Es noticia
Zapatero abre la veda: dirigentes regionales del PSOE avalan ya la amnistía
  1. España
El expresidente la incluye en la Carta Magna

Zapatero abre la veda: dirigentes regionales del PSOE avalan ya la amnistía

Ximo Puig bendice el uso de "medidas de gracia" y se suma a otras figuras como el andaluz Juan Espadas o el catalán Illa, que dan vía libre a Sánchez, siempre con el límite del cumplimiento de la Constitución

Foto: Pedro Sánchez, entre Salvador Illa y José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto de campaña de las pasadas municipales y autonómicas. (EFE/Enric Fontcuberta)
Pedro Sánchez, entre Salvador Illa y José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto de campaña de las pasadas municipales y autonómicas. (EFE/Enric Fontcuberta)

José Luis Rodríguez Zapatero ha inaugurado la nómina de veteranos socialistas en defensa de la amnistía. El expresidente leonés es un par de generaciones más joven que esa vieja guardia que, encabezada por Alfonso Guerra y Felipe González, rehúye la posibilidad de que Pedro Sánchez sea investido presidente a cambio, entre otras cosas, de aplicar la medida de gracia a los implicados en el procés. Pero adquirió en la campaña del 23 de julio un papel casi vigorizante para una formación deprimida por la debacle de las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Ahora, con su posicionamiento, marca distancias entre ese PSOE caoba y la plana mayor del partido del puño y la rosa, que cierra filas en torno a Sánchez, con excepciones.

La falta de respuesta contraria al intento de Sánchez tiene que ver, precisamente, con ese mal resultado del 28-M, que provocó la salida de Javier Lambán del Gobierno de Aragón. Junto con Emiliano García-Page, que sí logró revalidar su mandato, era el principal referente crítico y la parte del PSOE más refractaria al acercamiento a los nacionalistas. El castellano-manchego es quien expresa, en público, más dudas por esta posibilidad. Este lunes habló de las "desigualdades" que provocaría una hipotética amnistía entre comunidades autónomas. Y auguró que la aprobación de un perdón a los dirigentes del 1-O y la posterior declaración de independencia tendrían consecuencias en las generaciones futuras. "Si alguien piensa que no es grave es porque las facturas de hoy no se asumen hoy", ha espetado García-Page, que cree que una iniciativa como esta será un problema para "la convivencia y la unidad de España".

Foto: Carlos Mazón y Emiliano García-Page en el desfile del 12 de octubre. (Europa Press/Alberto Ortega)

Es cierto que solo quedan otros dos barones con poder territorial en el PSOE, el asturiano Adrián Barbón y la navarra María Chivite. Y ninguno de los dos se ha pronunciado a favor de la amnistía, como Zapatero. Pero tampoco en contra, ya que han actuado de acuerdo con la ley del silencio decretada por Ferraz. La tesis general es que el texto no se conoce y, por lo tanto, no se pueden posicionar. Ahí se enmarca, por ejemplo, su rechazo a acudir al Senado este jueves a la reunión planteada por el PP en la comisión general de las comunidades autónomas, un organismo que lleva años desactivado y los populares han desempolvado para elevar la presión sobre Sánchez e intentar abrir fisuras en la familia socialista.

Pero más allá de García-Page, que tampoco irá al Senado, la fractura es generacional. Los dirigentes regionales y los ministros del Gobierno, algunos con una larga experiencia como Carmen Calvo, cierran filas con Sánchez sin una defensa explícita de esa posible amnistía. La idea general es una suerte de convencimiento en que, cuando haya un texto, estará dentro del marco de la Constitución de 1978. Es justo lo que defendió Rodríguez Zapatero en una entrevista en Más de uno, el programa de Carlos Alsina en Onda Cero. Para el expresidente, se trata de una fórmula óptima para acabar con el "conflicto político" y la "profunda división". Y poco después fue otro barón socialista quien hizo lo propio, el valenciano Ximo Puig, que fue más explícito que nunca hasta ahora.

Ximo Puig es el líder regional del PSOE que se ha posicionado más claramente a favor de una posible amnistía, en consonancia con Zapatero

El expresidente valenciano, otro damnificado por el 28-M, se mostró a favor de tomar "medidas de gracia, reconciliación y reencuentro", según las declaraciones recogidas por Europa Press. Puig ha recordado que iniciativas como las amnistías están "contempladas" en la "gobernabilidad" de otros países e incluso ha aludido a la amnistía fiscal del Gobierno de Mariano Rajoy. Es el primer barón socialista —sigue siendo el líder del PSPV— que se posiciona tan claramente en favor de este perdón, que se negocia ya entre bambalinas, pero ya ha habido posicionamientos favorables a la estrategia de Sánchez sin citas explícitas a la amnistía.

El secretario general del PSOE y presidente en funciones lleva tres fines de semana consecutivos dando mítines, en un ambiente casi electoral. Uno fue en Sevilla, otro en Granada y el tercero, el pasado sábado, en Mérida. No es casualidad la elección de dos ciudades andaluzas y una extremeña, dos comunidades autónomas que fueron bastión del PSOE y que ahora están en manos del PP. En el caso andaluz, después de un crecimiento sorpresivo de Vox que permitió a Juanma Moreno llegar al poder en 2019 y que, según el consenso, fue una reacción a los momentos más explosivos del procés, desde el referéndum a la declaración unilateral de independencia.

Foto: Rafael Escuredo y Alfonso Guerra se saludan en la Universidad de Sevilla, el pasado junio. (EFE/Julio Muñoz)

Sánchez ha puesto el foco en Andalucía y Extremadura y la cúpula de los socialistas andaluces se lo devolvió con un apoyo cerrado, aunque siempre en el marco de la Constitución. No hay que olvidar tampoco que la reacción más sonora a las críticas de Guerra y González a Sánchez por su estrategia salió, precisamente, de Andalucía. Y los responsables fueron viejos compañeros de militancia de la dupla que reorganizó el PSOE en la transición, como el expresidente andaluz Rafael Escuredo o el exeurodiputado Luis Yáñez. Ambos, más que posicionarse a favor de la amnistía, cargaron contra el intervencionismo de los dos exmandatarios.

Juan Espadas, líder del PSOE-A, es el portavoz de los socialistas en la comisión general de las comunidades autónomas en el Senado, donde el PP iniciará su ofensiva sin presidentes socialistas en el horizonte. Hace unos días estuvo precisamente en Cataluña con Salvador Illa, otro de los barones del partido que respaldan a Sánchez en su estrategia, aunque el PSC, en el Parlament, rechazase hace unas semanas una iniciativa de los independentistas en favor de la amnistía y un nuevo referéndum.

José Luis Rodríguez Zapatero ha inaugurado la nómina de veteranos socialistas en defensa de la amnistía. El expresidente leonés es un par de generaciones más joven que esa vieja guardia que, encabezada por Alfonso Guerra y Felipe González, rehúye la posibilidad de que Pedro Sánchez sea investido presidente a cambio, entre otras cosas, de aplicar la medida de gracia a los implicados en el procés. Pero adquirió en la campaña del 23 de julio un papel casi vigorizante para una formación deprimida por la debacle de las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Ahora, con su posicionamiento, marca distancias entre ese PSOE caoba y la plana mayor del partido del puño y la rosa, que cierra filas en torno a Sánchez, con excepciones.

José Luis Rodríguez Zapatero Pedro Sánchez Ximo Puig
El redactor recomienda