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El acuerdo entre PSOE y Sumar desata a Podemos: boicot y caza de brujas
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El acuerdo entre PSOE y Sumar desata a Podemos: boicot y caza de brujas

Fuentes moradas afirman que Nacho Álvarez, negociador del acuerdo por parte de Sumar, actuó "por libre". El partido dio orden de no celebrar el pacto, que sólo se saltaron algunos territorios, mientras Pablo Iglesias arremetía contra Ada Colau

Foto: Yolanda Díaz, Ione Belarra, Nacho Álvarez y Pablo Iglesias, en 2018. (EFE/ FERNANDO ALVARADO)
Yolanda Díaz, Ione Belarra, Nacho Álvarez y Pablo Iglesias, en 2018. (EFE/ FERNANDO ALVARADO)

El acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar, anunciado el martes, ha disparado la tensión entre Podemos y el resto de fuerzas de la coalición que lidera Yolanda Díaz, pero también ha arrastrado al límite al partido morado, a la interna. Como adelanta La Vanguardia y ha podido confirmar El Confidencial, la dirección de Ione Belarra ordenó a sus cargos que no celebraran este pacto en público. Un par de territorios decidieron desafiar esta consigna, mientras la cúpula morada mantenía que no estaba al tanto de las negociaciones y cuestionaba directamente el papel del negociador jefe por parte de Sumar, Nacho Álvarez.

En paralelo, Pablo Iglesias cargaba contra la exalcaldesa de Barcelona, con una virulencia inusitada, según distintos aliados de Sumar. Mientras el primero permanecía en silencio, Colau acusaba a Iglesias de seguir ejerciendo "como líder de Podemos", y criticaba que "cada día" cuestione a Díaz desde sus altavoces mediáticos, mientras "sobreactúa" para invisibilizar el pacto con el PSOE. Colau y Álvarez se convertían, por motivos distintos, en "víctimas" de una caza de brujas, como reconocen dirigentes del partido morado y de las fuerzas aliadas en Sumar. Si hay una figura que ha estado en todas las negociaciones de peso en representación de Podemos, de Unidas Podemos y después de Sumar, es precisamente el siempre discreto secretario de Estado de Derechos Sociales, dirigente morado y hoy portavoz económico de la coalición de Díaz. El mismo que negoció tres presupuestos generales con María Jesús Montero, así como las medidas de mayor calado e impacto político y económico de su partido en el Gobierno de coalición.

Foto: Ada Colau y Pablo Iglesias, en 2019. (EFE/Emilio Naranjo)

Álvarez ha reiterado en distintas entrevistas que informó a Podemos, como al resto de partidos, del avance de las negociaciones, y en esas posiciones se ha visto secundado por la propia Díaz, por el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, y por el portavoz de IU en el Congreso, Enrique Santiago. "Todas las fuerzas políticas hemos sido informadas según avanzaba el acuerdo", reiteró el jueves Santiago, en rueda de prensa en la Cámara Alta. También pidió, al hilo de los dardos de Iglesias a Colau, "ventilar internamente" las "discrepancias internas". "No creo que sea bueno entrar en una fase de declaraciones y contradeclaraciones", advirtió. Un día antes, Pablo Echenique, dirigente y exportavoz parlamentario morado, acusaba a Díaz de mentir, y reiteraba que no conocían el pacto. Y esta era la línea que adoptaban oficialmente el resto de portavoces.

"No lo hemos conocido"; "todo el mundo ha salido, de Sumar, diciendo que sí, y eso es mentira", afirmó el jueves Teresa Pérez, coportavoz estatal morada. En los micrófonos de la televisión de Iglesias, Canal Red, Pérez afirmó que Álvarez negoció "como Sumar, no como Podemos". "Ha negociado bajo las instrucciones de Yolanda, no de Ione Belarra, y eso es evidente", apostilló.

Foto: Ione Belarra, Irene Montero e Isa Serra. (EFE/ Fernando Alvarado)

Álvarez, cuya solvencia reconocen en todo el espacio (así como en el PSOE y hasta en partidos de la derecha), es poco proclive a los focos y a los medios, si bien esta semana ha tenido que defenderse públicamente de las acusaciones de no dar cuentas de lo pactado ante su partido. A la interna, ha sido objeto de críticas y ataques en los grupos de mensajería, como aseguran distintas fuentes. "La situación es desquiciante", admiten fuentes moradas, que aseguran que el negociador jefe nunca fue "autorizado" por la dirección de su partido a sellar este pacto. "Ha ido por libre", afirman.

