PSOE y PP zanjan la reforma del solo sí es sí con recados a Podemos: "Humillante es no hacer nada"

PSOE y PP ya han zanjado su reforma de la ley del solo sí es sí, a falta de que el pleno de este jueves dé luz verde a la proposición de ley del Partido Socialista. La Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados ha aprobado durante la mañana el dictamen de la PL presentada de forma unilateral por el PSOE para enmendar la ley bandera del Ministerio de Igualdad. Lo ha hecho sin que los grupos aceptaran una sola enmienda de Unidas Podemos, que ha votado contra el texto de la ley, arropado por ERC y EH Bildu, y en mitad de un nuevo intercambio de hostilidades entre el bloque de investidura y el PSOE, que ha aceptado algunos cambios propuestos por el Partido Popular a cambio de sus votos. Esto permitía al partido de Alberto Núñez Feijóo colgarse una medalla por haber actuado "como partido de Estado". Ciudadanos, PNV y Junts per Catalunya también respaldaban esta norma, mientras Vox decidía no participar en la votación final.

El PSOE llegaba a esta votación tras semanas de desgaste por parte de los morados, y su portavoz, Laura Berja, no se resistía a responder al último golpe de la ministra de Igualdad, Irene Montero. "Humillante es no hacer nada", decía, para frenar las reducciones de condenas a delincuentes sexuales. "Lecciones sobre el sí es sí, ninguna", espetó. El lunes, Montero acusó al PSOE de dejarse "humillar". "Es de muy mal gusto", afirmó la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, a su salida de la comisión. "El PSOE pacta un retroceso en derechos de las mujeres con lo que llaman 'partido antisistema'. Reformar una ley feminista con la derecha tendrá un enorme coste para las mujeres", advertía la ministra de Igualdad desde su perfil de Twitter. "La humillación era la de las víctimas", con las rebajas de penas, afirmó poco después Patxi López. El choque de trenes es inevitable.

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A estas alturas, como reconocía Fernández, no hay opción de acuerdo con Unidas Podemos para evitar que el Gobierno vuelva a partirse en dos a la hora de votar en pleno, como ya hizo al arranque de la tramitación de esta ley. Los morados aseguraban que los canales de comunicación siguen abiertos, y el PSOE negaba la mayor. Las dos fuerzas del Ejecutivo se centran ahora en justificar sus posiciones —los socialistas aseguran que las enmiendas del PP apenas suponen leves correcciones técnicas—, y en responsabilizar a la contraria de haber llegado hasta aquí.

Finalmente, la modificación del sí es sí para evitar las rebajas de penas a futuro pasará por introducir un subtipo agravado dentro del delito de agresión sexual, para poder elevar las penas si se prueba la existencia de violencia o intimidación. Es la receta del PSOE, bastante similar a la que ya había planteado el PP. Para Podemos, supone desplazar el consentimiento del núcleo de la norma, una vuelta al "modelo anterior", en el que la víctima tenía que exhibir "las heridas" de su cuerpo para ser creída. Consciente de la sensibilidad de la situación, Berja aseguraba que esta reforma sirve para "blindar" la ley, que introdujo "un cambio de paradigma", e incidía en que el PSOE no está cambiando una coma en lo que tiene que ver con el consentimiento.

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Entre los cambios, PSOE y PP han pactado penalizar la distribución de contenidos que inciten a la comisión de agresiones sexuales a menores de 16 años. Y, con la excepción de Vox, todas las fuerzas de la comisión han avalado corregir un error en la ley de protección de la infancia o ley Rhodes, que dejaba en el aire cuándo empezaba a contar el plazo de prescripción de varios delitos.

A su vez, los grupos han rechazado la batería de enmiendas de Junts para dificultar el acceso de menores de edad a contenidos pornográficos en internet. Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, Bildu y PNV han respaldado algunas de las medidas propuestas por la formación independentista, el PSOE votó en contra. El PP se abstuvo en dos de las enmiendas, las que tenían que ver con modificaciones en el Código Penal. La respuesta de los dos grandes partidos es que conviene estudiar estos planteamientos, pero los socialistas entienden que debe hacerse en el marco de una modificación integral, no a través de enmiendas a otra norma ya bastante compleja.

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Y, si el PSOE dedicaba dardos a los morados, los aliados parlamentarios del Ejecutivo hacían lo propio. Bel Pozueta, diputada de Bildu, acusaba al PSOE de "dar la espalda al bloque de investidura". Pilar Vallugera, de ERC, consideraba la situación "lamentable", tildaba de "irresponsable" la reforma, y criticaba que el PSOE se sirva del "rodillo" de su mayoría al pactar con la derecha para pasar por encima de quienes han salvado sus normas en los últimos tres años.