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Las otras Pamplonas: el PSOE tiene en su mano darle tres municipios navarros a Bildu
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LA RELACIÓN CON UPN ES NULA

Las otras Pamplonas: el PSOE tiene en su mano darle tres municipios navarros a Bildu

Los socialistas insisten en que la moción de la capital navarra no se puede extrapolar a otros municipios. UPN, sin embargo, no se fía del PSN, que podría apearles de los ayuntamientos de Estella, Valle de Egüés y Barañáin

Foto: Joseba Asiron saluda a los simpatizantes de Bildu. (EFE/Jesús Diges)
Joseba Asiron saluda a los simpatizantes de Bildu. (EFE/Jesús Diges)
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No solo Pamplona. El PSOE navarro tiene en su mano darle a Bildu otros tres ayuntamientos. En Estella, Valle de Egüés y Barañáin, la aritmética es similar a la de la capital foral. UPN, la fuerza más votada en las tres localidades el pasado 28-M, gobierna en minoría y la suma de los votos de la izquierda abertzale, el PSN y otras fuerzas garantiza una mayoría absoluta. ¿Están dispuestos los socialistas a rubricar otras tres mociones de censura? En la federación navarra, insisten en que el caso de Pamplona no es extrapolable a otros lugares, pero la ambigüedad calculada de algunas declaraciones del secretario general, Ramón Alzórriz, ha disparado las alertas. También que el propio Pedro Sánchez, al ser preguntado en una charla informal con periodistas por la posibilidad de que el pacto con la izquierda radical llegue a otros municipios para echar a UPN, respondiese: "¡Si nos están llamando escoria!".

En UPN, reconocen a El Confidencial, no se fían de la palabra de los socialistas. El caso de Pamplona es palmario: hasta que el pasado 13 de diciembre se anunció el acuerdo con Bildu, el PSN lo negó de forma sistemática. Los socialistas, desde entonces, han repetido el argumento de que la capital es un "caso único", fruto de "la parálisis", de "la prepotencia" de la hasta ahora alcaldesa, Cristina Ibarrola, de su "incapacidad" para llegar a acuerdos… Pero Alzórriz, en varias de las entrevistas que ha concedido en las últimas horas, ha definido de "histórico" el pacto cerrado con Bildu para aupar a la alcaldía a Joseba Asiron. Ya no es, por tanto, fruto de una excepción, sino de algo más.

"Y no me parece lo menor, sino lo más importante, que hemos llegado a un acuerdo con EH Bildu en principios y valores democráticos y éticos. Y también en el impulso de los proyectos de ciudad que necesita la ciudadanía. Creo que el acuerdo con EH Bildu es histórico", defendió Alzórriz este miércoles en una entrevista en el diario Público. En la misma línea, la concejala Marina Curiel, la única edil socialista que intervino en el pleno en el que se votó la moción de censura, aseguró, sin mencionar el acuerdo cerrado con la izquierda radical, que la decisión de su partido respondía a "principios éticos". Son los argumentos que ha ido desgranando el PSOE para justificar una alianza que ha supuesto cruzar la última línea roja en su relación con Bildu, partido al que hasta ahora se negaba a apoyar por no haber condenado el terrorismo de ETA, algo, por cierto, que todavía no ha hecho.

¿Qué impide entonces que el acuerdo se extienda a otros municipios? La respuesta oficial en el PSN sigue siendo la misma, que Pamplona es un caso único, pero a diferencia de Bildu, que ha permanecido en un discreto segundo plano y con un perfil bajo, los socialistas se han embarcado los últimos días en un duro cruce de reproches con UPN. Tanto, que Alzórriz llegó a acusar a los regionalistas de presionar a dos ediles del PSOE para que no recogiesen su acta de concejal y ocupar así el escaño de la ministra Elma Saiz. La imagen que trasladan los socialistas es de enfrentamiento total con los regionalistas, que a su vez han roto toda relación con estos. ¿Es una forma de preparar el terreno para justificar nuevas mociones?

