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Diario de un ángel del Infierno (I): "Ni siquiera Dios me puede tocar"
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ARRANCA EL JUICIO EN LA AUDIENCIA NACIONAL

Diario de un ángel del Infierno (I): "Ni siquiera Dios me puede tocar"

El Confidencial accede al sumario de la operación Casablanca, el intento de la banda de moteros de convertir Mallorca en una base de operaciones a nivel europeo

Foto: El líder de los Ángeles del Infierno en Alemania (i), Turquía (c) y Luxemburgo (d).
El líder de los Ángeles del Infierno en Alemania (i), Turquía (c) y Luxemburgo (d).
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"Somos los Ángeles del Infierno, no somos cualquier organización de mierda". 8 de enero de 2012. La banda de moteros está trasladando su base de operaciones a Mallorca. El desembarco incluye a sus criminales más peligrosos de Alemania y Turquía. Con la calavera alada a la espalda, los Ángeles del Infierno aspiran a reinar en la isla.

Los policías que siguen sus pasos bautizan la operación como Casablanca, el nombre de la cafetería en la que se reúnen los moteros. Sin embargo, sus planes van mucho más allá de este pequeño local. "Me han ofrecido un negocio, que vamos a financiarlo posiblemente, que es Pachá", les comenta un policía local de Palma. "¿Y cuánto quieren? ¿Funciona esta discoteca?". Los investigadores no volverán a oír hablar de Pachá tras esta conversación, pero su simple mención les indica dos cosas: los Ángeles del Infierno tienen amigos dentro de la policía y ningún negocio les parece inalcanzable.

El sumario, al que ha tenido acceso El Confidencial, explica que la banda persigue tres objetivos en Mallorca: ocupar el vacío existente frente a otras organizaciones criminales, utilizar la isla como vía de escape para los miembros en apuros y reforzar sus actividades ilegales aprovechando la movilidad de los moteros. Extorsiones, tráfico de drogas, prostitución, trata de blancas... El catálogo delictivo de los Ángeles del Infierno es amplio.

La Audiencia Nacional juzgará a partir de este lunes a 47 personas por su supuesta participación en estos hechos. Los principales acusados son Khalil y Abdul Youssafi, dos hermanos de origen marroquí. A partir de 2011, su misión consiste en fundar en Mallorca un nuevo capítulo, que es como se conoce a los subgrupos de los ángeles que controlan un territorio concreto. El tatuaje que Abdul luce en el brazo resume la filosofía que siguen para ello: "Ni siquiera Dios me puede tocar".

placeholder Los hermanos Khalil y Abdul Youssafi.
Los hermanos Khalil y Abdul Youssafi.

Los hermanos Youssafi llegan a Mallorca como miembros de los Nomads de Luxemburgo, una rama de los Ángeles del Infierno que carece de sede fija y va moviéndose por los territorios que controlan —o quieren controlar— en Europa. Hasta que el nuevo capítulo no quede constituido, ambos responden ante un hombre que se encuentra a 1.500 kilómetros de distancia: Fardad B. Hosseini, alías Ferry, el líder de la banda en Luxemburgo.

Nacido en Teherán en 1980, Ferry suma varios delitos de prostitución. El historial de su hermano pequeño tampoco se queda corto. Durante el enfrentamiento con un motero de otro club en 2013, él y otros tres hombres le hacen una visita con un martillo, un machete y un bate de béisbol. Amigos o enemigos, mantienen a todos a raya: "Ya sabes que hablar de cosas internas del club te está prohibido, ¿no?". Para tomar el control en Mallorca, ninguno puede irse de la lengua.

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La segunda banda que nutre sus filas en la isla es la de los Nomads de Turquía. Sus moteros siguen órdenes de Necati Coskum Arabaci, un criminal nacido en 1972 que lidera el capítulo de la ciudad turca Izmir. "Es el líder más destacado de la organización en Europa del Este", advierte la policía. "Extranjero no admisible en territorio Schengen".

En Alemania, donde se le conoce como el Padrino de Colonia, le investigan por un supuesto plan para atentar contra el fiscal que dirige una de las causas contra él. El turco es peligroso y violento, pero también ambicioso. A medida que los Ángeles del Infierno comienzan a ver la isla como el nuevo maná, él también juega sus cartas y envía a sus lugartenientes.

El tercer líder europeo al que sitúan tras esta operación es Frank Arim Hanebuth. Nacido en 1964 en Hannover, es el presidente de los ángeles en esta ciudad alemana. No pasa desapercibido. Mide casi dos metros de altura y pesa más de 100 kilos: "Controla un gran número de hombres que actúan bajo sus inmediatas órdenes".

En 2012, Alemania está estrechando el cerco en torno a él, así que ordena reformar una finca en Mallorca para mudarse. Este segundo cometido parece sencillo, pero también acaba con una paliza. Esta vez, a un obrero: "Le ha exigido un pago por valor de 30.000 euros, además de apropiarse de su vehículo, haciéndolo volver a pie desde la finca". Los líderes de Turquía y Luxemburgo se han librado de sentarse en el banquillo este lunes, pero Hanebuth no correrá la misma suerte. Él sí entró de lleno en Mallorca.

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Como cualquier historia de los Ángeles del Infierno, esta también está plagada de peleas. La primera, contra la banda de los Gremium, que en 2010 ordena a sus miembros que se desplacen a Mallorca para vengar la agresión sufrida por uno de los suyos. El viaje se salda con la intervención de 23 armas, pero los ángeles aguantan la embestida y marcan la isla como su territorio. Más tarde llegará la banda de los Bandidos, pero ese enfrentamiento se relatará en otra entrada del Diario de un ángel del Infierno.

