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Sánchez mantiene al margen a su núcleo duro: no les ha dado ningún dato nuevo sobre su "dimisión"
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Sánchez mantiene al margen a su núcleo duro: no les ha dado ningún dato nuevo sobre su "dimisión"

El presidente ha cerrado el capítulo sin proporcionar a sus más estrechos colaboradores información distinta a la que ha contado públicamente. El partido y los socios parlamentarios siguen a oscuras

Foto:  Pedro Sánchez este viernes en Tarragona. (EFE/Quique García)
Pedro Sánchez este viernes en Tarragona. (EFE/Quique García)
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La magnitud de las elecciones catalanas, la prueba de vigor que supone para el PSC y para el independentismo y sus efectos para la gobernabilidad, han disipado rápidamente la atención, interna y externa, sobre Pedro Sánchez tras regresar de sus cinco días de casi dimisión. El drama de su posible marcha se ha olvidado en tiempo récord para concentrar todo el esfuerzo en una victoria, lo más amplia posible, de Salvador Illa.

Pero entre los socialistas este episodio no ha perdido vigor. Se sigue examinando el comportamiento del presidente del Gobierno con la dedicación de un científico, tratando de entender qué le indujo a parar de sopetón y a hacerlo público a través de una carta a los ciudadanos, sin comentarlo con su equipo más cercano; si fue algo meramente personal o es que en los últimos meses se ha sentido poco acompañado; y, por supuesto, si ha estado acertado con la gestión.

Más allá de la coincidencia en que ha tenido un efecto internacional negativo para su imagen, el PSOE continúa sin respuestas. Su relato es que después de conocer la apertura de una investigación judicial contra su mujer, Begoña Gómez, por una denuncia de Manos Limpias —"la gota que colmó el vaso"— tuvo la necesidad de "reflexionar en la intimidad". La misiva a los españoles, en la que adelantaba que valoraba renunciar a la presidencia del Gobierno, la escribió sin el conocimiento de su esposa que, nada más saberlo, le pidió que no dimitiera. Al final, la manifestación del sábado en Ferraz para pedirle que siguiera, decantó su permanencia.

Esto es lo que el presidente ha contado en varias entrevistas. Y también lo mismo que le ha dicho a su núcleo duro. Ni una sola explicación más ni nada distinto a su versión pública. Fuentes socialistas aseguran que justo esto es lo que narró a las cuatro personas que el lunes 29 de abril citó en la Moncloa para anticiparles su continuidad al frente de la Presidencia: la vicepresidenta y vicesecretaria general, María Jesús Montero, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el jefe de gabinete del presidente, Óscar López.

Foto: Pedro Sánchez y Salvador Illa en un acto del PSC. (EFE/Quique García)

Fue López quien, por orden de Sánchez, convocó al resto a las 10 de la mañana, una hora antes de que el jefe del Ejecutivo lo anunciara en una declaración institucional. El hecho de que ni les transmitiera antes su estado de ánimo ni les avanzara antes su intención de quedarse, cuando lo había decidido el domingo por la noche, es para el PSOE otro de los enigmas pendientes.

Fuentes del partido sostienen la tesis de que en ese núcleo se ha producido una quiebra de confianza, que llevó al presidente a no adelantar nada para que no se filtrara. Lo vinculan a que en otros momentos, Sánchez ha intentado mantener asuntos en secreto que luego ha sabido que trascendieron fuera de su círculo. Y que ahora ha querido evitarlo a toda costa. En resumen, que ha actuado así por cierta "desconfianza".

Foto: José Luís Álvarez

Y eso que se trata de un dirigente que ya antes de esta crisis ha pautado todos sus pasos en soledad y que escoge muy bien la información que proporciona a sus colaboradores. "No tiene una persona en la que confíe todo", explican en el Gobierno. Ese aislamiento, y la exhibición de absoluta dependencia que el PSOE ha dado ante su posible marcha, tiene carcomida a la organización. El "alivio" por su permanencia es general pero hay tantas preguntas sin contestar que el debate permanece latente.

Sí existe unanimidad de que ha tenido una necesidad real de darse un respiro. No sólo por las informaciones que han puesto el foco en su mujer, que fueron el detonante, sino porque acumula un "hartazgo personal". Personas que han estado con él en los últimos meses, antes de que Begoña Gómez se convirtiera en objetivo de controversia política, tras las informaciones de este diario, aseguran que le han notado "cansado", "desgastado" por la intensidad de los ataques contra él desde que llegó a la Moncloa.

Por ello, entre las interpretaciones que se hacen es que ha buscado una muestra férrea de respaldo del partido y del Gobierno. "Nos ha puesto a prueba", señalan, tras semanas en que su esposa ha estado en el centro de la discusión política. Para que todo el mundo esté absolutamente "implicado" o sea consciente de cómo le afecta a él.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, frente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso. (Europa Press/Eduardo Parra)

Se buscan justificaciones a su retiro porque "no hay manera de explicarlo", admiten. "Algo tiene que estar pasando". El razonamiento del presidente, y la cruzada que pretende emprender contra la desinformación, han resultado internamente insuficientes. Pero el PSOE es más consciente ahora que "dependemos de un solo hombre" con todo lo eso supone: la inhabilitación del partido, que ya antes estaba en manos de Sánchez, y la oscuridad ante el futuro. "Generar tanta distancia con la dirección tiene un coste", apuntan.

El ambiente es "raro", constata otro alto cargo, y hay "nervios". La extrañeza sobre lo que se ha vivido afecta también a los socios parlamentarios del PSOE, que pasaron de demandar que no se fuera, a pensar que todo había sido una jugarreta. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, aseguró este viernes en Radio Popular, que Sánchez "ha perdido una grandísima parte de la simpatía que produjo al inicio". Porque, añadió, "yo creo que en la explicación ha metido la pata y, si ha sido sincero, pienso que es criticable". "Estábamos todos más preocupados que él".

Pretendido o no, su vuelta a la actividad ha reforzado su conexión con las bases socialistas. No hay seguridad de si eso tendrá efectos este 12-M en un aumento del voto para Illa pero en la organización sí consideran que ha contribuido a la movilización. La realidad es que su presencia en la campaña catalana está causando sensación. Él responde directamente a la militancia que está a su lado", "con más ganas y fuerza que nunca".

Hasta se ha permitido bromear en el vídeo que ha protagonizado con el 18 aniversario de El Intermedio. "Ya te quieres marchar", le dice a Wyoming. "Aún te quedan muchos servicios que prestar. Si sigo yo, seguimos todos".

La magnitud de las elecciones catalanas, la prueba de vigor que supone para el PSC y para el independentismo y sus efectos para la gobernabilidad, han disipado rápidamente la atención, interna y externa, sobre Pedro Sánchez tras regresar de sus cinco días de casi dimisión. El drama de su posible marcha se ha olvidado en tiempo récord para concentrar todo el esfuerzo en una victoria, lo más amplia posible, de Salvador Illa.

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