Foto: El diputado de EH Bildu, Joseba Asiron (c) celebra en el balcón del ayuntamiento convertirse en el nuevo alcalde de Pamplona. (EFE/Jesús Diges)

Mientras el PSN ha ido subiendo el tono de su discurso, también ha asegurado tender la mano a UPN para llegar a un acuerdo presupuestario en aquellos municipios en los que los regionalistas no tienen mayoría. No obstante, los socialistas ya han anunciado que no están dispuestos a firmarles un "cheque en blanco", al tiempo que UPN ha puntualizado que no tiene nada que negociar con el PSN. "Todos los puentes están rotos", sostiene Javier Esparza, presidente de la formación. ¿Qué pasará cuando se constate que no hay acuerdo posible?, ¿será el argumento para cerrar nuevos pactos con Bildu? "No adelantamos escenarios", se limitan a responder en el PSOE navarro.

Qué supone para UPN

La pérdida de más municipios para UPN supondría un duro golpe. La formación, a pesar de ser la fuerza más votada tanto en las elecciones autonómicas como municipales, ha visto mermado su poder por los pactos entre el PSN, Bildu, Geroa Bai (la coalición en la que está integrado el PNV) y Podemos. Una vez perdido el Gobierno foral, en manos de la socialista María Chivite, los regionalistas al menos tenían el consuelo de ser la primera fuerza municipal y gobernar al 53% de la población navarra. Sin Pamplona, el porcentaje baja al 21%.

Foto: Cientos de personas frente al Ayuntamiento de Pamplona. (A. Farnós)

Estella (14.195 habitantes), Valle de Egüés (22.121) y Barañáin (19.575), estos dos últimos en la comarca de Pamplona, son tres importantes municipios y en los tres UPN gobierna en minoría. En Estella, localidad en la que el PSOE expulsó la pasada legislatura a dos ediles que se abrieron a negociar con Bildu, se podría replicar tal cual el pacto de Pamplona. Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo suman nueve concejales, justo mayoría absoluta. De momento, la secretaria general de los socialistas en el municipio ha descartado una moción de censura. Para alcanzar la mayoría absoluta, en Barañáin, Bildu y el PSN podrían incluso prescindir de Geroa Bai o Podemos, mientras que en Valle de Egüés, necesitarían, sin embargo, el apoyo de un quinto socio, un partido independiente, para apear de la alcaldía a UPN.

El caso de Estella, además, es paradójico. Según informa Carlos Rocha, en 2020 la dirección del PSN expulsó a dos concejales por intentar armar una moción de censura con Bildu que se parece mucho a la que salió adelante este jueves en la capital navarra. La agrupación socialista de esta ciudad acabó mermada después de que hasta 42 militantes de la misma hayan acabado fuera del partido del puño y la rosa, expulsados o por su propio pie. Esos 42 afiliados fueron los que aprobaron, hace ahora casi cuatro años, la posibilidad de explorar un acuerdo con los abertzales radicales por las malas relaciones que tenían entonces los concejales del PSOE con el alcalde, de UPN.

La votación de enero de 2020 en la agrupación socialista de Estella salió adelante por 42 a 17 votos y la duda es lo que ocurrirá ahora, aunque muchos en esta localidad creen que la alianza con EH Bildu podría reeditarse ahora que el partido ha cruzado el Rubicón en Pamplona. Por más que el propio presidente del Gobierno haya circunscrito el acuerdo a la capital navarra y sus circunstancias concretas, hay otras voces en el Gobierno que han puesto el foco en la nueva relación de los socialistas con el partido de Arnaldo Otegi. El titular de Transportes, Óscar Puente, calificó la coalición radical de "partido progresista" y no mostró mayor problema por esta alianza. Y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, aseguró en el Senado que Bildu está "donde queríamos que estuviera, en la política", en referencia al abandono de la violencia por parte de ETA.

No solo Pamplona. El PSOE navarro tiene en su mano darle a Bildu otros tres ayuntamientos. En Estella, Valle de Egüés y Barañáin, la aritmética es similar a la de la capital foral. UPN, la fuerza más votada en las tres localidades el pasado 28-M, gobierna en minoría y la suma de los votos de la izquierda abertzale, el PSN y otras fuerzas garantiza una mayoría absoluta. ¿Están dispuestos los socialistas a rubricar otras tres mociones de censura? En la federación navarra, insisten en que el caso de Pamplona no es extrapolable a otros lugares, pero la ambigüedad calculada de algunas declaraciones del secretario general, Ramón Alzórriz, ha disparado las alertas. También que el propio Pedro Sánchez, al ser preguntado en una charla informal con periodistas por la posibilidad de que el pacto con la izquierda radical llegue a otros municipios para echar a UPN, respondiese: "¡Si nos están llamando escoria!".

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