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Sánchez reconoce a Lula como actor para mediar en Ucrania, pese a chocar por las armas y Crimea
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ENCUENTRO EN LA MONCLOA

Sánchez reconoce a Lula como actor para mediar en Ucrania, pese a chocar por las armas y Crimea

El presidente de Brasil mantiene una posición cercana al plan propuesto por China, y así lo ha manifestado desde una posición de cierta equidistancia y contraria al envío de armamento, aun evitando su crítica a EEUU y la UE

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su encuentro con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio de la Moncloa este miércoles. (EFE/Javier Lizón)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su encuentro con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio de la Moncloa este miércoles. (EFE/Javier Lizón)

El encuentro en la Moncloa este miércoles entre Pedro Sánchez y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha estado protagonizado en buena medida por la guerra de Ucrania y las posibilidades de establecer una mediación para la paz que ambos mandatarios desean y comienzan a explorar. Las diferencias de partida son notorias entre Sánchez y Lula en cómo abordar y definir un plan de paz, "matices" según Sánchez. Si el presidente brasileño está en contra del envío de armas a Ucrania y ni siquiera ha querido posicionarse sobre el hecho de que Crimea o el Donbás sean territorios de Ucrania, desde el Ejecutivo español prefieren señalar los aspectos positivos del paso dado por Lula para contribuir a una salida negociada.

"Es positivo que se involucre" en favor de buscar la paz, indican fuentes del Gobierno, mientras que Sánchez quiso destacar su posición en contra de la invasión manifestada en su voto en la Asamblea General de la ONU. "Defiende la integridad territorial y el orden internacional basado en reglas. Lo fundamental es que trabajemos todos por la paz", recalcó Sánchez, tratando de buscar más los puntos de entendimiento que las diferencias.

Se reconocen, por tanto, "puntos de vista distintos", según las mismas fuentes de la Moncloa, pero se valora el papel proactivo de Brasil y que pueda tender puentes en países importantes del G20 como India. Si Lula se mostró favorable a que España forme parte de un equipo mediador, Sánchez ha evitado entrar a responder a este extremo, aun acogiendo con interés su propuesta y expresando su apoyo al plan de 10 puntos para la Paz de Ucrania. Durante su comparecencia tras el encuentro, el presidente del Gobierno agradeció la implicación del presidente brasileño para "impulsar un grupo de países mediadores para lograr la paz definitiva".

La posición española se incardina dentro del marco de la UE, máxime a las puertas de asumir la presidencia de turno del Consejo Europeo el próximo semestre. Esto es, "sin olvidar que hay un agresor y un agredido" y partiendo de que el país agredido debe ser escuchado y su fórmula para buscar la paz tenida en cuenta. Lula, que reconoció que su posición es más cómoda al no compartir frontera con Rusia, como sí es el caso de la UE, defiende que cuestiones como la soberanía de Crimea y el Donbás o relacionadas con la OTAN "competen a ambos países". Para Lula se trata de "un conflicto entre dos países", según repitió, poniéndolos al mismo nivel.

Lula mantiene una posición más cercana al plan propuesto por China, y así lo ha manifestado desde una posición de cierta equidistancia y contraria al envío de armas: "No sirve para nada quién tiene la razón o no. Hay que parar la guerra", aseguró para luego poner en duda que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU "son los que más armas venden del mundo". Frente a ello, reivindicó el papel de otros actores para liderar una hipotética mesa de mediación, lo que ha denominado el "el G20 para la paz".

En la Moncloa no comparten en etiquetar esta posición como equidistante e insisten en el hecho de que Brasil votó contra la invasión y que abraza el multilateralismo y sus recetas basadas en las reglas del orden internacional. Con todo, Lula no ha dudado en alertar, como viene haciendo durante los últimos meses, que el envío de armas al país agredido supone "seguir alimentando esta guerra y Brasil no quiere entrar en la guerra, sino en una zona de paz para intentar ayudar a que se resuelva el conflicto". Eso sí, desde que inició el pasado domingo en Portugal su gira europea, ha evitado apuntar directamente a EEUU y a Europa de haber contribuido a la continuidad de la guerra.

Foto: Luiz Inácio Lula da Silva, en su visita a Portugal. (Reuters/Rodrigo Antunes)

El presidente brasileño ha mandatado a su ministro de Exteriores para mantener encuentros con el presidente ruso, Vladímir Putin, y el ucraniano, Volodímir Zelenski, "para que dejen de pelear y empiecen a negociar". En esta línea, ha vuelto a insistir en la necesidad de una intervención "por parte de países amigos que puedan sentar a los participantes a dialogar y establecer unas normas porque tienen que parar de destruir y de atacar".

La declaración conjunta explicita sobre Ucrania que ambos países "se reafirman en las Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que ambos países han apoyado desde marzo de 2022, condenando la invasión rusa y los intentos de anexión territorial, y reafirmando los principios de soberanía e integridad territorial recogidos en la Carta de Naciones Unidas". Se mencionan también de forma genérica "las iniciativas de distintos países con miras a una solución pacífica".

El jefe del Ejecutivo recalcó la "nueva etapa en las relaciones bilaterales" entre ambos países, tras una fase de estancamiento con el anterior presidente brasileño, Jair Bolsonaro. "Brasil está de vuelta a la escena internacional", resumió en este sentido Lula tras asegurar que, durante los últimos seis años, el país se había quedado "aislado" al no mantener "ninguna relación con Europa, África o Sudamérica". Este acercamiento entre ambos países se está materializando ya en la conjunción de fuerzas para impulsar el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, una de las prioridades de Sánchez durante la presidencia del turno de Consejo Europeo el próximo semestre.

El encuentro entre Sánchez y Lula se enmarca en el viaje que presidente brasileño realiza estos días a Europa, el primero desde que accedió al mandato. Ambos gobiernos han renovado el acuerdo de asociación estratégica y firmado dos memorandos de entendimiento. Uno en materia de relaciones sociolaborales y otro en cooperación sobre educación superior universitaria. Asimismo, se ha firmado una carta de intenciones en materia de ciencia e innovación.

El encuentro en la Moncloa este miércoles entre Pedro Sánchez y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha estado protagonizado en buena medida por la guerra de Ucrania y las posibilidades de establecer una mediación para la paz que ambos mandatarios desean y comienzan a explorar. Las diferencias de partida son notorias entre Sánchez y Lula en cómo abordar y definir un plan de paz, "matices" según Sánchez. Si el presidente brasileño está en contra del envío de armas a Ucrania y ni siquiera ha querido posicionarse sobre el hecho de que Crimea o el Donbás sean territorios de Ucrania, desde el Ejecutivo español prefieren señalar los aspectos positivos del paso dado por Lula para contribuir a una salida negociada.

Pedro Sánchez Lula da Silva
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