Mohamed VI resarce a Sánchez con una audiencia real tras el plantón de hace un año

Pedro Sánchez deseaba ir a Marruecos justo después de su investidura en noviembre, pero quería que se le garantizase que, esta vez sí, sería recibido por Mohamed VI, según recuerdan fuentes diplomáticas. No obtuvo esa promesa y no hubo viaje presidencial, aunque su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sí viajó a Rabat a mediados de diciembre.

La Moncloa anunció el martes, por sorpresa, un viaje relámpago del presidente a Rabat el miércoles 21, sin ni siquiera precisar la agenda a última hora de la tarde. Esa falta de claridad en la respuesta y lo que se comenta en los corrillos políticos y periodísticos de Rabat hacen presagiar que, mañana sí, Sánchez se entrevistará, por fin, con el soberano en el palacio real.

Hace un año, el 2 de febrero, Mohamed VI le dio plantón a Pedro Sánchez, que se había desplazado a Rabat con motivo de la primera cumbre entre ambos gobiernos tras la larga crisis bilateral (diciembre de 2020-marzo de 2022) provocada por Marruecos para forzar un cambio de postura del Ejecutivo sobre el Sáhara Occidental. Sánchez lo plasmó en la carta que envió al monarca el 14 de marzo de 2022.

El rey estaba, en febrero de 2023, de vacaciones en Pointe-Denis (Gabón), donde se quedó tres meses, y no regresó a Rabat con motivo de esa cumbre. Habló brevemente por teléfono con Sánchez y le invitó a venir a visitarle a Rabat. Este año, las vacaciones invernales de Mohamed VI han sido más cortas, de diciembre a enero, y ya está de vuelta en Marruecos. Ha formulado, por fin, esa invitación que había quedado pendiente. Resarce así al presidente español del desplante de hace un año.

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La audiencia real reviste importancia a ojos de la Moncloa porque tiene un carácter simbólico que muestra consideración al huésped extranjero; porque es una anomalía que el jefe del Gobierno no sea recibido por el jefe del Estado del país que visita; porque la prensa española subraya que el viaje queda deslucido, y porque él ostenta el grueso del poder ejecutivo del que carecen sus ministros.

Aunque la audiencia real debería ser lo más habitual del mundo, Mohamed VI las rehúye. El año pasado pasaron por Marruecos, estando él en Rabat, Mark Rutte, primer ministro neerlandés, la reina Máxima de los Países Bajos y Jill Biden, la esposa del presidente de EEUU. No abrió las puertas de palacio para ninguno de ellos.

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Desde que se produjo la reconciliación hispano-marroquí, mañana será la segunda vez que Sánchez es recibido por Mohamed VI. La primera fue el 7 de abril de 2022. Le ofreció un iftar (cena de Ramadán) al término del cual se publicó una declaración conjunta en la que el Gobierno español confirmaba su alineamiento con la oferta de Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Propone una autonomía bajo su soberanía sorteando el referéndum de autodeterminación recogido en las resoluciones de la ONU.

Aquella declaración conjunta de hace dos años también incluía una hoja de ruta que ha sido incumplida por Rabat. El punto más llamativo preveía la reapertura de la aduana de Melilla, cerrada de un plumazo en agosto de 2018, y la inauguración de una en Ceuta. Albares dio incluso fechas indicativas sobre su puesta en marcha, pero a día de hoy no existen. Cruzar desde las ciudades autónomas a Marruecos es además un auténtico vía crucis. Desde mediados de 2023, Rabat hace menos esfuerzos por frenar la inmigración irregular, sobre todo a la Península. En otros ámbitos, como el de la delimitación de aguas en la fachada atlántica, tampoco se ha avanzado un ápice.

Como cada vez que se informa de un viaje oficial a Marruecos, el anuncio va acompañado de una declaración ditirámbica a la que la Moncloa no recurre cuando el presidente visita otros países. Marruecos es "un país vecino, amigo y socio estratégico de España en todos los ámbitos", según el Ejecutivo, que recordó además "los profundos lazos que unen a ambos países".

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Aunque Sánchez no vaya acompañado por ningún ministro económico, es probable que tras la audiencia real se haga algún anuncio. “Habrá mensajes muy positivos”, vaticina un empresario español con gran implicación en Marruecos. Las empresas ferroviarias españolas desearían poder construir el tren de alta velocidad de Kenitra a Marrakech y exportar buena parte de los trenes que la ONCF, la Renfe marroquí, tiene la intención de adquirir en los próximos meses.

Sánchez viaja a Rabat 10 días después de que su ministro Albares haya cancelado en el último momento su primera visita a Argel tras la larga crisis hispano-argelina (marzo de 2022-noviembre de 2023). Achacó el “aplazamiento” a “problemas en la agenda” de sus interlocutores argelinos. Otras fuentes indicaron que tomó esa decisión cuando supo que no sería recibido en audiencia por el presidente argelino, Abdelmajid Tebboune.