Podemos pasó de criticar el pacto, el lunes, a decir que no lo conocía, el martes

Mientras distintos integrantes del grupo de Telegram del Consejo Ciudadano Estatal -máximo órgano de dirección- cargaban contra el secretario de Estado en funciones, otras figuras moradas reconocían lo evidente: con la dirección apostando por "la confrontación" con Sumar, él ha tratado de que Podemos colabore para que la coalición Sumar, de la que forma parte, "funcione". Ninguna de las organizaciones que firma el pacto ha cuestionado abiertamente el rol de Álvarez, como sí ha hecho el partido de Ione Belarra.

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz. (Europa Press/Eduardo Parra)

La web informativa de Iglesias, Diario Red, recordaba recientemente que la propia Belarra es la "jefa" de Álvarez en el Ministerio, y que éste sigue siendo dirigente morado. Eso no quita para que la nueva hoja de ruta que les distanciará de Díaz, diseñada por el núcleo de Belarra, apueste por reforzar la prohibición de ostentar doble militancia, obligando de facto a Álvarez a decidir entre uno de los dos partidos. Es una medida que entre los aliados de Sumar identificaron, desde el principio, dirigida contra Álvarez o Alejandra Jacinto, que ya ha abandonado la política, pero que antes compatibilizó su cargo en Podemos con ejercer como portavoz de Vivienda de Sumar. Fuentes moradas comparaban su situación actual con la del exdirigente morado Íñigo Errejón, que acabó dejando el partido con un portazo, pero durante meses vivió en una suerte de limbo en la que "ni se iba ni se le echaba".

La presión sobre Álvarez ha sido enorme por parte de un partido que pasó de criticar el pacto el lunes -"Es insuficiente"- a decir que no lo conocía, el martes. Y que se ha visto reconocido por figuras como Carlos Sánchez Mato, al frente del área económica de IU, y una de las figuras de este espacio político que desde hace años han apostado más abiertamente por la unidad y por la reducción de excesos verbales entre aliados. "El trabajo de @nachoalvarez_ para lograr el Acuerdo para un gobierno de coalición ha sido ímprobo. Igual que pasó con el firmado en 2019, las insuficiencias e incumplimientos ni fueron ni serán responsabilidad suya, sino la del socio que no quiso ir más allá", afirmó en su perfil de Twitter.

El propio Mato, colaborador de Irene Montero en el Ministerio de Igualdad, fue precisamente otro de los blancos de Iglesias hace escasos días. "Cuando [Manuela] Carmena os dejó vendidos a los pies de la mafia, Irene Montero pasó lista y os incorporó al Ministerio de Igualdad", le espetó el histórico líder de Podemos. "El director de Canal Red", como lo denominaba con sorna un dirigente de su espacio político estos días. El hecho de que las principales figuras moradas no pusieran de relieve la importancia del acuerdo con el PSOE fue resaltado incluso por Juan Carlos Monedero, cofundador del partido y hoy alejado del núcleo de Belarra. Mientras tanto, la secretaria general y los primeros espadas ensalzaban en redes a Montero y a las políticas desplegadas desde el Ministerio de Igualdad.

A la espera de aterrizar la hoja de ruta política que sentará las bases para romper con Díaz de cara a futuras citas electorales, el 4 de noviembre, y de la previsible exclusión de Montero del nuevo Ejecutivo, los morados intensifican sus críticas a propios y extraños. La dirección ya acogió con malestar, y entre presiones, que aceptara ejercer como portavoz de Sumar en campaña, en junio.

A día de hoy, sólo un par de direcciones territoriales -la de Euskadi y la de Extremadura- obviaban la orden de ningunear este acuerdo.La única diputada de Podemos en el Parlamento Asturiano, a la que han abierto expediente de expulsión junto a otros 27 compañeros, y a la que se lo comunicaron en la tarde de un viernes de puente, también se ha desmarcado de la posición oficial. En un momento de debilidar interna extrema, con gestoras al frente del partido en cinco comunidades autónomas, el nivel de disidencia permitido en una dirección ya afín al núcleo duro es mínimo, en palabras de uno de sus dirigentes.

El acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar, anunciado el martes, ha disparado la tensión entre Podemos y el resto de fuerzas de la coalición que lidera Yolanda Díaz, pero también ha arrastrado al límite al partido morado, a la interna. Como adelanta La Vanguardia y ha podido confirmar El Confidencial, la dirección de Ione Belarra ordenó a sus cargos que no celebraran este pacto en público. Un par de territorios decidieron desafiar esta consigna, mientras la cúpula morada mantenía que no estaba al tanto de las negociaciones y cuestionaba directamente el papel del negociador jefe por parte de Sumar, Nacho Álvarez.

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