Defensa saca la licitación para la compra de vehículos tácticos todoterreno por 315 M

El Ministerio de Defensa ha anunciado las condiciones técnicas para la licitación de la adquisición de vehículos militares tácticos todoterreno (VMTT) para el Ejército de Tierra por un valor estimado de 315,7 millones de euros. Los vehículos estilo pickup diesel (un estimado de entre 3.000 y 5.000 según los precios de referencia aportados) deben tener una capacidad de carga de al menos 900 kg, capaz de arrastrar remolque y que pueda "operar de permanente en unas condiciones de uso intensivo", se detalla en el anuncio previo de la operación, publicado el lunes.

Con esta compra se pretende sustituir a los Aníbal, resultado del intento por salvar al fabricante Santana, y cuyos resultados fueron decepcionantes, según los expertos del sector. También como reemplazo de los Nissan que todavía se utilizan en bases y ejercicios desde la década de 1980, como los veteranos Patrol MC-4 de chasis corto y ML-6 de chasis largo. Entre los posibles sustitutos están los vehículos tácticos ligeros de la gallega Urovesa, hermanos pequeños del vehículo pesado VAMTAC ST5 que actualmente opera el Ejército. También se podría optar por vehículos de importación, ya que la licitación contempla precios que ronda entre 52.000 euros y 75.000 euros por unidad. Esto podría despertar el interés de varios fabricantes, como Toyota o Volkswagen (dos marcas que ya utilizan las Fuerzas Armadas).

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K.A.P.

"Se pretende adquirir una familia o gama de vehículos que abarque un tipo de vehículo con posibilidad de diferentes variantes y versiones. De esta forma, las FAS obtendrán, partiendo de una plataforma base, una gama de vehículos, que permitan obtener sinergias, consiguiendo así facilitar la logística y reducir los costes logísticos del material. Es por ello por lo que es imprescindible que la comunalidad entre las diferentes versiones y variantes sea máxima, admitiéndose solamente aquellas variaciones que debido a su distinto diseño, capacidades, dimensiones, etc. no puedan ser resueltas mediante elementos comunes", explica el pliego de prescripciones, publicado por la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra.

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El Ejército adquirió unas 2.000 unidades del Aníbal Santana fabricados en las instalaciones de la extinta compañía en Linares, Jaén, entre 2003 y 2011. El vehículo cuenta con un motor Iveco de 2.8 litros con inyección directa por raíl común que produce 125 CV y suspensión de ballestas que batió en la licitación al de Urovesa. Cuando en 2005, se creó la Unidad Militar de Emergencias se la dotó con más de dos centenares de Aníbal Santana. Sin embargo, los informes técnicos fueron revelando una serie de deficiencias en las entregas, desde fallos en los travesaños a ganchos desviados que ponían en peligro la seguridad de los ocupantes.

La compra supera las expectativas fijadas en el Plan Anual de Contratación del Ministerio de Defensa, que estimaba un primer contrato de unos 8 millones de euros de una tonelada de carga útil para despachar los ya obsoletos Aníbal y Nissan. Algunos Aníbal fueron enviados a Ucrania como parte de los paquetes de ayuda militar comprometidos con Kiev. En 2016, la UME recibió los Volkswagen Amarok frente a competidores como el Toyota Hilux. La unidad se decantó por un vehículo civil por el ahorro respecto a los militares como parte de su Plan Vital, que prevé el reemplazo de material hasta 2025.