El Barça aprovechó una reforma del Camp Nou para adjudicar un contrato a la trama de Negreira

El histórico directivo del Barça que hacía los pagos del caso Negreira, José Contreras Arjona, facturó al club por unas obras realizadas en uno de los accesos al Camp Nou. Fue en 2014, bajo la presidencia de Sandro Rosell, imputado en la causa. El sumario incluye la factura que el veterano dirigente giró al FC Barcelona en nombre de una de sus empresas por valor de 25.410 euros. Contreras Arjona utilizaba sus sociedades como pantalla para canalizar los pagos a la trama del entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros sin dejar rastro documental del conjunto azulgrana.

El Barça presentó en febrero de 2014 la obra que habilitó una nueva entrada principal al Camp Nou, por su lado de tribuna y por la avenida Arístides Maillol. Según dijo el club, la remodelación costó 1,5 millones de euros en tres fases. El último tramo todavía estaba pendiente cuando José Contreras giró al club la factura. Según consta en el concepto, es "por las obras de reforma realizadas durante los meses de enero y febrero en sus instalaciones en zona de acceso por avenida Arístides Maillol". La cuantía ascendió a 21.000 euros, más 4.410 euros de IVA. De ser ciertos esos trabajos, la factura prueba, como mínimo, que el Barça permitió a uno de sus directivos lucrarse con las obras de remodelación del estadio.

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José Contreras Arjona es un personaje clave del caso Negreira. Falleció el pasado diciembre, tras décadas de servicio al Barça con varios presidentes. Su tipo de vinculación, especialmente con el Barça B, le permitió vivir siempre en un segundo plano, pero bien conectado con el palco del Camp Nou. Además, fue directivo también de la Federación Catalana de Fútbol —que terminó contratando a Negreira tras sus amenazas al Barça—. Su papel en la trama consistía en pagar al clan Negreira a través de sus empresas personales y luego el Barça le devolvía ese dinero más una comisión añadida por los servicios prestados, según creen los investigadores.

La factura a la que ha tenido acceso El Confidencial lleva fecha del 7 de abril de 2014 y la hizo llegar en nombre de la empresa Radamanto. Tal y como avanzó este periódico, esa es una de las sociedades que están encima de la mesa del juzgado que investiga los pagos al árbitro Enríquez Negreira o su hijo a cambio de un presunto trato de favor arbitral a los culés. El objeto social de Radamanto SL, creada en marzo de 2011, son las "actividades de intermediación en operaciones con valores y otros activos". No tiene actividad desde junio de 2019 y siempre ha contado con administradores de confianza de José Contreras Arjona.

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La Audiencia Nacional señala a esta firma y al exdirectivo culé en otra causa por formar parte de un fraude millonario a las arcas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que superó los 22 millones de euros. Se investiga la utilización al menos de parte de esos fondos en el pago de obras de reforma realizadas en sedes de la Federación Catalana de Fútbol y de la delegación catalana de la Mupresfe que se adjudicaron a empresas vinculadas a Contreras. La Audiencia Nacional sospecha que el precio de la contratación de esas empresas "podría ser muy superior al mercado", incrementando presuntamente el beneficio de Contreras Arjona en detrimento del patrimonio federativo. El directivo fue arrestado por ello en 2018.

Radamanto no es la única empresa que figura en el sumario de los pagos a Negreira o su hijo. En agosto de 2014, unos meses después de aquella factura girada por las obras del Camp Nou, se creó Tresep 2014 SL, otra sociedad controlada por Contreras Arjona. Este histórico dirigente contrató después al hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, bajo el beneplácito del expresidente del Barça Josep Maria Bartomeu, para que confeccionase informes técnicos arbitrales. Esta actividad la desarrollaba la empresa de Javier Enríquez Soccercam SL, que facturaba a Tresep 2014 SL.

Los directivos culés "evitaron a toda costa que Javier Enríquez fuera contratado directamente por el Fútbol Club Barcelona para no relacionar el apellido Enríquez con el club", según la denuncia de la Fiscalía admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. Como contraprestación a estos servicios, la sociedad controlada por Contreras abonó entre junio de 2016 y octubre de 2018 la cantidad de 297.085,25 euros a la sociedad del hijo de Negreira. A su vez, por esos mismos trabajos, el finado Contreras emitió facturas al Barça "por importe de 450.120 euros, de los cuales 153.034,75 euros correspondían a su comisión como intermediario". En total, fueron 7,3 millones destinados entre 2001 y 2018 al vicepresidente de los árbitros por distintas vías. Los pagos terminaron justo cuando José María Enríquez Negreira dejó su puesto en el Comité Técnico de Árbitros (CTA).