Irene Montero presiona a Yolanda Díaz para repetir como ministra: "Me seguiré dejando la piel"

Podemos presiona abiertamente a Yolanda Díaz para que Irene Montero, que ya fue excluida de las listas de Sumar el 23-J, pueda repetir como ministra de Igualdad si Pedro Sánchez revalida la Moncloa. "Podemos quiere que Irene Montero siga siendo la ministra de Igualdad"; "Sería la mejor contribución de Podemos a ese nuevo Gobierno", afirmó el miércoles la secretaria general morada, Ione Belarra. Este jueves, la propia titular de Igualdad en funciones aseguró estar "a disposición" de sus compañeros de partido en lo que afecta a su continuidad en el ministerio: "Lo que queremos es seguir trabajando"; "Es útil lo que hacemos"; "Me voy a seguir dejando la piel y el cuerpo" para lograr avances en materia feminista, aseguró ante los micrófonos de Catalunya Ràdio.

En la misma entrevista, la ministra en funciones reconoció que hace "muchos meses" que no habla con Díaz, de la que lleva distanciada desde mucho antes de las turbulentas negociaciones para conformar una candidatura conjunta a las elecciones generales. Durante la mañana, en rueda de prensa desde el Congreso de los Diputados, la portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, ya ha contestado que ahora "no toca" hablar de ministrables, sino de los contenidos que vertebren el futurible pacto con el PSOE.

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Sumar, que el día después de las elecciones pidió al PSOE reunirse para hablar de la estructura del Ejecutivo que quieren diseñar, así como de su programa, viró hace semanas para afirmar que primero hay que hablar de contenidos: sobre la inflación, la subida de los combustibles o el coste de las hipotecas. "Ahora mismo no toca hablar de personas, de la señora Montero, pero de ninguna otra persona", incidió Lois. El día antes, en la televisión de Pablo Iglesias, Belarra presumió de que Montero "ha colocado a nuestro país como una referencia internacional en materia de derechos feministas y LGTBI", con normas como la ley trans, la nueva ley del aborto o la polémica ley del solo sí es sí, que se ha traducido en rebajas de penas para más de 1.000 condenados por delitos sexuales.

Durante toda la campaña al 23-J, Díaz y el resto de portavoces de Sumar evitaron nombrar a Montero o a esta norma, aunque Belarra la reivindicó en varias ocasiones, incluso ante la vicepresidenta segunda, en el último acto antes de la cita con las urnas. Podemos sabe perfectamente que Sumar no quiere contar con Montero, y ahora Belarra presiona a sus socios, pero también al PSOE, para que reconozcan que se equivocaron al apartarla ya con la reforma del sí es sí, que el PSOE reformó unilateralmente con el apoyo del PP, y, después, durante la campaña. También aprovecha para asimilar el veto a Montero con el veto al feminismo por parte de Sumar: "En la campaña tuvieron que incorporar algunos elementos de feminismo al final de la campaña porque veían que el tema les desbordaba", abundó. El diagnóstico oficial de los morados sobre los comicios pasa por afirmar que Díaz no logró cumplir las expectativas, y por asegurar que la caída con respecto a los anteriores resultados de Unidas Podemos obedece a la invisibilización de Podemos "y del feminismo".

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Después de asumir el sacrificio de su "principal activo político", a finales de junio, Podemos marcó perfil bajo durante la campaña y después de las elecciones, volviendo a la palestra para lanzar algunos dardos a Díaz. Por primera vez en dos meses, esta semana retomaron las ruedas de prensa en la sede del partido, y cargaron contra Sumar por excluirlos del reparto de portavocías adjuntas en el Congreso. Con cinco diputados, los mismos que IU y los comunes, Podemos se ha visto privado de este foco en el Congreso, y el jueves Lois se sacudía las críticas y defendía que la configuración de las portavocías persigue dar cuenta del carácter plurinacional del grupo, con los comunes, Compromís y la Chunta disfrutando de este altavoz.

Tras días de quejas por parte de los morados, Lois aseguró que el reparto "no debe entenderse como una exclusión o un agravio", e incidió en que "hay muchos espacios" por repartir, entre ellos en las comisiones, que tienen menor repercusión mediática. Además, los portavoces en comisión no pueden validar con su firma el registro de una iniciativa que se quiere remitir a pleno, como sí pueden hacer los portavoces adjuntos. "Vamos a funcionar como grupo cohesionado", repitió.

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Con esa voluntad de vender cohesión, la próxima semana Sumar prevé celebrar una reunión para constituir la dirección del grupo parlamentario. Podemos ha criticado la actuación de Díaz con la designación de los portavoces, pero reserva buena parte de sus energías para pelear por mantener, al menos, un ministerio. Lo que esta semana escenifican Sumar y los morados es lo que, fuera de cámara, daban por hecho ambas partes desde hace semanas. Los morados quieren que Sumar permita a Montero mantenerse como ministra, y entre las filas de Yolanda Díaz posponen el portazo.