Illa negociará solo para evitar el contagio nacional pero el PSOE ya lanza guiños a ERC

Sin disimulos ya en Ferraz. Después de cierta contención en la noche electoral, los socialistas se muestran absolutamente ufanos con el resultado de Salvador Illa en las elecciones catalanas y la posibilidad de que gobierne con el apoyo de ERC y de los comunes. Hasta Pedro Sánchez lo ha hecho explícito en la reunión de la Ejecutiva: "Estoy feliz".

El PSOE, y particularmente el presidente del Gobierno, ha visto refrendada su tesis de que la amnistía y los indultos ayudaría a rebajar el fervor independentista. Pero aún falta llegar al final del camino y que Illa se convierta en president para abrir un "tiempo nuevo". El objetivo de Ferraz es evitar a toda costa la contaminación nacional y aislar la situación catalana de la gobernabilidad en Madrid.

La portavoz de la dirección, Esther Peña, destacó en rueda de prensa que "el gobierno de Cataluña se decidirá en Cataluña". Illa conducirá las negociaciones en solitario. Y aunque hablará con todos los grupos políticos, menos con las dos formaciones de ultraderecha, Vox y Aliança Catalana, el PSOE pone todo el foco sobre ERC, que es realmente quien tiene la llave de la Generalitat.

"Hay muchas cosas que nos unen", dijo Peña. "Compartimos soluciones y recetas para mejorar la vida de la gente", añadió. "ERC tiene mucho qué decir" y "jugará un papel determinante". La presión sobre los republicanos ha comenzado, aunque en el PSOE son conscientes que prácticamente no habrá avances hasta después de las elecciones europeas del 9 de junio. La constitución de la Mesa del Parlament, importantísima para dar pistas sobre futuros pactos, no se producirá hasta el 10, solo un día después.

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A pesar de que el Gobierno de Sánchez depende por igual de los siete diputados de Junts y de los siete de ERC, este lunes todos los gestos se los ha llevado Pere Aragonès, que deja la política y renuncia a su escaño. La pretensión de Carles Puigdemont de ser investido no acaba de ser tomada en serio en Ferraz. "Illa es el único candidato posible", subrayó la portavoz del PSOE.

La posición ahora es esperar. Aunque las primeras señales de ERC apuntan a que no son partidarios de facilitar la investidura de Illa, en la cúpula socialista no ven unas segundas elecciones porque "se penaliza a quien bloquea en todos los ámbitos". "Vamos a sentarnos y a hablar y tiene que salir porque así lo ha dicho la sociedad catalana".

La dirección tampoco teme que el declive electoral de Junts afecte a la gobernabilidad. "Hay acuerdos firmados", recordó Peña, que el PSOE respetará y que esperan que Puigdemont también cumpla. Además, aseguró, "no existe una alternativa a Sánchez".

El PSOE saca pecho de que el presidente "ha visto validada su hoja de ruta" de "recuperar la convivencia" y apostar por la política. Es lo que la portavoz de la Ejecutiva denominó "patriotismo útil", que va "más allá de las pulseritas". "El patriotismo es saber dónde queremos llevar a España". Los socialistas han aprovechado el éxito electoral del PSC y del plan de Sánchez para reclamar a Alberto Núñez Feijóo que "pase página también" y "vuelva a los grandes consensos".