Interior impidió que dos cargos de Podemos se quedaran con las siglas "Unidas Podemos"

Un dirigente de Podemos y un abogado de la formación intentaron registrar hace seis meses un partido bajo la denominación "Unidas Podemos", el mismo nombre con el que los morados e IU concurrirían a las elecciones autonómicas y municipales dos meses después, el 28 de mayo. También es el nombre de la alianza electoral con la que se presentaron a las generales de noviembre de 2019. Y casi el mismo que emplearon en 2016. Según la documentación presentada ante el Registro de Partidos, a la que ha tenido acceso El Confidencial, Carlos Gil Cuevas y César López Pérez llevaron al notario la constitución de Unidas Podemos escasos días antes de que Yolanda Díaz, en plena escalada de tensión con los de Ione Belarra, oficializase su candidatura a la Moncloa. Son los mismos cargos que después registrarían la organización fantasma Juntas sí se puede. Y, en ambos casos, establecieron su sede social en el edifico que utiliza Podemos, de su propiedad.

Incluso presentaron un logo prácticamente idéntico al que Podemos e IU llevaban casi cuatro años usando. La petición llegó el 5 de abril, cuatro días después de que la líder de Sumar celebrara su acto en el polideportivo Magariños, al que Podemos no asistió. Desde la Dirección General de Política Interior les pararon en seco, porque Unidos Podemos ya existe —lo registró Podemos, aunque nunca se ha usado—. Y porque es la denominación exacta y casi el mismo logo que había usado la alianza electoral hasta las generales previas al 23-J. Entonces cambiaron "Unidos" por "Unidas". El registro de salida recoge que, el 18 de abril, Interior les reclamó subsanar estas "deficiencias". La existencia de Unidos Podemos como partido data de octubre de 2016, y su sede consta en la calle Princesa, donde se estableció inicialmente la fuerza de Belarra.

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Podemos, que se desentendió de la existencia del partido fantasma establecido en su misma sede, ha rechazado hacer comentarios sobre el intento de Gil Cuevas y López Pérez de hacerse con la denominación Unidas Podemos. Fuentes de la dirección federal de IU consultadas por El Confidencial aseguran que en ningún momento tuvieron conocimiento de esas actuaciones ante Interior, que fueron totalmente ajenas a esta formación.

En concreto, la misiva remitida desde el registro, que apoya sus argumentos en la doctrina del Tribunal Constitucional y el Supremo, advertía de que la denominación de una formación no puede "coincidir, asemejarse o identificarse, aún fonéticamente, con la de ningún otro partido". La marca que quisieron registrar es "prácticamente idéntica", abundan, a la de Unidos Podemos. Y recuerdan que las siglas "UP", que Gil Cuevas y López Pérez quisieron atribuirse, ya existen —Unión Progresista consta como partido en el registro—.

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"La presentación de candidaturas debe realizarse con denominaciones, siglas o símbolos que no induzcan a confusión con los pertenecientes o usados tradicionalmente por otros partidos legalmente constituidos", reza el artículo 46 de la Ley 5/1985 de Régimen Electoral General, reproducida en esta comunicación. También pidieron atribuirse su traducción o equivalente en todas las lenguas oficiales territoriales habladas en España y reconocidas por la Constitución.

La mención al logo propuesto es igual de contundente. "Un corazón formado por tres líneas concéntricas, teniendo en la exterior un hueco en su lado izquierdo, y en el intermedio un hueco en el lado derecho", reza la descripción de los promotores. Interior señala que es prácticamente idéntico al utilizado por la coalición electoral Unidas Podemos. Este diario adelantó que Gil Cuevas intentó registrar un partido poco después de que Díaz lanzara su proyecto, y que tardó dos meses en "subsanar errores", porque el nombre era "muy similar a uno ya existente", como afirmaron entonces fuentes de Interior. Podemos no desveló entonces, la identidad de los responsables de este intento, ni tampoco que la primera denominación que aspiraron a registrar fue la de la coalición electoral que ya estaban utilizando, compartida con Izquierda Unida, los Comunes, Galicia en Común o Alianza Verde.

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En el expediente no consta respuesta alguna de los morados, que en junio pidieron registrar la formación fantasma Juntas sí se puede. En este caso sí tuvieron éxito, y formalmente seguía activa a primera hora de la tarde del viernes. Es el que inscribió "por error" el dirigente Gil Cuevas, junto a López Pérez y otro abogado, Jaime Montero Román. Para ello celebraron una asamblea constitutiva, elaboraron unos estatutos y acudieron a un notario. Dos veces, una por cada uno de los partidos a registrar. Ambos estatutos son idénticos en lo que respecta a su estructura, a la disposición, nombres y funciones de sus órganos de dirección, y hasta al reparto y la denominación de sus respectivos apartados.

Los tres promotores acudieron al mismo notario a finales de marzo y a principios de junio, respectivamente. Registraron como sede social el edificio que alberga las oficinas de Podemos, en ambos casos. Y, en la escritura notarial, hicieron constar como su domicilio, a efecto de notificaciones, la sede de los morados.

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El jueves, tres meses y medio después de que Interior aclarase cómo proceder para borrar la plataforma fantasma del registro, Gil Cuevas reclamó su desactivación, esta vez cumpliendo los requisitos para lograrlo. Su reclamación llegó al registro menos de hora y media después de que su partido recibiera la consulta de este medio. Gil Cuevas forma parte del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano de dirección política de la organización. Trabajó como asistente de Pablo Iglesias en la vicepresidencia segunda, y en junio fue presentado desde una cuenta oficial de Podemos en redes sociales como el cabeza de lista de Sumar por Segovia para el 23-J, si bien el mensaje fue borrado y finalmente no fue candidato.

Por su parte, el abogado López Pérez representó al partido en la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el que los morados despidieron a un 70% de su plantilla, a finales de agosto. Entre 2021 y 2022 fue enviado a Asturias como representante legal de la formación. El sector crítico le identificó como el cargo que decretó la intervención de las cuentas autonómicas apenas unas horas antes de que arrancaran las votaciones en primarias para elegir a su nueva dirección. También fue asistente parlamentario del grupo Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados entre enero de 2020 y octubre de 2022. En su tesis doctoral, Iglesias tilda de "amigo para siempre" a César López, y extrabajadores de la organización identifican al abogado como persona de total confianza del líder histórico de Podemos, que le habría situado al frente del departamento de Cumplimiento Normativo.

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El partido de Belarra se desmarcó desde el primer minuto de la inscripción de Juntas sí se puede. Señaló directamente a Gil Cuevas, cuando aún no era pública la vinculación de su abogado con estas actuaciones. Afirmó que el dirigente actuó motu proprio y "por error". Pese a que uno ostenta un cargo orgánico y el otro es un abogado con peso, en Podemos no quieren valorar que sean las mismas personas que, hace cinco meses, quisieron registrar una nueva fuerza política con las siglas de Unidas Podemos. Incluso aunque las notificaciones de Interior llegaban a su sede.