El PSOE deshoja la margarita en busca de un presidente del Congreso con el aval de sus socios

La renuncia de Meritxell Batet a la presidencia del Congreso de los Diputados ha sumado una nueva incógnita al proceso de conformación de la Mesa de la Cámara Baja. A la incertidumbre que rodeaba esta compleja elección, clave para conocer cómo de cerca está una investidura o la repetición electoral, se suma ahora la del nombre que el PSOE propondrá en la votación del próximo 17 de agosto. Tanto los socialistas como sus socios de Sumar dan por hecho que será el partido del puño y la rosa quien se quede con este puesto si logran armar una mayoría para controlar el órgano, pero son varios los nombres que han circulado en los últimos días. Lo único que parece seguro es que el perfil será del gusto de los partidos que deben prestar su apoyo para que los partidos del actual Gobierno amarren la mayoría y, en última instancia, hagan posible la investidura de Pedro Sánchez.

La salida de Batet por "motivos personales" es muy oportuna para allanar el camino a los independentistas catalanes de ERC y Junts, que son quienes tendrán la llave de esta complicada suma. La exministra de Política Territorial encabezó la lista del PSC en Barcelona y no deja de ser un símbolo del éxito de los socialistas catalanes, que con los 19 escaños que lograron el pasado 23 de julio suman más que republicanos y neoconvergentes, con siete diputados cada uno. Este hecho casi descarta la opción de que sea un miembro del PSC el aspirante del partido del puño y la rosa a ser la tercera autoridad del Estado. Hay que recordar que otro ministro del partido hermano del PSOE en Cataluña, Miquel Iceta, fue vetado por estas formaciones en el Parlament cuando Sánchez quiso hacerlo presidente del Senado.

TE PUEDE INTERESAR

Meritxell Batet se retira de la carrera para presidir el Congreso a 10 días de la votación

Marcos Lamelas. Barcelona

Hay un cierto convencimiento dentro del PSOE de que debe ser una mujer quien sustituya a Batet, ya que el presidente del Gobierno será, con seguridad, un hombre. Y hay una que cumple ese requisito de la simpatía hacia los nacionalismos. Se trata de Francina Armengol, expresidenta de Baleares y ahora diputada, aunque mantiene el liderazgo del partido en el archipiélago. Después de ocho años como presidenta, la alianza de PP y Vox la desalojó del Ejecutivo y es la única de los líderes territoriales que optó por el Congreso, ya que Javier Lambán y Ximo Puig están en el Senado. Y tiene larga experiencia en negociaciones con partidos a su izquierda y del ámbito nacionalista, ya que ha gobernado con Unidas Podemos y el partido nacionalista Més, ahora ambos integrados en Sumar.

Armengol habla catalán y, de hecho, inició su militancia política en un sindicato de orientación independentista en su etapa universitaria. Pero ella misma fue reacia a pronunciarse sobre el asunto este miércoles en el propio Congreso, donde acudió a recoger la credencial de diputada. "No estoy en esas fases, estoy empezando una etapa muy importante", ha dicho en los pasillos de la Cámara Baja, aunque ha apelado a la defensa de esa "España plural" a la que apelan el PSOE y Sumar para armar ese bloque con independentistas y nacionalistas que tendrá la prueba de fuego en la votación del 17 de agosto.

El nombre de Francina Armengol encaja, por su experiencia en un Gobierno con nacionalistas

Otro nombre que encaja en ese perfil es el del exlendakari Patxi López, actual portavoz parlamentario del PSOE y que fue presidente del Congreso en la efímera legislatura posterior a las elecciones generales de diciembre de 2015. El socialista vasco fue además el único jefe de la Cámara Baja que no pertenecía al partido más votado, que fue, como ahora, el PSOE. Al ser un hombre, su opción parece más complicada, pero también está moldeado para la negociación después de un año como uno de los responsables de armar las mayorías para el actual Gobierno. Más alejados hay otros nombres como el del andaluz Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ahora vicepresidente y miembro de la mayor federación del PSOE, la andaluza. Y hay quien ve, dentro de la coalición, la posibilidad de Félix Bolaños, aunque en su entorno lo descartan.

El globo sonda del PP

El ajustado hemiciclo que salió de las elecciones generales del 23-J provocará, salvo sorpresa, que el equilibrio entre los bloques en la Mesa se rompa precisamente por el presidente o presidenta. No habrá una sobrerrepresentación como la actual, con seis asientos para PSOE y Sumar y tres para PP y Vox, sino que el reparto será 5-4 para el bloque ganador.

TE PUEDE INTERESAR

El PP se abre a ceder al PNV un puesto en la Mesa para truncar la mayoría de Sánchez

Ana Belén Ramos

Los populares soltaron el globo sonda la pasada semana para intentar convencer a alguno de los socios probables de Sánchez y así evitar el control del órgano para la izquierda. Este miércoles, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, admitió que había iniciado contactos como fuerza más votada para intentar la difícil tarea de hacerse con la presidencia del Congreso. El obstáculo es similar al que tiene Alberto Núñez Feijóo para la investidura, la falta de socios para alcanzar la cifra que garantizaría la llegada del gallego a la Moncloa. El PNV ha dado ya dos portazos a una posible alianza con los populares, pero no se puede descartar nada. Tampoco una abstención de Junts para hacer una demostración de fuerza.

Estos cantos de sirena han podido inclinar la balanza en el PSOE, que al principio de la negociación negaba cualquier posibilidad de ceder uno de los asientos a los nacionalistas. "Se anulan entre ellos", dijo una fuente socialista para explicar que privilegiar a uno de los socios suponía un perjuicio para el resto, que se quedaría sin asiento. Esta posibilidad no la descartaron el miércoles ni el socialista Héctor Gómez, ministro de Industria, ni el izquierdista Ernest Urtasun, portavoz de Sumar. Lo que sí dieron ambos por hecho es que los socialistas deben asumir la presidencia. "Son el partido mayoritario dentro del bloque", explicó el responsable de la coalición de Yolanda Díaz en una entrevista en la Cadena SER, en la que sí reprochó al PSOE "falta de ambición".

"Nos encontramos en un marco de negociación que hay que interpretarlo en un marco de discreción", defendió Gómez en un acto en Adeje, en un nuevo ejemplo de esa consigna que mantienen los socialistas. Pero las negociaciones tomarán velocidad en los próximos días, sobre todo si se tiene en cuenta que Félix Bolaños, uno de los responsables del lado socialista, ya ha dejado sus vacaciones almerienses. Y que está previsto que María Jesús Montero haga lo propio a finales de esta semana, ya que faltan justo siete días para la votación. El 16 de agosto, en la víspera, tanto los grupos parlamentarios del PSOE como los de Sumar tienen agendada ya una reunión. Y la de los socialistas estará presidida por Pedro Sánchez.