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El PSOE saca a Sánchez de la negociación con Junts para evitar su desgaste si no hay pacto
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AVAL DE LAS BASES ANTES DEL ACUERDO

El PSOE saca a Sánchez de la negociación con Junts para evitar su desgaste si no hay pacto

Ferraz mantendrá a su tríada de negociadores, que "reportarán" sobre las conversaciones a Sánchez. La ronda de consultas ratifica el no de UPN, la ambigüedad de CC y el aviso de Díaz sobre que el acuerdo de coalición sigue "lejos"

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante un acto del PSOE en la Rinconada (Sevilla) el pasado sábado. (EFE/Julio Muñoz)
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante un acto del PSOE en la Rinconada (Sevilla) el pasado sábado. (EFE/Julio Muñoz)

Pedro Sánchez no tiene previsto encabezar las conversaciones con los grupos a los que espera atraer para apoyar su investidura. Al menos formalmente y durante esta primera fase de las negociaciones que, de recibir el encargo de Felipe VI este martes, pasarán de la discreción a oficializarse. En la dirección socialista trasladan que no variarán su metodología, por lo que seguirán interactuando las mismas tres personas que "solo reportan" al presidente del Gobierno en funciones. Se trata del ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños; de la ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, y del secretario de Organización del partido, Santos Cerdán. Tampoco prevén realizar una ronda con los grupos al uso, al entender que "retrasaría" el proceso y no sería necesaria al estar ya en marcha el proceso. La figura del líder de la formación queda así blindada a la espera de un preacuerdo para evitar su desgaste si finalmente no se alcanza un pacto.

En la Moncloa mantienen la máxima de que "se negocia entre partidos, no entre gobiernos", y que están claros los interlocutores designados para ello. Este formato saca de la ecuación la foto de Sánchez con el expresident Carles Puigdemont o, llegado el caso, con la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien reside en Suiza tras huir igualmente de la Justicia en 2018. También con el resto de representantes de ambas formaciones. La segunda ronda de consultas iniciada este lunes, a la que no han acudido los independentistas, ha ratificado el no de UPN, la indefinición de Coalición Canaria, a la espera de sentarse con los socialistas, y la advertencia de Sumar sobre la falta de avances para un acuerdo de coalición. Hoy será el turno de Alberto Núñez y Feijóo y Sánchez, que trasladará al jefe del Estado su disposición a ser candidato y el convencimiento de que logrará sumar los apoyos necesarios para recibir el encargo.

Foto: Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Yolanda Díaz. (EFE/Kiko Huesca)

Además de los tres interlocutores encargados por Sánchez para liderar la negociación, hay otras figuras que actúan a diferentes niveles y con otros actores. Es el caso del número dos de Bolaños, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, o incluso el primer secretario del PSC, Salvador Illa. Este último mantiene interlocución con dirigentes de Junts, mientras que Simancas se ha encargado de abrir el camino con algunos minoritarios.

El PSOE volvía a agitar hace unos días la amenaza de la repetición electoral como arma de presión para marcar sus límites en la negociación. Lo hacía como respuesta a la resolución del Parlament, con los votos de republicanos y junteros, que vincularon la investidura a un compromiso para "hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum". Los canales siguen abiertos, pero las fricciones y la "pugna" entre ERC y Junts hace que no se pueda descartar nada pese al convencimiento de Ferraz y la Moncloa por formar Gobierno.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el lider del PSC, Salvador Illa. (EFE)

Ante el riesgo de que descabalguen las negociaciones, el formato de las negociaciones permite un blindaje a Sánchez. Para no visibilizar cesiones que luego no se traduzcan en apoyos, pero también para evitar el desgaste de su figura si finalmente se produce el escenario de una repetición electoral. Tanto es así que se prioriza cerrar antes un acuerdo a fijar una fecha para la investidura. La fórmula que más reiteran los negociadores del Gobierno se centra en la máxima de "discreción en las conversaciones, publicidad en los acuerdos".

