeran tras su entrada en vigor. En lo que se refiere a las cometidas anteriormente, los reos seguirían apoyándose en la actual ley del solo sí es sí, por ser más favorable. Ningún ajuste técnico puede quitarles ese derecho.

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"No se puede cambiar el pasado. Si los tribunales han interpretado que la ley de 2022 es más favorable, no se puede cambiar. Todo el mundo que haya estudiado Derecho sabe esto", advierte Manuel Cancio, catedrático de Derecho Penal en la Universidad Autónoma de Madrid. "Aunque hiciesen una modificación, no podría tener carácter retroactivo. No tendría ningún sentido incluir un cambio ahora", coincide Carlos Amoedo Souto, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de A Coruña. "La revisión a la baja depende del texto actual. Da igual todo lo que venga después", concluye Andrés Boix, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Valencia.

El Gobierno, sin embargo, no duda en volver a la carga con la idea de nuevos cambios en pleno arranque de 2023. El anuncio se produce tan solo 22 días después de que sacaran adelante un supuesto parche para corregir los efectos de esta ley, una maniobra que, como ya informó El Confidencial, también carece de efecto práctico alguno.

El parche del Gobierno

“En el Parlamento, en este mes de diciembre, se ha introducido una enmienda en esa dirección y el Gobierno está muy pendiente de la aplicación de esas normas y del trabajo que están haciendo los tribunales, especialmente el Tribunal Supremo, para poder valorar cualquier otra acción”, explicaba este lunes Isabel Rodríguez a RNE. La portavoz del Gobierno se refiere así a la enmienda que introdujeron en la reforma del Código Penal sobre la sedición y la malversación para tratar de frenar los rebajas a agresores sexuales. Este cambio legislativo ni siquiera ha entrado en vigor a día de hoy, pero la portavoz del Ejecutivo no duda en allanar ya el camino a nuevos cambios.

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El principal problema de la enmienda que el Gobierno sacó adelante el pasado diciembre es que carece de valor alguno para los tribunales, pues solo modifica una exposición de motivos, es decir, el texto que precede al articulado de la ley y explica las razones y objetivos que persigue la misma. El Tribunal Constitucional ha dejado claro en múltiples ocasiones que las exposiciones de motivos no tienen valor normativo. En la Moncloa reconocen este aspecto, pero tratan de justificar la enmienda como “un mensaje del legislador a los operadores jurídicos”, como "un toque de atención a los tribunales para que no vayan por ahí", es decir, por las revisiones a la baja.

El problema para el Gobierno es que el Tribunal Supremo, que a diferencia de ellos sí puede dar un "toque de atención" a los tribunales, ya ha rebajado cuatro penas en aplicación de la ley del solo sí es sí. El nuevo parche no varía ese razonamiento y, a día de hoy, más de 130 agresores ya se han beneficiado de la nueva normativa.

Según se desprende de las palabras de Rodríguez, el Ejecutivo podría promover ahora cambios de mayor envergadura que se centren en el articulado de la normativa y no solo en una exposición de motivos, pero, incluso en ese caso, los juristas avisan de que solo afectaría a las agresiones futuras, a aquellas que se cometieran tras la entrada en vigor del cambio. En cuanto a las revisiones a la baja de las anteriores agresiones, la conclusión es clara: el Gobierno no puede corregir la ley del solo sí es sí.