Milei acusa a Begoña Gómez de "corrupción" y espolea a Vox antes de las elecciones del 9-J

Vox puso este domingo rumbo a las elecciones europeas del 9 de junio con la moral por las nubes. La formación desplegó todo su discurso en el VIVA 24, su macroevento político de cada año, espoleado por Javier Milei y el resto de sus aliados de la ultraderecha internacional. "Abrir la puerta al socialismo es invitar a la muerte", azuzó el presidente de Argentina en el mitin de Vistalegre, ante más de 10.000 simpatizantes, para acto seguido acusar de "corrupción" a Pedro Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, en alusión a sus negocios con empresarios revelados por El Confidencial. "Tiene a la mujer corrupta y se toma cinco días para pensarlo", dijo el dirigente sudamericano. Sus palabras han abierto un choque diplomático entre el Gobierno de España y el país sudamericano.

No era la primera vez de Vox en el coso de Carabanchel, pero esta vez había un lenguaje diferente. También un nuevo referente político. El presidente de Argentina y su cruzada contra los zurdos ha brindado a Abascal y los suyos un nuevo verbo frente a la izquierda, aún si cabe más irreverente y beligerante que hace años. Todos los focos buscaban a Milei y la grada, con una elevada presencia latina, se entregó al Peluca.

"Milei sos mi esperanza para volver a mi tierra", rezaba una pancarta sobre la bandera albiceleste, portada por una pareja de argentinos. También la tricolor de Venezuela brotaba entre la marea roja y gualda de Vistalegre, prácticamente lleno. El hermanamiento contra los zurdos a ambos lados del Atlántico es total. Así lo subrayó el propio Abascal frente a la inmigración de países islámicos. "Vamos a decirlo con toda rotundidad. La inmigración ilegal masiva trae inseguridad", espetó.

La expectación era enorme. La plaza de toros reconvertida en pabellón enloqueció con el discurso del presidente de Argentina. Era el plato fuerte del mitin y se reservó para el final, como telonero de Abascal. No defraudó y de principio a fin levantó al público, en volandas con un discurso hiperventilado contra la izquierda. El líder de Vox presentó el "rugido del león" y él apareció como una estrella de rock. "¡Viva la libertad, carajo!", gritó tres veces. Después encendió al público con su recurrente "hola a todos" y su versión de la canción de Panic Show

Milei moduló los decibelios y el tono mitinero y por momentos empezó a dirigirse al público con un argumentario casi académico sobre la ruina económica de su país y su caída por las políticas socialistas en la segunda mitad del siglo XX. El presidente de Argentina, que se presentó como el profeta de un "futuro apocalíptico", alertó de cómo esos problemas se avistan ya en Europa y Estados Unidos. "Miro y veo cómo van apareciendo pequeñas señales del trágico camino que vivió Argentina", dijo, tras anunciar que no renunciará a la batalla cultural pese al exigido decoro institucional de su cargo. "Estoy convencido que hoy, más que nunca, estas ideas necesitan ser defendidas frente al maldito y cancerígeno socialismo", añadió. "Basta de socialismo, basta de hambre, basta de miseria", subrayó desde el escenario del VIVA.

Pero a medida que continuó introdujo un tono más bronco y macarra, con chanzas políticas entre su discurso liberal y capitalista. Señaló la "corrupción" de Pedro Sánchez y los negocios de su mujer, Begoña Gómez, aunque sin mencionarlos directamente: "Las élites globales no se dan cuenta de lo destructivo que puede llegar a ser implementar las ideas del socialismo. Lo tienen demasiado lejos. No saben qué tipo de sociedad pueden producir y qué calaña de gente atornillada al poder ni qué abusos puede generar. Aún cuando tiene a la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo".

Acto seguido criticó a los medios de comunicación "ensombrados" y anunció una ofensiva total, sea cual sea la situación, en "defensa de las ideas de la libertad". "Me importa un rábano lo que digan los zurdos", dijo el Peluca. "Todos los que defendemos la libertad debemos ponernos de pie y decir basta. Volvamos a defender los valores que hicieron grande a occidente, defendamos la vida, la libertad y la propiedad privada", añadió.

La respuesta del PSOE no se hizo esperar y desde Ferraz exigieron una disculpa del presidente de Argentina, así como un apoyo de Alberto Núñez Feijóo y una condena inmediata de sus palabras. "El discurso de odio de la internacional ultra no puede quedar impune", señalan fuentes de Ferraz.

