Sánchez defiende que Milei "no ha estado a la altura" y advierte de otra "respuesta" si no se disculpa

El grave conflicto diplomático entre España y Argentina sigue en fase ascendente, con la implicación directa del propio presidente del Gobierno. Pedro Sánchez no ha querido obviar esta crisis y aprovechó un acto este lunes del periódico Cinco Días para asegurar que el mandatario argentino "no ha estado a la altura" y advertir de que el Gobierno dará más pasos si no rectifica. Milei, invitado este domingo en un acto de Vox, que reunió a otros representantes de la ultraderecha mundial, arremetió contra el jefe del Ejecutivo español y se dirigió a su mujer, Begoña Gómez, como "corrupta".

Sánchez defendió que entre dos gobiernos "los afectos son libres pero el respeto es irrenunciable". Y desligó completamente la andanada de Milei de la relación de afecto y las raíces comunes entre españoles y argentinos. "Soy plenamente consciente de que quien ayer habló no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino". "España y Argentina son dos países hermanos cuyos pueblos se quieren y se respetan" reiteró.

El presidente hizo esta matización en un momento especialmente difícil entre las dos naciones, después de que el Gobierno haya llamado a consultas 'sine die' a la embajadora en Buenos Aires, en protesta por las declaraciones de Milei. España exige una disculpa que, por ahora, distintos portavoces del dirigente argentino rechazan.

Con el propósito de transmitir esta demanda de manera formal, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, convocó hoy al embajador argentino y se entrevistó personalmente con él. La reunión fue de media hora. Fuentes del Ministerio explican que el encuentro se ha producido "dentro los cauces del respeto y la cortesia diplomática que tanto el Gobierno como el ministro mantienen en todo momento".

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Pero sólo la citación ya ha supuesto escalar un peldaño más en la crisis diplomática. Y el Ejecutivo se reserva la adopción de nuevas medidas si no se produce la rectificación. Sánchez aludió a esta solicitud y avisó que "en consonancia, la respuesta del Gobierno será acorde a la dignidad que representa la democracia española y a los lazos de hermandad que unen a España y Argentina".

Con Vox jaleando a Milei y el PP con una posición en función de las horas y del interlocutor, pero sin dar apoyo al Gobierno, el presidente, a punto de comenzar la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio, introdujo también la variable nacional y señaló que "defender a las instituciones españolas de los insultos y difamaciones que eventualmente puedan hacer mandatarios extranjeros no entiende de peros, porque más allá de la ideología, está la educación y el patriotismo".

También censuró las palabras de Santiago Abascal en el acto de la "internacional ultraderechista", donde aseguró que "hay que sacar a patadas y a gorrazos a un gobierno ilegítimo" y las consideró "una apelación explícita a la violencia política". Es "antidemocrático" y "exige una condena rotunda por parte de todas las fuerzas políticas, de todos los medios de comunicación y del conjunto de la sociedad".

El Gobierno está ahora concentrado en que Argentina entienda la dimensión de la crisis mientras el Ejecutivo de Milei trata de restarle importancia con el argumento de que su presidente no mencionó por su nombre a Begoña Gómez y la apelación al altercado previo con España, cuando hace unas semanas el ministro de Transportes, Óscar Puente, sugirió que el presidente argentino consumía drogas, en un acto del PSOE. Puente, en medio del silencio del resto de ministros -sólo el partido le respaldó- tuvo que mostrar días después su arrepentimiento público por sus palabras, que pusieron en un aprieto a su propio Gobierno.

La respuesta argentina

Por su parte, el Gobierno de Argentina ha negado que exista un "problema diplomático" y ha acusado a las autoridades españolas de elevar "de mala fe" las tensiones por lo que sería un tema de índole "personal" entre el presidente argentino, Javier Milei, y el español, Pedro Sánchez, al que ha instado a pedir disculpas por la "catarata de insultos" vertida por miembros de su gabinete.

El portavoz de Milei, Manuel Adorni, se ha mostrado "absolutamente sorprendido" por la escalada de las tensiones y ha señalado de hecho que "el origen de todo esto fue una catarata de insultos del Gobierno español", en una rueda de prensa en la que ha aludido de manera directa a declaraciones de varios miembros del Ejecutivo.

Se trata, ha añadido, de diferencias de "índole personal" o "índole ideológica", por lo que Adorni confía en que Argentina y España puedan "reconducir" las relaciones una vez superadas las elecciones europeas. Sí ha aclarado que Milei no tiene previsto llamar a Sánchez y, de hecho, ha apelado al dirigente español a que sea él quien pida perdón, "incluso públicamente".

En campaña

Con las elecciones europeas en menos de dos semanas y la campaña del PSOE lanzada para frenar en Europa la "ola ultraderechista" global, los socialistas están exprimiendo el conflicto con Milei. La portavoz de la dirección, Ester Peña, manifestó que "un ataque a España de esta magnitud que sobrepasa cualquier línea roja diplomática" .

Peña afeó la falta de apoyo del PP porque, dijo, "a España se le respeta y se le defiende, gobierne quien gobierne". "Y eso es lo que el PP dejó de hacer hace muchísimo tiempo". La dirigente socialista recordó que su partido sí se puso del lado de los populares cuando Hugo Chávez cargó contra José María Aznar.

Desde Ferraz se afeó también la foto de Milei con empresarios porque no aparecía ninguna mujer. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, relató que fue una convocatoria del Gobierno argentino y cada empresa decidió quién le representaría.