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Belarra y Montero preparan el rearme ante Díaz con la dirección de Podemos al margen
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Tras ser silenciados en el Congreso

Belarra y Montero preparan el rearme ante Díaz con la dirección de Podemos al margen

El máximo órgano de dirección se reunirá después de que ambas dirigentes detallen "los próximos pasos en la hoja de ruta" del partido, que tampoco explicaron en su última Ejecutiva. Se centran en intentar que Montero repita en Igualdad

Foto: Diana Morant, Yolanda Díaz, Irene Montero e Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)
Diana Morant, Yolanda Díaz, Irene Montero e Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)

Podemos prepara estos días su rearme frente a Yolanda Díaz, con Irene Montero e Ione Belarra como puntas de lanza. El 16 de septiembre, en Lavapiés, los morados celebrarán un acto público con las dos ministras en funciones en el que desvelarán "los próximos pasos" previstos en su hoja de ruta, después de semanas marcando perfil bajo con excepciones contadas. Montero y Belarra subirán a la palestra para desvelar sus intenciones sin reunirse previamente con la dirección del partido, que no se da cita desde el 17 de junio. Casi dos meses después, y tras un acto cargado de simbolismo en el madrileño barrio en el que nació la formación, será cuando se reúna el Consejo Ciudadano Estatal (CCE), máximo órgano de dirección política, como aseguran fuentes moradas.

Esta reunión, prevista para las 14.30 (tres horas y media después del arranque del acto), se convocó el miércoles, un día antes de que Belarra sorprendiera anunciando este acto. Fuentes del partido afirman que tampoco se informó del mismo en la reunión de la Ejecutiva, el lunes, y que ni siquiera se notificó previamente a la dirección en Madrid, aunque el acto se celebra en la capital. El lunes, Sumar oficializó la exclusión de Podemos e IU del reparto de portavocías adjuntas en el Congreso, y volvió a dispararse la tensión en un espacio político en el que todas las partes saben que la verdadera batalla llegará con la designación de los integrantes del nuevo Gobierno de coalición, si Pedro Sánchez logra amarrar su investidura.

Foto: Irene Montero y Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Montero, vetada de las listas de Sumar al Congreso, reconoció esta semana lo que era un secreto a voces: que tiene intención de repetir como ministra, y que su partido la apoya —ni siquiera Belarra se ha postulado oficialmente para hacer lo propio—. También es vox populi que en los planes de Díaz no entra que Montero, a quien ha enmendado la plana en lo que al feminismo se refiere, repita. Podemos lo sabe, pero endurecerá estos días sus posiciones para vincular la exclusión de Montero con una supuesta renuncia al feminismo por parte de Sumar, y volverá a reivindicarse como la única fuerza capaz de impulsar transformaciones de calado en esta y en otras materias.

Es la idea que subyace cuando Belarra advierte de que el futurible Ejecutivo debe mantener el nivel de ambición para no convertirse en un "Gobierno de transición" previo a que la derecha vuelva a gobernar. La secretaria general morada lleva semanas afirmando que Díaz no ha cumplido "las expectativas" que tenían cuando Pablo Iglesias la designó candidata, y su análisis del momento político actual se centra en los resultados de las generales y obvia los del 28-M. En las autonómicas y municipales, menos de dos meses antes, Podemos desapareció de los parlamentos madrileño y valenciano y sufrió un retroceso electoral sin precedentes que le ha llevado a impulsar un ERE que afecta al 70% de su plantilla.

Foto: Yolanda Díaz y Ione Belarra. (EFE/Villar López)

Podemos, otrora muy crítico con las decisiones de Díaz, ha medido al milímetro su reacción ante episodios como su exclusión del reparto de portavocías —lo que implica también recortarles su capacidad de registrar iniciativas propias—, y se reserva para la fase en la que intentará revalidar alguno de los ministerios que hoy ostenta. En un momento en el que la vicepresidenta en funciones aún no ha aterrizado los pasos para desplegar en los territorios su proyecto político, ni siquiera ha convocado su primera asamblea y no tiene una dirección constituida, los de Belarra buscan presumir de apoyos, de bases, y marcar músculo para hacerse valer. Y lo hacen en un momento especialmente sensible, mientras Sánchez y Díaz negocian los apoyos para la investidura.

La desconfianza entre Podemos y la líder de la coalición con la que concurrió a las elecciones es máxima. "Esto no tiene que ver con relaciones personales", afirmó el miércoles la secretaria general morada en una entrevista en la televisión de Pablo Iglesias, Canal Red. Lo cierto es que, fuera de cámara, las dos partes reconocen que hay un componente político, otro de formas, y un tercero, que lo contamina todo, que tiene que ver con la lista de agravios que atesoran ambas.

Foto: Yolanda Díaz. (EFE/Villar López)

La ministra de Igualdad en funciones, el "mayor activo político" de Podemos, según la propia Belarra, es el rostro de ese intento "por silenciarles", por parte de una coalición con la que quisieron escenificar una nueva negociación tras haber firmado un pacto para concurrir juntos. En esta entrevista, Belarra verbalizó con especial claridad lo que los suyos llevaban tiempo perfilando: "Podemos siempre va a tener voz y autonomía política", prometió, mientras acusaba al PSOE y a Sumar de "comprar el relato" de que los morados iban "demasiado lejos" con sus políticas.

De paso, Belarra reconoció que la consulta a la militancia que impulsó poco más de 24 horas antes de que expirase el plazo para registrarse como coalición, en junio, fue "un cheque en blanco", de las "peores cosas" que ha tenido que hacer como secretaria general. Entonces requirió a sus bases plenos poderes para decidir sobre la unión con Díaz y una quincena de partidos, y apenas una semana después se celebró la última reunión del Consejo Ciudadano, antes de fundir a negro durante casi dos meses.

Foto: Ione Belarra, Irene Montero e Isabel Serra. (EFE/Fernando Villar)

Al arranque de agosto, Juan Carlos Monedero, cofundador del partido y con auctoritas ante la actual dirección, reclamó un encuentro con las bases, incluso un Congreso del partido —Asamblea Ciudadana— para evaluar lo ocurrido desde la marcha de Iglesias, y para marcar un nuevo rumbo. Esta semana, cuestionada por la opción de convocar este Congreso, Belarra dejó abierta la puerta, pero no quiso ir más allá: "Vamos a repensar la hoja de ruta". Esa hoja de ruta incluye nuevos dardos a Díaz, pero también un nuevo pulso por mantener su influencia en el Ejecutivo, como primeros pasos.

Podemos prepara estos días su rearme frente a Yolanda Díaz, con Irene Montero e Ione Belarra como puntas de lanza. El 16 de septiembre, en Lavapiés, los morados celebrarán un acto público con las dos ministras en funciones en el que desvelarán "los próximos pasos" previstos en su hoja de ruta, después de semanas marcando perfil bajo con excepciones contadas. Montero y Belarra subirán a la palestra para desvelar sus intenciones sin reunirse previamente con la dirección del partido, que no se da cita desde el 17 de junio. Casi dos meses después, y tras un acto cargado de simbolismo en el madrileño barrio en el que nació la formación, será cuando se reúna el Consejo Ciudadano Estatal (CCE), máximo órgano de dirección política, como aseguran fuentes moradas.

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