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Reunión con Puigdemont y mediación de Zapatero para el pacto PSOE-Junts
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No hay margen para más desencuentros

Reunión con Puigdemont y mediación de Zapatero para el pacto PSOE-Junts

En privado y sin mediador, Santos Cerdán se volvió a reunir con el expresidente en febrero para desbloquear la amnistía y avanzar en los Presupuestos

Foto: Reunión entre Carles Puigdemont y Santos Cerdán. (EFE/PSOE)
Reunión entre Carles Puigdemont y Santos Cerdán. (EFE/PSOE)
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Desde el mismo 30 de enero, cuando Junts votó en contra de la ley de amnistía, Moncloa se puso a trabajar para encontrar la bautizada como "pista de aterrizaje" para Carles Puigdemont. Había que levantar el veto de Junts a la norma llamada a dar oxígeno a la legislatura. El pasado jueves, con la aprobación del alivio penal para los líderes soberanistas, el PSOE respiró, pero desde el entorno del fugado aseguran a El Confidencial que el siguiente paso es que el PSOE les dé "una pista de despegue". Pedro Sánchez ha logrado ganar tiempo, aunque las citadas fuentes auguran un "año muy difícil" para el presidente. El socio preferente alardea de haberle "tomado la medida" y hará de cada negociación una agonía mientras sopesa ser candidato a la Generalitat para que los votos del PSOE le "restituyan" como presidente.

El pulso más inminente son los Presupuestos. El Gobierno da por descontado que contarán con el apoyo de sus socios porque se han negociado "en paralelo" a la amnistía. En público, el secretario general de los neoconvergentes, Jordi Turull, negó este extremo. Las conversaciones en el mes de febrero entre Junts y el PSOE han sido intensas y a diferentes niveles. Ambas formaciones eran conscientes de que debían poner en marcha la legislatura. No había margen para más desencuentros. El mal resultado de los socialistas en las elecciones gallegas y el estallido del caso Koldo ha servido de acicate. El PP ganaba espacio en el discurso político.

El primer paso para encarrilar la nueva ley de amnistía se dio en una reunión. La última que se hizo pública fue en diciembre con el mediador salvadoreño. En este caso acudieron Turull, la líder de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Era hace quince días cuando empezaba formalmente el deshielo tras el desencuentro en la Cámara baja. Previamente, y como ya hiciese en la votación de los decretos ómnibus en el Senado, José Luis Rodríguez Zapatero, había hablado con el prófugo. El expresidente es el interlocutor con Puigdemont, como ya desveló este diario. Una especie de "botón de emergencia" cuando los emisarios de segundo y tercer grado se enrocan.

"Zapatero-Puigdemont, Cerdán-Turull y Bolaños-Nogueras", son las "parejas de baile" relata un hombre muy próximo al exmandatario catalán. En la cita fuera de España se corroboró que "había acuerdo para sacar adelante un acuerdo". A partir de ahí había que ponerse a trabajar hasta llegar al redactado que se presentó el día 7 en la Comisión de Justicia. Los socialistas se retractaban una vez más y aceptaban retoques en el texto de la ley. Eliminar las referencias al Código Penal para que el terrorismo cuelgue del derecho europeo. El intercambio de papeles ha sido constante.

Foto: Carles Puigdemont, en un acto del Consejo por la República. (EFE/David Borrat)

El sprint final entre Junts y el PSOE se da el viernes pasado. Lo siguiente es poner sordina a la guerra entre los de Puigdemont y Oriol Junqueras. Los republicanos han criticado abiertamente la "sobreactuación" de los junteros y eran reticentes a cerrar un pacto a tres. Como contó ayer, El Confidencial fue necesaria una llamada entre Turull, recuperado del infarto que sufrió el pasado 26 de febrero, y la dos de ERC, Marta Rovira huida de la Justicia en Ginebra. Fumata blanca a la amnistía.

"A partir de ahora entramos en una nueva fase" adelantan desde Waterloo, donde explican que en los próximos días elevarán los decibelios del discurso. ¿Qué ronda ahora por la cabeza de Puigdemont? Turull dio la primera pista al marcar el mes de julio como fecha del regreso del líder independentista a Cataluña. El retraso en la aprobación de la ley de amnistía le impedirá hacer campaña para las europeas en casa, como era su intención. Hay nuevos plazos y nuevos planes. La previsible suspensión de la medida de gracia cuando sea recurrida al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por el Supremo no será un obstáculo para la tan ansiada vuelta a España. Las medidas cautelares recaerán y según reconocen fuentes judiciales, "nadie se atreverá a meterle en la cárcel" si cruza la frontera.

Foto: Pedro Sánchez, en las obras del metro de Sao Paulo. (EFE/Isaac Fontana)

Con este horizonte, Puigdemont está sopesando ser el candidato a las próximas elecciones catalanas previstas para primeros de 2025. En Junts le presionan. Habrá que ver como evoluciona la amnistía. La ley podría estar aprobada definitivamente a finales de mayo o principios de junio, en plena campaña de las elecciones europeas. Tras su aprobación en la Comisión de Justicia será ratificada por el pleno del Congreso este jueves para iniciar luego su trámite de dos meses en el Senado. El PP intentará ralentizar lo máximo posible los tiempos.

Las catalanas son la auténtica prueba de resistencia de Sánchez. Moncloa ha centrado todo el argumentario de la amnistía en la "reconciliación" que fían a una victoria de Salvador Illa para que el PSC se haga con la Generalitat. Con Puigdemont como candidato se complicaría aún más el escenario. Desde Junts ya adelantan que el prófugo exigiría a Sánchez "lo mismo que él pidió". Es decir, que los socialistas facilitasen que Puigdemont volviese a ser presidente: "Investidura a cambio de investidura". Este escenario ni se contempla en Moncloa, donde las relaciones con el exministro de Sanidad se han enfriado. Es tiempo de Presupuestos. Con las cuentas atadas, Sánchez aguantará con o sin la venía de Junts en el Congreso.

Desde el mismo 30 de enero, cuando Junts votó en contra de la ley de amnistía, Moncloa se puso a trabajar para encontrar la bautizada como "pista de aterrizaje" para Carles Puigdemont. Había que levantar el veto de Junts a la norma llamada a dar oxígeno a la legislatura. El pasado jueves, con la aprobación del alivio penal para los líderes soberanistas, el PSOE respiró, pero desde el entorno del fugado aseguran a El Confidencial que el siguiente paso es que el PSOE les dé "una pista de despegue". Pedro Sánchez ha logrado ganar tiempo, aunque las citadas fuentes auguran un "año muy difícil" para el presidente. El socio preferente alardea de haberle "tomado la medida" y hará de cada negociación una agonía mientras sopesa ser candidato a la Generalitat para que los votos del PSOE le "restituyan" como presidente.

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