El yihadista de Algeciras apoyó al Estado Islámico en Facebook hasta este mismo miércoles

El marroquí de 25 años que este miércoles asesinó a un sacristán en Algeciras, Yassine Kanjaa, publicó alabanzas al Estado Islámico y otros comentarios de carácter yihadista en un perfil de Facebook. Kanjaa publicó su último mensaje en redes sociales horas antes de perpetrar el ataque, informan fuentes próximas a las pesquisas a El Confidencial.

La Audiencia Nacional ya se ha hecho cargo de la investigación y vincula el ataque con el salafismo yihadista. Los investigadores han registrado el piso patera en que residía, en la calle Ruiz Tagle, y también han hallado pendrives con contenido yihadista, así como la funda del machete con el que fue recorriendo las iglesias de la ciudad gaditana.

Según las fuentes consultadas, los comentarios se han localizado en un primer rastreo de sus redes sociales. Los investigadores buscan conexiones con otras personas para detectar si la radicalización de Kanjaa se produjo a través de contactos en otros portales. Están trazando, además, un mapa de su entorno en Algeciras, partiendo de los compañeros con los que compartía vivienda. Al joven marroquí no le constaban antecedentes penales ni por terrorismo.

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Los mensajes fueron subidos a Facebook a través de un perfil en el que utilizaba un seudónimo. Hasta horas después del arresto, la Policía dudaba incluso de la identidad facilitada por el magrebí, que no portaba documentación alguna identificativa cuando fue reducido por los agentes tras la masacre. Las primeras hipótesis apuntan a que actuó en solitario, pero, de momento, todas las hipótesis están abiertas. Kanjaa ensalzaba las acciones de destacados miembros del Estado Islámico, aseguran las fuentes consultadas.

Como desveló este jueves El Confidencial, Yassine Kanjaa, nacido en octubre de 1997 en Marruecos, se encontraba en España en situación irregular. La Policía Nacional lo detuvo en Algeciras el 16 de junio de 2022 y comprobó que carecía de la documentación necesaria para poder residir en territorio español, por lo que automáticamente se iniciaron los trámites para su expulsión. Sin embargo, el proceso se alargó y nunca llegó a ser devuelto a suelo marroquí.

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Siete meses después, Kanjaa atacó este miércoles dos iglesias, asesinó a un sacristán y acuchilló a un párroco, además de agredir a un vecino marroquí, acusándole de ir en contra del islam, y de dejar tres personas heridas al intentar frenarle. Su recorrido de unos 400 metros acabó en un mirador con vistas al puerto de la ciudad, donde se arrodilló a rezar tras la masacre.

La Policía Nacional reclamó este jueves prorrogar su detención y Kanjaa no pasará a disposición del magistrado de la Audiencia Nacional que se ocupa de la investigación, Joaquín Gadea, hasta el próximo lunes. Las diligencias se mantienen secretas. A lo largo de las últimas horas, desde el Ministerio del Interior han limitado la acción del marroquí a un hecho puntual y deslizado que sufría desequilibrios psicológicos.