Rechazo preventivo de los barones del PP a que Tellado acumule más poder en Génova

Cuanto más tarda Alberto Núñez Feijóo en comunicar los ajustes para su nueva etapa al frente de la oposición a Pedro Sánchez, más se disparan las teorías, las quinielas y el nerviosismo en las filas del partido. Al margen de la reestructuración de Génova, el puesto clave y que más proyección tendrá será a quién confíe la portavocía en el Congreso, ya que se da por descontado que Cuca Gamarra no repetirá en el cargo. En los últimos días, las apuestas se acumulan en varios caballos ganadores, aunque se ha colado el nombre del todopoderoso vicesecretario de Organización, Miguel Tellado.

El muñidor en la sombra de Feijóo destila ese perfil duro por el que el líder popular podría decantarse para liderar en la Cámara Baja una oposición frontal a Sánchez en una legislatura de tierra quemada, en la que los grandes acuerdos de Estado parecen condenados al fracaso. Pero si esa idea termina tomando forma, se encontraría con la incomodidad de las baronías populares, donde advierten del riesgo a una excesiva "galleguización" de la cúpula en un momento en el que, entienden, Feijóo debe mirar a los territorios y salir del búnker de la Xunta.

Las voces consultadas apuntan a que una excesiva acumulación de poder de Tellado, ya sea con una portavocía o en la propia estructura de Génova, implicaría una sobreprotección del clan que Feijóo se trajo consigo a Madrid. "Sería mucho gallego", sintetizan fuentes territoriales, que insisten en que un eventual ascenso del dirigente trasladaría una imagen de debilidad del líder respecto al resto del partido. Como si Feijóo demostrase, con ello, que no confía en nadie más.

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Como publicó El Confidencial, cuando el dirigente popular confirmó que habría "ajustes" orgánicos cuando se resolviese la incógnita del Gobierno de Sánchez, diferentes barones populares advirtieron de que exigirían al jefe del PP un "mayor reparto" territorial, especialmente en un momento en que el poder del partido bascula hacia la marea azul que se instaló en las comunidades autónomas y ayuntamientos, que se convertirán necesariamente en punta de lanza del rechazo a la política "desigual" de Sánchez por las cesiones a Cataluña.

Los barones exigen, en suma, superar el eje gallego-andaluz con el que Feijóo se ha desenvuelto en la primera etapa del partido y dar paso a otras voces fuertes para afrontar una etapa "delicada". Más allá de la portavocía parlamentaria, también se ha especulado internamente con la posibilidad de que Miguel Tellado asuma las riendas de la secretaría general a cambio de una salida "justa" para Cuca Gamarra, al entender que son las mismas funciones que ha ejercido de facto como número cuatro del organigrama por su control férreo sobre los territorios o la confección de las listas electorales. Pero esa opción, en principio poco probable, resulta también impensable para los territorios.

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Al margen de Tellado, los otros nombres que se barajan para asumir la vacante de Gamarra en el Congreso son los de Carmen Fúnez, Esteban González Pons o Borja Sémper. El político vasco ha perdido enteros en los últimos días por su marcado perfil moderado y la exigencia interna de rearmar el partido con una oposición que salga a "bocajarro" a por Sánchez en cada debate, mientras que el eurodiputado, pese a su "excelente" relación con Feijóo, genera dudas en amplios sectores de la formación para asumir esa tarea. La desconocida Carmen Fúnez es la que, a priori, suscita más apoyos. Una voz "firme" y "solvente", que además cuadraría con la "obsesión" de Feijóo por "feminizar" la formación.

Quinielas aparte, lo que advierten todas las fuentes consultadas es que los cambios en los que esté pensando el líder popular pueden "sorprender" y frustrar todas las apuestas que se habían hecho hasta la fecha. "Lo que tiene en la cabeza no lo habla ni con el cuello de su camisa", insisten distintos dirigentes del comité de dirección. Importante recordar el asombro interno que provocó la decisión de nombrar a la ex de Ciudadanos Marta Rivera de la Cruz número dos en la lista del Congreso por Madrid. "No se puede dar nada por sentado", reiteran.

Lo que sí se da por hecho es que los ajustes "serán mínimos", y afectarán especialmente a las portavocías parlamentarias. La dirección popular sopesa comunicar los cambios de forma troceada, dándole prioridad a la remodelación en el Congreso, donde no solo está pendiente la renovación de la portavocía, sino también la propia estructura de la dirección del grupo o la asignación de presidencias para las comisiones, que comenzarán a constituirse en los próximos días. En cualquier caso, lo previsible es que la nueva Génova esté funcionando antes de que empiece diciembre.