El PSOE presiona para que las ministras alcaldables salten ya del Gobierno

El PSOE ha puesto toda su maquinaria electoral a pleno rendimiento y este viernes se engrasará con la Moncloa. El presidente del Ejecutivo y líder de los socialistas, Pedro Sánchez, ha convocado en Ferraz una reunión extraordinaria de la ejecutiva a la que ha citado a todos los ministros socialistas. Sobre la cita planea el debate sobre el cuándo y el cómo de la crisis de Gobierno obligada por las candidaturas de las ministras de Industria, Reyes Maroto, y de Sanidad, Carolina Darias, a las alcaldías de Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, respectivamente.

Si en un principio la primera se inclinaba por compatibilizar su cargo como ministra hasta abril, fecha tope hasta el registro de la candidatura, en los últimos días ha dejado de mostrar estas pretensiones para abrirse a adelantar su salida por las exigencias de la campaña. Su alto desconocimiento público empuja a una dedicación exclusiva para multiplicar su agenda "a pie de calle". En el caso de Darias, principalmente por motivos geográficos, nunca mostró gran interés en estirar al máximo su permanencia en el ministerio. Más bien al contrario, con predisposición a centrarse cuanto antes en su candidatura.

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La decisión sobre los tiempos para remodelar el Gobierno es una prerrogativa que recae únicamente en el presidente, quien en todas las crisis ha guardado con celo sus intenciones para compartirlas únicamente entre su núcleo más cercano. Sin embargo, en esta ocasión la opinión de los equipos de campaña tiene un gran peso y las federaciones empujan por que las ministras se pongan cuanto antes el traje de candidatas a tiempo completo. Lo que ha venido trasladando Sánchez durante las últimas semanas es que su intención pasa por realizar una "minicrisis", de trámite, para centrarse en sustituir a las dos ministras alcaldables y, en principio, no antes del mes de marzo. Si el socio minoritario guarda dudas sobre el alcance de la crisis de Gobierno, sobre el calendario coinciden tanto socialistas como morados que podría adelantarse.

Se apunta al mes de febrero, cuando arranque la segunda fase de la precampaña y los asuntos pendientes de los ministerios de Industria y Sanidad queden encarrilados. En el Departamento de Industria, excluyendo la ley del ramo, cuyo anteproyecto todavía pasó por el Consejo de Ministros el pasado mes de diciembre, los principales hitos marcados con los fondos UE están ya todos en marcha. En la misma línea que el Departamento de Sanidad, por lo que en ambos ministerios insisten en una transición tranquila y con la tarea encaminada para quien asuma sus responsabilidades.

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De lo que no hay duda es de que durante el mes de enero Maroto aprovechará como ministra el escaparate de Fitur en Madrid para potenciar su imagen. El objetivo principal de su precampaña en esta primera fase es que se la conozca (menos de la mitad de la población, según el último CIS), que los madrileños la asocien con la candidata del PSOE a la alcaldía. En este sentido, son conscientes en su equipo de que "el tiempo juego en contra" y la doble agenda también, aunque la todavía ministra dice estar dispuesta a realizar un sobreesfuerzo para compatibilizarla. El objetivo es pisar todos los barrios de la capital y las responsabilidades institucionales lo complican.

"El tiempo juego en contra" y la doble agenda también, aunque Maroto está dispuesta a realizar un sobreesfuerzo para compatibilizarla

La voluntad de Darias de centrarse ya en su candidatura también juega a favor de un adelanto, al tratarse de una remodelación que será conjunta de ambas ministras. Además, por motivos de nivel de conocimiento público, ni Maroto ni Darias son Salvador Illa, quien sí se mantuvo en el ministerio hasta el último momento permitido por la ley, pese a las críticas de los socios y oposición. El exministro de Sanidad tuvo una omnipresencia en los medios durante la gestión de la pandemia, su cara era de sobra conocida por todos los españoles y cuando se decidió su candidatura para las elecciones catalanas todavía planeaba la tercera ola del covid, empujándolo a mantenerse en sus responsabilidades al frente del ministerio.

A pesar de las prisas de la titular de Sanidad, cuenta con la ventaja de una campaña más amable, al estar la alcaldía de Las Palmas en manos de los socialistas, haber sido ya concejala en este ayuntamiento y hasta presidenta del Parlamento canario. Maroto fue diputada en la Asamblea de Madrid, aunque con un papel discreto, y formó parte del primer Ejecutivo de Pedro Sánchez tras la moción de censura que lo llevó a la Moncloa.

Desconfianza en Unidas Podemos

El debate sobre si apurar o no el límite permitido a las puertas de la campaña electoral para realizar la remodelación del Gobierno estará presente este viernes en Ferraz. No tanto el alcance de la crisis. La intención de Sánchez pasa por no realizar más cambios al frente de los ministerios, y así entienden que será en la parte socialista del Ejecutivo.

Opinión

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El socio minoritario no da nada por seguro, más allá de que no se tocará su cuota en esta remodelación. La última de la legislatura, por la que de los 17 ministros nombrados por el PSOE solo cumplirían todo el mandato siete de ellos (Nadia Calviño, Teresa Ribera, Margarita Robles, María Jesús Montero, Fernando Grande-Marlaska, Luis Planas y José Luis Escrivá). Voces del espacio de Unidas Podemos desconfían de la decisión final de Sánchez, acostumbrados a que el presidente del Gobierno utilice estas crisis para dar un golpe de efecto.

En esta ocasión, entienden que podría aprovechar la crisis de Gobierno para impulsar su propia campaña de las generales en la recta final de la legislatura. Sentando para ello en el Consejo de Ministros perfiles más económicos, para reforzar este eje de campaña y encarrillar la recuperación de la mano de los fondos europeos. Trasladar así el mensaje de que el Gobierno seguirá trabajando hasta el último día para capear la crisis de la mejor manera posible. Esto es, esprintar hasta el final confrontando las recetas socialdemócratas, que Sánchez asocia a una salida social a la actual crisis en línea con el "consenso europeo", y las neoliberales, vinculándolas a los recortes tras la crisis financiera de 2008, gestionada por el PP.