Moncloa da por cerrado el pacto con Junts y ERC y descarta cambios de peso en la amnistía

El acuerdo con el independentismo sobre la ley de amnistía está cerrado. A punto de que el texto pase la próxima semana el primer examen en el Congreso —la toma en consideración—, en la Moncloa sostienen que la norma se tramitará sin cambios de calado. "No va a tener ninguna enmienda sustancial", sostienen fuentes socialistas. A lo único que se muestran abiertos es a alguna mejora "técnica".

Este periódico ya informó que Junts valoraba presentar enmiendas para blindar aún más al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ante el temor de que los contactos que personas de su confianza mantuvieron con un alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza abran una vía para imputarle un delito de traición, según el artículo 592 del Código Penal, que ha quedado excluido de la amnistía.

Pero fuentes socialistas no ven margen para nuevos matices en la ley y solo estarían dispuestas a incluir alguna "cuestión técnica menor", que, en estos momentos, ni siquiera tienen prevista. Nada que afecte a la exposición de motivos, en la que, explicitan, "no se va a tocar ni una coma". Sobre el articulado, insisten en que tampoco han detectado la necesidad de introducir algún matiz. "La ley sale como entra".

Pese a su negativa a contemplar modificaciones, en el PSOE están totalmente convencidos de que la amnistía saldrá aprobada por 178 votos, los que Pedro Sánchez obtuvo en la votación de su investidura, a excepción del de Coalición Canaria. Desde luego Junts y ERC, los grandes beneficiados de la amnistía, aunque quieran plantear nuevas peticiones, y PNV, Bildu y BNG.

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Otro asunto es lo que suceda en el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta. Aunque la ley debe volver después de nuevo al Congreso para su aprobación definitiva. El mayor riesgo en la tramitación en la Cámara Alta es la dilación en su aprobación, ya que los populares impulsaron hace tres semanas una reforma del reglamento para que la Mesa puede decidir si tramita o no como urgente cualquier proposición de ley que llegue desde el Congreso. Esto permite al PP demorar hasta dos meses el plazo para tramitar una normativa, frente a los 20 días establecidos para las iniciativas calificadas como urgentes.

Sánchez: la amnistía también pasará

Los sondeos dan ahora a los populares una subida, precisamente, por la erosión que produce al Gobierno la ley de amnistía. El presidente del Gobierno, en conversación informal con los periodistas con motivo de la celebración institucional en el Congreso del día de la Constitución, reiteró que entiende los recelos de algunos ciudadanos hacia su decisión de amnistiar los delitos vinculados a los hechos del procés, pero cree que "es una cuestión de que el tiempo ponga las cosas en su sitio", y eso, dijo, "va a suceder".

Sánchez sostiene que una solución de estas características "antes o después" había que adoptarla. Y que "la democracia son elecciones". "Existe una mayoría más que absoluta a favor de esta medida", reiteró.