Pablo Iglesias se lanza a por financiación en América Latina para "refundar" Podemos

La guerra entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz dio ayer un paso más. Los morados anunciaron que presentarán a Irene Montero como cabeza de lista para las elecciones europeas del próximo año, como ha venido contando El Confidencial. El plan del exvicepresidente es "refundar" su marca, recuperando las esencias como único partido capaz de conectar con las necesidades "reales" de los ciudadanos. La primera cita será el Parlamento Europeo, donde hace diez años irrumpieron en las instituciones. El principal obstáculo reside en la financiación, dado que los malos resultados en las urnas y el paso al Grupo Mixto han dejado las arcas moradas en el esqueleto.

El exvicepresidente lleva meses preparando esta operación y, según han manifestado a este diario fuentes de su entorno, Iglesias buscará fondos en América Latina aprovechando los regímenes afines. Es el caso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el que mantiene una estrecha relación. A principios de este mes, el ahora presentador de Canal Red viajó al citado país, donde ya ha estado en más de una ocasión, para buscar sinergias en su aventura en los medios de comunicación. Ahora, el foco estaría puesto nuevamente en el partido que necesitará fondos para poner a la marca nuevamente en primera línea.

Los contactos con América Latina siempre los ha llevado Juan Carlos Monedero, que goza de buena relación con los diferentes gobiernos por su pasado como asesor. Monedero pertenecía hasta hace poco al conocido como "clan de Galapagar", junto a Iglesias, Montero y Juanma del Olmo. El pulso con Sumar para que la exministra de Igualdad repitiese en el cargo fue el punto de inflexión que llevó al fundador de Podemos a alejarse de Iglesias. Monedero propuso colocar a un ministro de la formación morada en Moncloa, aceptando que había que ceder. Tenía una visión pragmática que fracasó.

Montero era una línea roja que Yolanda Díaz no estaba dispuesta a cruzar. Pedro Sánchez tampoco. El presidente trasladó a la ministra de Trabajo que, para evitar la desbandada de los cinco diputados morados al Grupo Mixto, ofreciese a los morados un sillón en el Consejo de Ministros. Solo hubo una condición: no ceder con Montero. Aceptando esta premisa, el pacto era imposible porque Podemos mantenía su órdago: "O Irene o nadie". El pulso ha derivado en una pugna fratricida en las urnas. Los morados darán la batalla en las gallegas, que previsiblemente se celebrarán en abril de 2024, y también en las europeas y las catalanas.

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El test más importante son las europeas porque se leen siempre en clave nacional. Al haber una circunscripción única, las opciones de Montero son alentadoras, dado que con 300.000 votos se puede obtener representación. Los morados centrarán su campaña en denunciar que Yolanda Díaz es un "títere" de Pedro Sánchez que no representa los intereses de la izquierda. La dibujarán como una "enferma del poder" frente a una Montero que hará valer su cuestionada gestión en Igualdad. "Quiero pedirte que nos ayudes a poner en pie la bandera de las que no se rinden cuando nos derrotan", emplazó Belarra a Montero en un acto en Madrid con más de seiscientas personas.

El proyecto necesita de respaldo económico. Iglesias ya recurrió a mandatarios afines de América Latina para establecer colaboraciones de cara al lanzamiento de su proyecto mediático. Canal Red se ha convertido en el azote de Sumar. Fue aquí donde se anunció que los cinco diputados morados pasarían al Grupo Mixto. El Confidencial ha podido confirmar con varias fuentes que la secretaria general de los morados, Ione Belarra, no era muy partidaria de este movimiento que vino cocinado de Galapagar. Ella siempre acata, pese a que ha sido tentada para repetir como ministra.

Un grupo de WhatsApp

La actual situación política de América Latina beneficia a los intereses de Iglesias, uno de los impulsores del conocido como "Grupo Puebla", que nació de un grupo de WhatsApp capitaneado por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y en el que participan los mandatarios de izquierda de países como Venezuela, Ecuador, Colombia, Brasil y México. Un total de 62 dirigentes populistas, izquierdistas, revolucionarios y progresistas con los que Montero se reunió en octubre con motivo de la novena cumbre de la organización.

Iglesias intenta volver al punto de partida con Montero como sucesora. Cuando en 2021 decidió abandonar el primer plano de la política, no se atrevió a dejarla como sucesora por la relación sentimental que les une. Consideró que la exministra tenía que "fajarse" en el Gobierno para después dar el salto. Ya había quien les apodaba los "Kirchner", en referencia al presidente de Argentina, que dejó en el cargo a su esposa Cristina Fernández. Yolanda Díaz era en su jugada un mero peón. La gallega sorprendió con su capacidad de enarbolar un discurso propio al margen del líder, quien ni siquiera debatió con ella la opción de sustituirle.

Si, en su origen, la obsesión fallida de Iglesias era dar el sorpaso al PSOE, hoy trabaja para comerse a Sumar. Agitará las diferencias entre los diferentes partidos que componen el proyecto de Díaz para desestabilizarles. Cada "sí" de sus cinco diputados tendrá que arrancarse en negociación de tú a tú con el ministro multidisciplinar, Félix Bolaños. Los morados no descartan votar "no" a leyes planteadas por el Gobierno. El objetivo pasa por diferenciarse de Sumar. Como es costumbre, solo puede quedar uno.