Podemos exige a Sumar libertad de voto y ministerios: "No concebimos ser excluidos del Gobierno"

Podemos no solo reclama públicamente a Yolanda Díaz que Irene Montero repita como ministra, y ya exige "ministerios", en plural, también libertad de voto en el Congreso de los Diputados. Los morados anunciaron a primera hora de este jueves que Javier Sánchez Serna, dirigente del partido y diputado, comparecería en la sala de prensa de la Cámara Baja antes de que lo hicieran los tres portavoces adjuntos de Sumar, entre los que no hay ningún integrante del partido de Ione Belarra. Sánchez se topó con el muro de los portavoces de Sumar que le sucedieron, que rechazaron abordar el reparto de carteras ministeriales antes de que haya siquiera un acuerdo para investir a Pedro Sánchez. Todos ellos, además, restaron importancia a las advertencias de los morados. "No toca, no es momento de estar hablando de ministerios", descartó la portavoz titular, Marta Lois.

"No hay que ahondar en la voluntad de hacer más tomate que política", respondió Aina Vidal (comunes), reclamando "calma" y responsabilidad a sus compañeros de grupo. Podemos comenzó a presionar públicamente por su cuota dentro de la futurible coalición de Gobierno hace una semana, y este jueves Sánchez ha advertido de que exigirán también que los futuribles ministros morados sean designados por su dirección y su militancia. "No concebimos que se excluya a Podemos de ese Gobierno de coalición", advirtió.

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Lo hizo un día después de que Sumar constituyera su dirección, en la que cada partido tiene un único voto (salvo el núcleo duro de Díaz, que cuenta con tres), por lo que las formaciones que aportan cinco diputados (Podemos, IU y comunes) tienen el mismo peso formal que otras con un único parlamentario.

Los morados, además, elevaron sus exigencias sobre los ministerios, mientras deslizaban que su "autonomía política" debe asegurarse con el compromiso de que gozarán de libertad de voto. "Puede que se den debates sobre un voto u otro", y "tendremos que debatir colectivamente", afirmó Sánchez. "Pero, en último término", añadió, reclaman "salvaguardar la autonomía". "Sumar tiene que funcionar como una coalición de partidos, eso implica que los partidos ejerzan su autonomía".

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Ni Lois ni los portavoces adjuntos (Vidal, Águeda Micó y Jorge Pueyo) lograron evitar que la mayoría de las preguntas que tuvieron que afrontar versaran sobre las exigencias de los morados. Y han sido cinco las ruedas de prensa protagonizadas por diputados del grupo plurinacional Sumar en una misma mañana. "Nosotros creemos que estamos en el momento, que es ahora cuando se tiene que hablar de la composición del Gobierno de coalición", insistió el dirigente morado. "No concebimos que se invisibilice de nuevo a Podemos", argumentaba, recuperando la discusión sobre el reparto de portavocías, una "decisión cerrada", según Vidal. Los morados no han renunciado a dar esta batalla.

Lois trató de restar hierro a las críticas y de posponer una respuesta clara a las exigencias de Podemos, pidiendo "calma", y reconociendo que esta polifonía provoca "preocupación". "Sumar tiene muchas voces"; "Estoy convencida de que vamos a trabajar bien, juntas y en equipo". Es exactamente lo que demandó la propia Yolanda Díaz en la reunión de este miércoles, frente a un complejo grupo integrado por ocho partidos políticos distintos. Hay que transmitir "sosiego y tranquilidad", fueron sus instrucciones. Pese a los roces y discusiones a la interna entre el conjunto de actores, solo Podemos ha optado por airearlos.

Vidal: "No delegamos en Sumar. Somos parte de Sumar"

Por su parte, la portavoz de los comunes fue cuestionada sobre la petición de Podemos de tener voz propia en la negociación con el PSOE para explorar la coalición de gobierno. En concreto, sobre si su partido reclamaría lo propio: "Nosotros no delegamos en Sumar, somos parte de Sumar", zanjó Vidal.

Con los morados incrementando los decibelios de forma progresiva —el sábado desvelarán sus próximos pasos—, el margen de actuación de Lois y el resto de portavoces para responder sin entrar en batalla es muy limitado. Y esa incomodidad, pese a sus intentos por naturalizar estas diferencias, se dejaba ver en buena parte de sus respuestas. Fuera de cámara, en el partido de Díaz insisten en que no toca hablar de ellos mismos, sino de soluciones para problemas como los precios de cesta compra, de los últimos movimientos del PP y la investidura de Feijóo, previsiblemente fallida. Esto es, que hay que evitar el ruido interno.