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Vox, dispuesto a "una estrategia conjunta" con el PP: "Mazón es presidente, Feijóo no"
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El dilema del PP

Vox, dispuesto a "una estrategia conjunta" con el PP: "Mazón es presidente, Feijóo no"

Las derechas tienen que resolver cómo será su relación a partir de ahora. Los de Abascal entienden que la posición de los populares ha sido fallida y que a Feijóo le puede ocurrir como a Manfred Weber

Foto: Santiago Abascal, esta semana. (EFE/Mariscal)
Santiago Abascal, esta semana. (EFE/Mariscal)
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La pugna que está teniendo lugar en el seno de las derechas, y que afecta especialmente al presente y al futuro de Génova, 13, pretende resolver una relación complicada desde hace tiempo. La pregunta en el Partido Popular, que estuvo presente antes de las elecciones, y que tuvo un efecto definitivo en la estrategia que se diseñó, continúa viva: qué hacer con Vox. El debate es interesante por su repercusión en la política española, pero también porque reproduce muchos de los dilemas presentes en el Partido Popular Europeo. Recordemos que en 2024 habrá elecciones en la UE y que, como afirman desde Vox, "serán importantísimas".

En ese debate, Vox tiene algo que decir, no es decisión exclusiva de los populares: las relaciones de fuerza en muchos municipios y comunidades han hecho urgente encarar qué clase de relación van a tener, y cuáles serán las pautas que la rijan en los próximos meses. En Bambú el enfado es grande, ya que culpan a Génova de haber seguido una estrategia contraproducente que ha dejado sin gobierno al PP y a ellos debilitados.

"El grandísimo error de esta campaña ha sido que Bendodo le compró la jugada a Michavila"

Santiago Abascal ha hecho explícito que el humo de la demoscopia ha sido el primer responsable del fracaso electoral. Fuentes cercanas a la dirección del partido son más contundentes: "El grandísimo error de esta campaña ha sido que Bendodo le compra la jugada a Michavila, que es quien diseña el planteamiento en última instancia". A partir de ahí, la euforia encuestadora que atribuye un gran resultado al PP "es repetida por los medios, como si fuera una realidad. Pero eso solo podía llevarse a la práctica si se nos demonizaba, y a ello se han dedicado".

Había una operación diseñada por Génova para intentar alcanzar el objetivo, una mayoría suficiente como para prescindir de Vox o, al menos, para que su poder en la futura coalición quedase minimizado. La operación no ha salido y "tendrán que decidir cuál será su relación con nosotros".

La vía rápida o la lenta

Hay dos tesis en el PP, las de quienes entienden que hay que regresar al escenario aznarista del PP como casa común de todas las derechas, y la de quienes prefieren acercarse a Vox ahora y lidiar con las diferencias en el futuro; al fin y al cabo, el PSOE formó una coalición de gobierno con Podemos, y Pablo Iglesias e Irene Montero están fuera del Parlamento y la líder del nuevo espacio, Sumar, tiene mucha mayor sintonía con Sánchez. Los populares se plantean la vía rápida para reducir el espacio a Vox o la vía lenta, y ambas plantean problemas, interno y externos.

Si se desea ir a por todas con Vox, y regresar a la hipótesis Aznar, un perfil como el de Feijóo resulta menos contundente que el de Díaz Ayuso. Si se desea mantener una equidistancia cercana, de cara a consolidar gobiernos locales, será difícil cerrarles la puerta. Y hay una división evidente en el seno popular sobre cómo recorrer los tiempos que vienen.

"A ninguno de los dirigentes populares que han firmado acuerdos con Vox le ha ido mal"

En Vox, sin embargo, no acaban de entender estas dudas populares. "Se olvidan, aseguran desde la dirección de Vox, que cuando Juanma Moreno consiguió la mayoría absoluta en Andalucía, Vox también creció". No perciben un escenario de pura competición, sino de beneficio mutuo: "A ninguno de los dirigentes populares que han firmado acuerdos con Vox le ha ido mal".

En Bambú afirman estar dispuestos "a trazar una estrategia conjunta" con el PP de cara a los tiempos próximos. "Hay quienes siguen queriéndonos matar en Génova, pero hay que recordar que Mañueco o Mazón son presidentes, y Feijóo no".

Feijóo y Weber tienen el mismo problema

Un aspecto relevante del debate en la derecha española es su repercusión en las posiciones europeas, porque el Partido Popular Europeo tiene sus propios dilemas. Hasta ahora, exhibía una posición firme a la hora de negar espacio a las extremas derechas. Pero la llegada al gobierno de Meloni parece estar cambiando algo en el seno de los populares: su líder, Manfred Weber, ya ha señalado que está abierto a que esa postura cambie, y no solo en votaciones concretas en el seno de las instituciones comunitarias, lo que ya está ocurriendo, sino a la hora de forjar pactos cuando las elecciones europeas se produzcan.

La voluntad de alejarse de Vox choca con sus dirigentes locales, que "prefieren gobernar con nosotros a quedarse en la oposición"

Fuentes de la dirección de Vox afirman que el dilema de Weber y el de Feijóo es muy similar: "La dirección del PPE puede querer una cosa, pero después tiene que enfrentarse a sus barones, a los dirigentes de los partidos populares de los Estados, algunos de los cuales gobiernan con nuestros aliados. La realidad va imponiéndose". A Feijóo le puede pasar lo mismo, ya que su voluntad de alejarse de Vox choca con las necesidades de sus dirigentes locales, que "prefieren gobernar con nosotros a quedarse en la oposición"

Los términos últimos de ese dilema residen en las necesidades pragmáticas del partido y sus posturas morales. El PPE tenía una posición firme de negar espacio a sus derechas. Sin embargo, esa posición de partida está modificándose: "El PPE preferiría que se hubiera quedado Draghi, e ir de la mano de los socialistas en las instituciones, como aquí". Sin embargo, la relación de fuerzas está cambiando, y las elecciones de 2024 serán decisivas en muchos sentidos, también en los ideológicos.

La pugna que está teniendo lugar en el seno de las derechas, y que afecta especialmente al presente y al futuro de Génova, 13, pretende resolver una relación complicada desde hace tiempo. La pregunta en el Partido Popular, que estuvo presente antes de las elecciones, y que tuvo un efecto definitivo en la estrategia que se diseñó, continúa viva: qué hacer con Vox. El debate es interesante por su repercusión en la política española, pero también porque reproduce muchos de los dilemas presentes en el Partido Popular Europeo. Recordemos que en 2024 habrá elecciones en la UE y que, como afirman desde Vox, "serán importantísimas".

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