Yolanda Díaz y Montero pugnan por Igualdad, pero el PSOE quiere recuperar el ministerio

"Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente". La célebre frase de Julio César resume muy bien la respuesta que llega desde el PSOE cuando se les interpela sobre cómo será el reparto de poder en la futura coalición con Sumar en caso de que Carles Puigdemont levante el pulgar para hacer presidente a Pedro Sánchez. La negociación con Junts centra todos los esfuerzos de la Moncloa, donde son “optimistas” ante la posibilidad de cerrar la investidura si el máximo de exigencia está en una ley de amnistía. En los próximos días, se dará a conocer un informe de juristas que avalan que el indulto generalizado cabe en la Constitución e incluso Ferraz está dispuesta a someterlo a la votación de la militancia para contrarrestar la oleada de críticas de la vieja guardia felipista.

En el lado de Yolanda Díaz están más impacientes por ir desbrozando qué papel tendrán dentro del futuro gabinete. La vicepresidenta segunda en funciones quiere mantener “por lo menos” la misma cuota que tenía Podemos. Es decir, una vicepresidencia y cinco ministerios. De las carteras que ostentan actualmente, Igualdad, Trabajo, Consumo, Universidades y Derechos Sociales, la primera es la joya de la corona para la plataforma de izquierdas. Pese a que se presentarán ante Sánchez con peores resultados que los morados en 2019 —Sumar obtuvo 31, cuatro menos que Unidas Podemos y siete menos si se tiene en cuenta que iban coaligados con Más País y Compromís—, la intención es no ceder en sillones ni en materias como la causa feminista.

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El papel de mediadora con Puigdemont de la vicepresidenta le otorga, entienden en su entorno, una “posición de fuerza” frente a Sánchez a la hora del reparto de ministerios. Pactado o no, con el encuentro del pasado martes en Bruselas, Díaz permite al presidente esquivar la escandalosa fotografía con un prófugo de la Justicia. La buena relación del líder de En Comú Podem, Jaume Asens, con el independentista es un salvoconducto para Sumar.

Aunque el PSOE maneja sus propios tiempos, fuentes socialistas reconocen que es “prioritario” que el Ministerio de Igualdad vuelva a estar bajo su gestión. Consideran que “fue un error” entregar esa bandera a Podemos. En el análisis electoral de la derrota del 28-M en municipales y autonómicas, pesó mucho “el daño” que supuso para el partido de la rosa la polémica ley del solo sí es sí. De hecho, Sánchez, en la campaña para las generales, colocó el foco en Irene Montero para expiar sus culpas. El presidente reconoció que amigos suyos se sentían “incómodos” porque se estaba “expulsando a los hombres del movimiento”.

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Público es el malestar del llamado feminismo clásico con el Gobierno por “entregar” las reivindicaciones que siempre capitanearon como partido a Irene Montero. Hasta tal punto llegó el divorcio con el PSOE que la histórica líder del movimiento Amelia Valcárcel anunció que daba su confianza a Alberto Núñez Feijóo. Los socialistas intentarán hacerse con un ministerio que tras el escándalo del caso Rubiales ha vuelto al foco.

La pugna entre el PSOE y Sumar ya se adivinó precisamente cuando Díaz no escatimó en críticas a la gestión del ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta. La vicepresidenta le afeó la “lentitud” con la que su departamento estaba actuando en el proceso para cesar al presidente de la Real Federación Española de Fútbol. “Yo creo que es verdad que el Gobierno actúa con lentitud”, aseguraba tras lamentar que hubiera sido la FIFA quien le suspendiera cautelarmente. La líder de Sumar marcaba terreno, pero no solo ante los socialistas sino también ante Montero y las presiones que ejercerá Pablo Iglesias para que mantenga su puesto.

Opinión

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Las sospechas del equipo de Sumar se corroboraron ayer cuando la ministra de Igualdad en funciones, en un acto de su ministerio, se ofreció para repetir en el cargo. Ione Belarra abría camino al solicitar que tanto Sumar como PSOE reconociesen que Montero había colocado España como “referente internacional en materia de derechos feministas y LGTBI”. La secretaria general de Podemos ve una oportunidad para Sumar de rectificar por no haber permitido a Montero concurrir en las listas electorales. Cabe recordar el durísimo pulso entre Díaz e Iglesias ante la exclusión de Montero de las listas electorales del 23-J. El exlíder de los morados llegó a calificar de “miserable y cobarde” la actitud de la ministra de Trabajo. La campaña para salvar a Montero no ha hecho nada más que empezar. Tras el parón estival, Iglesias ha vuelto a su púlpito mediático.

El expolítico no perdona la afrenta de cómo se le trató por parte de Sumar en la negociación de las listas y, como ya anunció en los días posteriores a las elecciones, hará valer la fuerza que le dan “sus” cinco diputados dentro del grupo parlamentario, dado que cada voto es indispensable para Sánchez por lo ajustada que está la mayoría de 176 escaños. Iglesias ha venido recordando que son los mismos que tiene el PNV y, por lo tanto, al igual que los vascos, pondrá sus condiciones. La batalla entre Sumar y el PSOE y Sumar y Podemos por quién dirige el Ministerio de Igualdad si se logra una investidura solo acaba de empezar.