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El PSOE presiona a Junts y ERC con "la opción de elecciones" y enfría una investidura en octubre
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"LO ÚNICO QUE TENEMOS ES FECHA TOPE"

El PSOE presiona a Junts y ERC con "la opción de elecciones" y enfría una investidura en octubre

Los canales de comunicación "siguen abiertos", aclaran fuentes de Ferraz. Sin embargo, la resolución del Parlament que vincula la investidura a un referéndum ha trastocado el calendario que manejaban en la Moncloa

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el lider del PSC, Salvador Illa. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el lider del PSC, Salvador Illa. (EFE)
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Consumado el fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, el PSOE asume su turno. Cuando Pedro Sánchez reciba el encargo de Felipe VI, previsiblemente el próximo martes tras la ronda de consultas, se oficializarán las negociaciones que sus interlocutores mantienen con los partidos del bloque soberanista. Pero Ferraz ha querido delimitar antes sus líneas rojas para un acuerdo con los independentistas catalanes: un referéndum pactado, con lo que incitan también a la renuncia de la unilateralidad mirando de forma expresa a Junts. Salirse de estos límites supondrá la repetición electoral, avisan.

"Nosotros hemos marcado unos límites claros", trasladan fuentes de la Moncloa respecto a la autodeterminación. Ante la tentación de traspasarlos, las mismas fuentes advierten que ERC y Junts "deben saber que la opción de las elecciones sigue abierta". Esta es su respuesta a la resolución del Parlament, con los votos de republicanos y junteros, de vincular la investidura a un compromiso de avanzar en esta línea. Órdago tras órdago. Se ha levantado el telón de las negociaciones y comienza la gesticulación a ambas partes de la mesa.

Foto: Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso este viernes. (EFE/Sergio Pérez)

La amenaza de una repetición electoral tiene mucho de juego en las negociaciones, como arma de presión, pero deja entrever un punto de fricción en las conversaciones. Fuentes de Ferraz explican su malestar sobre la resolución del Parlament, que llevaría a Junts y ERC a rechazar la investidura "si no se compromete a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum", porque "tenían un perímetro muy claro y se han salido". Ni el contenido de la resolución ni el momento les parecen apropiados.

"En medio de unas negociaciones no puedes aprobar esto", protestan, al tiempo que se muestran ajenos a un paso que "no se está hablando" ni tienen intención de abordarlo. Encima de la mesa están las carpetas de la desjudicialización, a través de una ley de amnistía; el traspaso de Rodalies y un nuevo modelo de financiación negociado de forma bilateral entre el Gobierno y la Generalitat. "Cataluña quiere mirar al futuro y hay cosas que por ahí no", justifican.

Los canales de comunicación "siguen abiertos", según fuentes de Ferraz, pero la resolución ha trastocado el calendario que manejaban en la Moncloa para la investidura de Pedro Sánchez. En el equipo del presidente en funciones han pasado de alentar un plazo corto a enfriar la posibilidad de que se produzca en el mes de octubre. Sin querer hablar de fechas, y manteniendo el argumento de que dependerá de cómo evolucionen las negociaciones, miran ya incluso al mes de noviembre. "No hay fechas, lo único que tenemos es una fecha tope", repiten fuentes del Gobierno. El círculo rojo en el calendario se sitúa el 27 noviembre. Dos meses desde la primera votación de la primera investidura, el tiempo que marca la Constitución como límite para disolver las Cortes Generales.

Foto: El portavoz de ERC, Gabriel Rufián. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

La intención del Gobierno sigue siendo la de celebrar una investidura "cuanto antes". Eso sí, rebajan el optimismo al asegurar que se trata de un deseo y que no depende solo de ellos. "No se pueden poner deberes para quince días", explican fuentes socialistas, alejando la posibilidad de formar gobierno tras el puente de la Constitución. Un realismo que combinan con el convencimiento de que "puede haber Gobierno pronto". De ahí que se inclinen por no fijar una fecha de investidura, tras recibir el encargo de Felipe VI, hasta acercar las bases para un acuerdo.