Abascal, contra el PP

Santiago Abascal recogió el testigo de Milei contra los "zurdos, rojos y socialistas" y cerró el VIVA 24 con un tono mucho más elevado. El líder de Vox desplegó de nuevo su catálogo contra la izquierda y Sánchez y activó el piloto electoral contra el PP. "¿Cómo es posible que no les hayamos echado a patadas?", preguntó de forma retórica, mientras el público ya mencionaba a Alberto Núñez Feijóo, como si estuvieran programados. "Porque hay una derechita cobarde y estafadora que hace como que defiende al lo que no defiende", declaró. "Se manifiesta y al día siguiente va mendigando", añadió Abascal, en alusión a las convocatorias en la calle y las negociaciones para reformar el CGPJ o el sistema de financiación autonómica, aunque ninguna de las dos cosas se han resuelto.

La campaña europea ya está en marcha y tanto Santiago Abascal como el candidato del 9-J, Jorge Buxadé, destacaron que el PP y el PSOE son lo mismo y votan juntos en la mayoría de mociones que se debaten en Bruselas. "Defienden lo mismo, son amigos en la Agenda 2030. Aliados en el totalitarismo woke y todos los disparates", dijo. La carga política del acto fue muy significativa y ningún asunto fue ajeno. Cómo no, tampoco el conflicto en Oriente Medio y la postura del Gobierno respecto a Israel y su ofensiva en Gaza y su campaña de "antisemitismo repugnante". "Vemos a ministros coreando lemas de los salvajes terroristas de Hamás", apostilló Abascal.

Vox, como en las ediciones anteriores del VIVA, ha presumido de aliados y ha reunido en la capital a lo más granado de los conservadores de todo el mundo. Si bien existen diferencias ideológicas y programáticas entre los invitados, cada una de las intervenciones giró en torno a los principales ejes discursivos de la ultraderecha nacionalista y populista, con referencias a la identidad y la tradición, la civilización occidental y sus raíces cristianas, la libertad, la inmigración y la "islamización" de Europa, la familia, la educación o el aborto y las leyes trans. También hubo alabanzas para Donald Trump, ausente esta vez.

No faltó nadie. La cúpula de Vox al completo estuvo arropada por el presidente de Argentina, pero también por los principales representantes del bloque conservador en Estados Unidos, como la fundación Heritage o la conservative Political Action Conference (CPAC). Trump y Abascal frente a Sánchez y Biden.

En el acto participaron el líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast; la líder de la Agrupación Nacional de Francia, Marine Le Pen; o el ministro israelí de lucha contra el antisemitismo, Amichai Chikli, entre otros. Con mensajes grabados hicieron lo propio el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el exprimer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki. La presidenta de Italia, Giorgia Meloni, intervino en directo.

La líder de Fratelli d'Italia, un fijo en los actos de Vox, continuó con la arenga electoral para las europeas y reivindicó el papel de los conservadores europeos en la transformación de Europa, con el 9 de junio como una oportunidad histórica. "Cuando la historia llama, la gente como nosotros no retrocedemos. No lo hemos hecho hasta ahora y no lo haremos ni mucho menos ahora", señaló Meloni, que insistió en las políticas de la ultraderecha internacional como la única alternativa frente a la izquierda, como la protección de las fronteras o la defensa de la identidad y la soberanía de las naciones. "Nosotros queremos y podemos construir una UE diferente y mejor que la actual", añadió, tras acusar a la izquierda de los males que padece Europa.

Programa para las europeas

El macroevento ha servido también como acto inaugural de la campaña para las elecciones europeas del próximo 9 de junio, donde el partido tiene depositadas grandes esperanzas tras el estancamiento de las últimas citas con las urnas, en Cataluña y el País Vasco. El partido, encuadrado en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), ha desgranado durante este fin de semana las líneas maestras de su programa.

Vox, cuya candidatura está liderada por Jorge Buxadé, apuesta por "preservar la identidad nacional" y desarrollar una reforma de la UE para proteger la soberanía de los estados. También la protección de las fronteras con una nueva estrategia migratoria y la revisión del Pacto Verde para “equilibrar la acción climática y la prosperidad” y proteger el sector primario nacional frente a la competencia desleal extranjera, en el caso de España con respecto a los productores de Marruecos. "Nos jugamos el futuro de España y Europa", dijo Buxadé en su intervención, casi a gritos, contra el "globalismo" y la "casta" de Bruselas.

El programa incluye también "impulsar el crecimiento económico" con una estrategia para "liberar el potencial del mercado único y las pequeñas empresas europeas". Además, según ha trasladado la formación "energizar e innovar" e "impulsar el crecimiento económico mundial" y promover un "gasto inteligente" con un nuevo presupuesto de la UE.