La investigación canaria del 'caso Mascarillas' agita el debate sobre si Torres podrá ser candidato

La lacerante pérdida de poder que el PSOE sufrió en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo obliga a una recomposición del mapa territorial para confirmar o renovar liderazgos. Se han producido ya cambios en Extremadura y la Comunidad Valenciana. Pero queda aún pendiente Aragón, Baleares, Canarias y La Rioja y ratificar o no a Juan Espadas en Andalucía.

De no convocarse congresos extraordinarios, los relevos aún están lejos. Según los estatutos, el cónclave federal puede celebrarse este otoño, cuando se cumplen tres años del último, o el siguiente. Solo después de que se realice van en cascada los autonómicos. Si la legislatura se estabiliza después de las catalanas, Pedro Sánchez resolverá en qué momento político encaja mejor el congreso.

Pero el debate sobre los recambios está latente. En Canarias, desde el momento en que su expresidente Ángel Víctor Torres, aceptó ser ministro de Política Territorial y Memoria Democrática. Quedarse como líder de la oposición habría sido una señal clara de que pretendía optar a un segundo mandato, como en su día hizo el extremeño Guillermo Fernández Vara, o su propio predecesor en el cargo, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria (CC), que, tras los cuatro años de Torres y una legislatura en el Senado, ha regresado como presidente.

Torres nunca ha dejado claras sus intenciones. Su marcha al Ministerio se interpretó en el PSOE como una salida. Los socialistas canarios ganaron las elecciones, pero no pudo gobernar por el pacto entre CC y el PP. El precedente de Clavijo podía abonar la tesis de la vuelta. Aunque a diferencia de otros territorios, Torres tiene una sustitución fácil en la exministra de Sanidad y alcaldesa de Las Palmas, Carolina Darias, cuya candidatura municipal se patrocinó desde la Moncloa, y a quienes una parte del partido ve como alternativa.

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La gestión de Torres durante la pandemia está siendo objeto de la lupa judicial. Su gobierno ya se vio salpicado por el caso Koldo. Es una de las administraciones autonómicas que contrató con la trama durante la pandemia. Pero en Sanidad tienen otro asunto judicializado, el llamado caso Mascarillas. Este jueves los agentes de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y de la Unidad Central de Ciberdelincuencia (UCC) de la Policía Nacional de Las Palmas de Gran Canaria y de Madrid registraron durante 12 horas la Consejería por orden la Fiscalía europea.

Se investiga el destino de cuatro millones de euros que el Servicio Canario de Salud adelantó en 2022 a una empresa de importación de coches RR7, para adquirir un millón de mascarillas que nunca se entregaron. Esta acumulación de asuntos, junto al escándalo de Tito Berni, está desgastando al socialismo canario.

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Aunque fuentes del entorno del PSOE en Canarias niegan que exista "debate sucesorio", otras fuentes del partido mantienen que este caso "complica" el legado de Torres y "dificulta" sus posibilidades de repetir como candidato. No se apunta a que se pueden producir implicaciones judiciales, pero sí la exigencia de responsabilidades políticas.

El propio Clavijo, recuerdan quienes avalan a Ángel Víctor Torres, estuvo imputado, por un posible caso de prevaricación cuando era alcalde de San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), que fue archivado por el Tribunal Supremo dos meses antes de las elecciones del 28-M. En las próximas encuestas, añaden, se comprobará si al PSOE le pasa factura el caso Mascarillas.