La pugna entre Junts y ERC es un elemento que viene dificultando las negociaciones, como reconocieron desde el principio fuentes próximas a los negociadores del Ejecutivo. Una competición con el trasfondo de la lucha por la hegemonía electoral que los lleva a mantener sus posiciones de máximos. Como señala un diputado de uno de los grupos del bloque soberanista, "Junts tiene poco que perder y unas elecciones que ganar", en referencia a su apoyo. Una carrera que también empuja a ERC a elevar sus condiciones. Los escenarios pasan porque ERC arrastre a Junts a la mesa de diálogo para debatir salidas pactadas sin especificar de antemano el término referéndum o que, por el contario, los junteros arrastren a los republicanos a elevar posiciones de máximos y a una competición que lleve a nuevas elecciones.

Una parlamentaria del PSC reconoce el teatro de las negociaciones e invita a "fiarse más de las declaraciones en los despachos que en público"

En medio de este ruido, una parlamentaria del PSC reconoce el teatro de las negociaciones e invita a "fiarse más de las declaraciones en los despachos que en público". Los socialistas catalanes, a través de su primer secretario, Salvador Illa, han entrado de lleno en el marco de las negociaciones para sincronizarse con Ferraz. "[Salvador] Illa está perfectamente coordinado con Ferraz. La sincronización es total. El PSOE y el PSC son uno en esto", indican desde la dirección socialista después de que lanzasen un comunicado conjunto, advirtiendo que "no hay avance posible" desde la unilateralidad. El diálogo que defienden "ha de servir para superar la división y no para profundizar en la ruptura y la discordia que tanta tensión generó de forma estéril en Cataluña y en el resto de España".

"Moncloa tendrá su cálculo demoscópico"

Algunos de los socios potenciales no descartan ningún escenario, tampoco el de la repetición electoral. Un escenario que creen que pueden forzar tanto los independentistas catalanes como Ferraz. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, abonaba la tesis de que "puede pasar cualquier cosa" y advertía que, respecto a la repetición electoral, "Moncloa tendrá su cálculo demoscópico".

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (d), conversa con el líder del PSC, Salvador Illa (i) durante la Fiesta de la Rosa el pasado domingo. (EFE/Toni Albir)

Fuentes de la dirección del PSOE sostienen que la fuerza del soberanismo disminuiría en una repetición electoral por su tendencia a la baja "elección tras elección" y su menor capacidad de movilización en la calle, recordando el ejemplo de la última Diada. El independentismo perdió 700.000 votos y 9 escaños, mientras que el PSC y Sumar, primera y segunda fuerza, alcanzaron una amplia mayoría. El 50% de los votos frente al 24% de los soberanistas, que firmaron su peor resultado desde 1982. Consideran, ante el órdago de una repetición electoral, que su posición negociadora es menos fuerte. Además de destacar su pérdida de peso electoral, confían en un cambio de posición de los junteros por "falta de alternativa" y el avance de su sector pragmático.

Los resultados del 23-J marcaron una tendencia al refuerzo de los dos grandes partidos. PP y PSOE sumaron casi el 65% de los votos, lo que se tradujo en un total de 258 diputados de 350. Esto es, el 73,5% de los escaños. De mantenerse esta tendencia y las llamadas al voto útil en una hipotética repetición electoral, serían Vox y Sumar los espacios con más riesgo de perder peso. Los de Santiago Abascal pasaron de 52 a 33 diputados y Sumar a 31, seis menos de los que tenían Unidas Podemos (35) y Compromís (2), ahora integrados en esta coalición.

Consumado el fracaso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, el PSOE asume su turno. Cuando Pedro Sánchez reciba el encargo de Felipe VI, previsiblemente el próximo martes tras la ronda de consultas, se oficializarán las negociaciones que sus interlocutores mantienen con los partidos del bloque soberanista. Pero Ferraz ha querido delimitar antes sus líneas rojas para un acuerdo con los independentistas catalanes: un referéndum pactado, con lo que incitan también a la renuncia de la unilateralidad mirando de forma expresa a Junts. Salirse de estos límites supondrá la repetición electoral, avisan.

Pedro Sánchez Carles Puigdemont
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