Khalil y Abdul Youssafi toman las riendas en Mallorca a partir de 2011. Para entonces, los hermanos ya conocen la isla y el anterior grupo de ángeles se ha disuelto por peleas internas, pero quieren dejar claro que ahora mandan ellos. En palabras de Khalil, él mismo está dispuesto a pelear "desnudo" contra uno de los antiguos líderes si se interpone en su camino: "La pistola que tiene se la meto en el culo y con el cuchillo le corto el cuello".

Las amenazas son constantes y los Youssafi necesitan soldados para cumplirlas. Ahí es donde Abdul juega un papel fundamental: "Dirige en nombre de la organización el gimnasio Combat, un centro de formación para conseguir personas adiestradas en artes marciales y tipos de lucha, personas que en un futuro, si demuestran su valía y lealtad, pueden llegar a formar parte de la organización".

El camino para ascender en la banda es simple: absoluta obediencia a los hermanos Youssafi. Los primeros pasos los dan como hangaround, un término que hace referencia a los simpatizantes de los ángeles. Después llegan al nivel prospect, que es como se conoce a los potenciales aspirantes a convertirse en full color. En los Ángeles del Infierno, solo estos últimos pueden lucir la calavera alada en sus chaquetas.

Los Youssafi quieren hombres que sepan luchar y que sean leales. "Es más alto que yo, de 1,82 y es griego". "A mí no me da la impresión de que sea un miedoso". "Le di una cazadora de supporter 81. El chico no tiene nada que ponerse. Nada".

Estos hombres les protegen las espaldas y controlan sus negocios. El sumario relata episodios de tráfico de drogas, extorsiones y apuestas ilegales, pero la actividad más lucrativa es la prostitución y la trata de blancas. En las conversaciones intervenidas, los ángeles llegan a referirse a las mujeres como sus "nuevas gallinas".

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Frente a otras redes de prostitución, la ventaja de la banda reside en su alcance internacional. Los Ángeles del Infierno cuenta con alrededor de 350 capítulos y 5.000 miembros en el mundo. Las mujeres se van moviendo de unos países a otros y los moteros también las utilizan como correo para trasladar el dinero.

"Es Abdul quien está hablando, quien con una llamada resuelve todas las preocupaciones, de todas las que están ahí, y lo hago con honra y orgullo, de ser el jefe que está detrás de todo". Cuando llegan a Mallorca, él siempre tiene la última palabra, desde decidir si una mujer puede tatuarse el nombre de su hijo hasta llevar la voz cantante por el embarazo de otra de ellas.

Abdul es el músculo y su hermano Khalil el cerebro. Sus contactos con los tres líderes europeos son constantes y el desembarco de los moteros de Turquía y Alemania termina por plasmarse el 13 de abril de 2013, cuando celebran una gala de boxeo en el Palma Arena. Las peleas en el ring son lo de menos. Aquel día, los Ángeles del Infierno proclaman su implantación en Mallorca.

Constituido el nuevo capítulo, el líder alemán reparte los cargos de presidente, secretario y sargento de armas entre sus hombres. Khalil se hace con el de vicepresidente y Abdul con el de tesorero. Sin embargo, los nombramientos no duran demasiado. Mientras los Ángeles del Infierno vigilan a los Gremium y los Bandidos, hace tiempo que sus verdaderos enemigos preparan el golpe definitivo. En julio de 2013, dos meses después de la gala de boxeo, la Policía Nacional y la Guardia Civil se les echan encima.

El registro de sus viviendas deja claro que las motos son lo de menos para los Ángeles del Infierno. El juez ordena el embargo de la Harley Davidson de Khalil Youssafi, pero también de su Porsche Cayenne. En el caso de su hermano Abdul, no hay moto alguna que embargar, solo un Porsche, un Chrysler y un Mercedes Benz.

Los hermanos Youssafi pasan a disposición judicial el 24 y 25 de julio de 2013. Ambos niegan los delitos y, por encima de todo, evitan cualquier salida de tono que perjudique a la banda. "No hay jefe", aseguran cuando se les pregunta por los líderes internacionales. "Tenemos el mismo nivel".

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El juez quiere saber cómo mantienen semejante tren de vida, pero Khalil y Abdul llevan años curtiéndose en esta clase de interrogatorios: "Yo soy poker player, yo juego a póquer". Las preguntas sobre la explotación sexual de mujeres tampoco dan resultado: "Yo hago... cómo lo llamáis... flyers, publicidad... La carta de bebidas".

Casi 10 años después, los hermanos Youssafi volverán a comparecer ante el juez, pero esta vez en la Audiencia Nacional. La Fiscalía pide 33 años de cárcel para Khalil y 38 para Abdul, mientras que el presidente de Hannover se enfrenta a 15. El banquillo lo completarán moteros de Alemania, Luxemburgo y Turquía, además de colaboradores y supuestos policías corruptos. A partir de este lunes, las chaquetas de la calavera alada dan paso a las togas de los abogados.

"Somos los Ángeles del Infierno, no somos cualquier organización de mierda". 8 de enero de 2012. La banda de moteros está trasladando su base de operaciones a Mallorca. El desembarco incluye a sus criminales más peligrosos de Alemania y Turquía. Con la calavera alada a la espalda, los Ángeles del Infierno aspiran a reinar en la isla.

Audiencia Nacional Palma de Mallorca
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