El ministro Bolaños es el que ha asumido un mayor peso en las negociaciones con ERC y Junts. En su etapa como secretario general de la Presidencia, fue el arquitecto de los indultos, luego se convirtió en el muñidor de la mesa de diálogo, encabezando la delegación del Gobierno ya como ministro y, finalmente, fue el encargado de cerrar el acuerdo para la llamada "desjudicialización" del procés. El pacto que cristalizó en la reforma de los delitos de sedición y malversación en el Código Penal.

Foto: Yolanda Díaz y Carles Puigdemont, antes de su reunión en Bruselas. (EFE/Olivier Matthys)

Ferraz buscará asimismo un blindaje orgánico de Pedro Sánchez. El aval de la militancia a su negociación con una consulta interna antes de pactar la investidura. Esta se ceñiría, según fuentes de la secretaria de Organización, al posible acuerdo de gobierno con Sumar, que se cerraría antes que con los socios de investidura. Solo de forma indirecta se daría el visto bueno a buscar el apoyo en la investidura de los partidos del bloque soberanista. "La consulta es la que reflejan los estatutos sobre el acuerdo de Gobierno", explican fuentes de la dirección socialista para cerrar la puerta a incluir cualquier mención en la pregunta al resto de pactos con los independentistas o a realizar otra consulta expresa sobre una amnistía.

Voto de confianza en los territorios y la militancia

De esta forma, Sánchez tendría las manos libres para cerrar un acuerdo que enmarca dentro de la Constitución, abierto a la amnistía y con la línea roja del referéndum. El mismo aval previo que ya le han brindado a Sánchez todos los secretarios provinciales del PSOE. El manifiesto para cerrar filas en torno al intento de Sánchez de buscar un acuerdo de investidura, aun sin hacer mención a la amnistía, está encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente, que se ha ganado su legitimidad entre las bases en la pasada campaña electoral, se ha convertido en un contrapeso a la vieja guardia crítica con cualquier acuerdo que pase por un alivio penal a los encausados del procés.

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ejerce su derecho al voto en las últimas elecciones generales. (EFE/Ballesteros)

El manifiesto firmado por todos los secretarios generales provinciales del PSOE y los primeros secretarios de las federaciones del PSC avala a Sánchez a "trabajar para lograr de nuevo su investidura como presidente del Gobierno". "Nuestra confianza en él es la confianza que depositamos en la formación de un Ejecutivo progresista que abra una nueva etapa de avances sociales, en favor de una democracia asentada en la igualdad de género, en la convivencia que descansa en el reconocimiento de la diversidad de España, de su memoria democrática y del espíritu de reconciliación, así como en una modernización económica comprometida con la transición ecológica y la sostenibilidad", se defiende.

Para obtener el aval de las bases, los socialistas tienen que alcanzar primero un preacuerdo programático con Sumar. La propia Yolanda Díaz considera que "está muy lejos", como daba cuenta este lunes tras su reunión con Felipe VI en el marco de la segunda ronda de consultas. Su principal baza negociadora es el calendario, posponer su firma si no ve satisfechas sus principales reivindicaciones, ya que, por estatutos, la consulta de los socialistas se establece para decidir sobre "los acuerdos de gobierno en los que sea parte el PSOE". Retrasarlo supondría retrasar también el pretendido aval de las bases para negociar con manos libres con los independentistas, así como la hipotética investidura que en Ferraz aspiran a celebrar "cuanto antes".

Pedro Sánchez no tiene previsto encabezar las conversaciones con los grupos a los que espera atraer para apoyar su investidura. Al menos formalmente y durante esta primera fase de las negociaciones que, de recibir el encargo de Felipe VI este martes, pasarán de la discreción a oficializarse. En la dirección socialista trasladan que no variarán su metodología, por lo que seguirán interactuando las mismas tres personas que "solo reportan" al presidente del Gobierno en funciones. Se trata del ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños; de la ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, y del secretario de Organización del partido, Santos Cerdán. Tampoco prevén realizar una ronda con los grupos al uso, al entender que "retrasaría" el proceso y no sería necesaria al estar ya en marcha el proceso. La figura del líder de la formación queda así blindada a la espera de un preacuerdo para evitar su desgaste si finalmente no se alcanza un pacto.

Pedro Sánchez Carles Puigdemont
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