Vox presentará lista en Galicia y torpedea el objetivo del PP de mantener la absoluta

"Nos jugamos una mayoría absoluta que no es fácil". Miguel Tellado expresó en público este jueves un temor que lleva meses incrustado en las filas del PP de Galicia. El escolta de Alberto Núñez Feijóo en Génova es posiblemente uno de los hombres que mejor conocen el engranaje regional del partido. Sus puntos fuertes y también sus debilidades. Los populares no quieren tentar la suerte en su gran feudo. Y, por ello, el actual vicesecretario de Organización instó a Vox a que valorase la posibilidad de no presentar lista en las próximas elecciones gallegas con el fin de unificar el voto en torno a Alfonso Rueda. Para ser más concretos, les invitó a "no hacer el idiota". Y la formación ultraconservadora no solo ignora el aviso, sino que ratifica que estará en esa y en todas las convocatorias electorales.

"Es una buena estrategia para ganar: decir a los demás que no se presenten", ironizan en el entorno de Abascal. Al menos de momento, Génova se ha negado a trazar una ofensiva común con su socio en multitud de ejecutivos regionales y locales contra Pedro Sánchez. La interlocución, de hecho, es mínima. Pero la dirección del PP sí ha querido pinchar a Vox en esta cuestión para que el partido ultraconservador no obstaculice el desafío de reeditar una nueva mayoría absoluta en el feudo de Feijóo. Pero la propuesta, de momento, ha sido rechazada. A falta de que la dirección ratifique la decisión, las fuentes consultadas apuntan a no ver razones para "desaparecer" de una "cita electoral". Ni en Galicia ni en ninguna parte.

El PP se prepara para un nuevo calendario electoral intenso. Génova ha dado máxima prioridad a las elecciones vascas —donde pugnan por arrastrar el voto socialista crítico y a los electores del PNV que no aprueban los tratos con Sánchez— y a las europeas —que plantean como una especie de plebiscito a Sánchez—. Pero en Galicia se jugará otra partida interesante. Será la primera vez en 14 años que la marca no tendrá a Alberto Núñez Feijóo detrás, sino a su sucesor, el eterno número dos del ahora líder nacional en la Xunta. Rueda no tendrá margen de error. "Conseguir la mayoría absoluta es innegociable. Si nos quedamos a uno, se acabó", advierten en el PP gallego.

No se trata de una opinión, sino más bien de una descripción de la realidad. En Galicia no hay fuerzas que puedan sostener en el Gobierno al PP si no logra rebasar la frontera de los 38 escaños. La fuerza de Vox es absolutamente residual en el bastión azul. En las generales, apenas arañó el 4,8% del voto en esta región. Sin referentes de peso ni red territorial —en las municipales del 28-M, solo consiguieron una única edil en toda la región—, el partido de Santiago Abascal tampoco ha conseguido nunca representación en el Parlamento de Galicia. De ahí la propuesta de Miguel Tellado. "Vox no tiene posibilidad", aseguró en EsRadio, al tiempo que agitó el temor a que esas papeletas que se vayan a la formación ultraconservadora puedan frustrar los últimos escaños en cada provincia. "Hay que hilar fino para sostener esa mayoría", azuzó.

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En las últimas elecciones gallegas, Vox arañó casi 28.000 votos en la comunidad, insuficientes para lograr representación, pero bastantes como para tensar el objetivo del PP. No en vano, a Alfonso Rueda solo le vale la mayoría absoluta. "No hay margen para el error", comentan fuentes de los populares. En la Xunta, aseguran afrontar este último tramo de la legislatura con "tranquilidad" porque, hasta la fecha, no hay ninguna encuesta en la que haya peligrado la quinta absoluta. Pero tampoco pierden de vista el vértigo a que las expectativas no se cumplan. El propio Feijóo también confiaba en que llegaría a la Moncloa, pero todo se torció tras el 23-J y ahora asume el liderazgo de la oposición.

En el PP de Galicia han aprendido la lección. "Hagamos lo que hagamos, no podemos confiarnos", reflexiona un diputado nacional gallego. "El secreto de llevar ganando 14 años seguidos es que uno nunca se puede conformar con lo que ya tiene", añaden en la dirección del PPdeG. Más allá del inconveniente de Vox, el partido comienza a encontrarse con otros obstáculos: Democracia Ourensana, la fuerza liderada por Gonzalo Pérez Jácome, concurrirá a las próximas elecciones autonómicas.

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El partido fue la fuerza más votada de la capital y la cuarta de la provincia en las elecciones del 28-M, y supone un factor sorpresa que los populares son incapaces aún de calibrar. La entrada de Jácome en la carrera por la Xunta para disputar los escaños clave al PP podría morder una parte del pastel de los populares, aunque desde el PPdeG apelan una vez más a la "calma" y confían en el tirón de Alfonso Rueda. Al menos, de momento.

Elecciones sin fecha

Al PP le quedan aún unos meses para asentar la estrategia con la que peleará por mantener el legado de Feijóo tras su salto a Madrid y minimizar en la medida de lo posible la previsible candidatura de Vox. Fuentes cercanas a Rueda apuntan a que el dirigente no descarta esperar a las elecciones europeas —previstas para el 9 de junio— para fijar entonces la convocatoria de las gallegas y "matar dos pájaros de un tiro" con un partido movilizado por el empuje de la campaña comunitaria.

El dirigente popular no ha tomado aún una decisión, y las mismas fuentes aseguran que se pondrá en contacto con Iñigo Urkullu para conocer sus planes para la convocatoria vasca y decidir si van juntos o separados a las urnas. Los dos territorios celebraron comicios por última vez en julio de 2020. Inicialmente, estaban previstas en el mes de abril, pero se pospusieron unos meses a causa de la pandemia. Feijóo se despidió de Galicia batiendo su propio récord de mayorías incontestables, y sumó 42 escaños. Fue la red de seguridad sobre la que su sucesor ha ido tejiendo su liderazgo, y que tendrán que refrendar las urnas en pocos meses.

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El eterno delfín de Feijóo ha labrado durante años el perfil de líder "tranquilo" y, sobre todo, "leal" al expresidente de la Xunta. Pero desde el primer minuto tuvo ante sí el desafío de demostrar que su carisma es, como mínimo, equiparable al de su predecesor. En el PP niegan estar ya en modo preelectoral, y se centran en seguir exhibiendo gestión. Aunque tampoco esconden que esa será precisamente una de sus grandes bazas de campaña.