Es noticia
El PP cierra filas para frenar otro resbalón en la recta final del 9-J: "La moción de censura es inviable"
  1. España
Elecciones europeas

El PP cierra filas para frenar otro resbalón en la recta final del 9-J: "La moción de censura es inviable"

Génova vuelve a perder el control del mensaje en el tramo decisivo de la campaña electoral, en beneficio del PSOE, al evocar una moción de censura y la sombra de Puigdemont: "El rival también juega"

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene en un mitin en Santa Cruz de Tenerife. (EFE/Ramón de la Rocha)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene en un mitin en Santa Cruz de Tenerife. (EFE/Ramón de la Rocha)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

En toda campaña electoral tan importante es fijar bien tus mensajes como evitar que el rival les dé la vuelta como a un calcetín para utilizarlos en tu contra. Y el PP se ha acostumbrado a perder el control de la conversación pública cada vez que las urnas están a punto de abrirse. Alberto Núñez Feijóo cometió este lunes otro error no forzado al evocar en público una moción de censura contra Pedro Sánchez tras las europeas de este domingo. Un escenario que en el fondo Génova descarta “es inviable”, "implanteable"—, pero que su líder sí dibujó ayer como una posibilidad a su alcance.

El problema de Feijóo, aunque no lo citara expresamente, es que para que esa “herramienta” parlamentaria prospere, hace falta el concurso de Vox y de Junts. Y el PSOE lo aprovechó y le acusó de “echarse en brazos” de Carles Puigdemont, justo a las puertas de la entrada en vigor la amnistía, la razón fundamental de la oposición del PP contra el Gobierno.

“El rival también juega. Es de primero de comunicación política”, advertía anoche un barón territorial del PP sin ocultar su desazón por esta nueva polémica que ya les persiguió en la última semana de la campaña gallega, también sobre la amnistía y Puigdemont. Como entonces, Génova se movilizó rápidamente para intentar pinchar un globo que a su juicio ha sido interesadamente inflado por los medios de comunicación y exprimido por los socialistas. "Nuestra vocación es hacerle caer en las urnas y en unas elecciones generales que son urgentes dada la precariedad del Gobierno. Ese, y no otro, es el camino escogido. A más PP, menos Sánchez", recondujeron rápidamente desde la dirección.

"En campaña todo se magnifica. El problema que tiene Feijóo es que es demasiado honesto. Una moción con Junts es una locura, es del todo inviable y Feijóo lo sabe", apuntaron veloces desde el PP de Cataluña. "Es un instrumento que tiene en su mano para presionar con elecciones, pero nada más", zanjaron. "Que el PSOE intente quitar voto al PP por nuestra supuesta connivencia con el independentismo es enternecedor", ironizaban en la séptima planta de Génova.

Foto: El ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, hoy en la Feria del Libro. (Marta Fernández Jara / Europa Press)

En el PP se quejan de que su líder está sometido a un escrutinio máximo, aunque la mayoría reconoce que era evitable. "Se podría haber explicado peor o mejor, pero se ha exagerado demasiado", asume un miembro de la dirección nacional, que es consciente de la debilidad exhibida: "Nuestros adversarios van a utilizarlo". Otro dirigente territorial era más benévolo: “Hay una voluntad de buscarle pegas donde no las hay. En la entrevista ha hablado de que era política ficción, debate zanjado".

Pese al cierre de filas unánime, internamente hay perplejidad por la facilidad con la que Feijóo cae en las "trampas" en la recta final de las campañas, justo cuando la mayoría de los ciudadanos deciden su voto. “No se entiende que abra debates absolutamente extemporáneos”, apunta una fuente. "Este es un tema para decirlo el día después de las elecciones, no antes", lamenta otro barón. "Se dispersa el mensaje", tercia otro presidente popular.

Foto: Toni Comín ante los medios. (EFE)

Lo cierto es que en Génova siempre han desconfiado de la opción de intentar desalojar a Sánchez por la falta de apoyos parlamentarios. Y consideran que será el presidente quien se vea forzado a convocar elecciones anticipadas ante el "colapso" de una legislatura que, tras la aprobación de la amnistía, puede encallar por la investidura del próximo Govern de Cataluña. Génova censuró en su día el "balón de oxígeno" que, a su juicio, regaló Vox a Sánchez con sus dos mociones fallidas en el Congreso, que lo único que lograron fue cohesionar la coalición de la Moncloa. Un riesgo que el PP prefiere no asumir.

Feijóo la descartó públicamente en abril. "Adelanto que no voy a presentar una moción de censura porque ha comprado el apoyo de sus socios con la dignidad de todos los españoles", declaró en la sede de Génova. Fuentes de la dirección cerraron también esa puerta tras las últimas derrotas parlamentarias de Sánchez y después de que Feijóo diese la legislatura por "perdida".

Campañas demasiado largas

El de invocar una hipotética moción de censura con la inevitable ayuda de Junts no ha sido el único traspié "comunicativo" que ha ensombrecido las últimas campañas electorales de Alberto Núñez Feijóo. La psicosis interna ha sido una constante en la recta final de otras carreras electorales. El ejemplo más llamativo fue la munición que el PP regaló a sus adversarios en la antesala de las elecciones gallegas, cuando fuentes cercanas al líder popular azuzaron la opción de un indulto condicionado a Carles Puigdemont y desvelaron que Génova estudió el "encaje legal" de la amnistía.

Aquella afirmación generó una intensa marejada dentro del partido y muchos temieron por la mayoría absoluta de Alfonso Rueda. Pero el fantasma de crisis interna se esfumó por la clarísima victoria del PP en Galicia. Sucedió lo mismo en las campañas de País Vasco y Cataluña. Las dudas por la estrategia y la que para muchos fue una errónea gestión de las expectativas lastró los últimos días de la carrera electoral de Feijóo. En ambos casos, Génova consiguió diluir el mal sabor de boca de la campaña con un resultado favorable. No consiguió borrar a Vox en Euskadi, pero el PP creció. Tampoco logró arrebatar escaños a Abascal en Cataluña, pero Feijóo se disparó.

Aunque, sin duda, el trauma no resuelto sigue siendo las generales del 23 de julio, cuando la ventaja que les otorgaban las encuestas se evaporó y Feijóo se quedó sin aritmética posible frente a Sánchez. El partido hizo entonces cierta autocrítica por los errores cometidos especialmente en la recta final, unos días en los que Génova infló el margen mínimo hasta los 150 escaños y dio por hecha la investidura con Vox, al hablar incluso de ministrables. Tampoco pasó desapercibida la polémica entrevista del líder popular en TVE, en la que defendió que el PP siempre revalorizó las pensiones conforme al IPC... y que le obligó a rectificar. En suma, una cadena de errores de los que comienza a haber hemeroteca y que demuestran que a Feijóo se le terminan haciendo largas las campañas.

En toda campaña electoral tan importante es fijar bien tus mensajes como evitar que el rival les dé la vuelta como a un calcetín para utilizarlos en tu contra. Y el PP se ha acostumbrado a perder el control de la conversación pública cada vez que las urnas están a punto de abrirse. Alberto Núñez Feijóo cometió este lunes otro error no forzado al evocar en público una moción de censura contra Pedro Sánchez tras las europeas de este domingo. Un escenario que en el fondo Génova descarta “es inviable”, "implanteable"—, pero que su líder sí dibujó ayer como una posibilidad a su alcance.

Alberto Núñez Feijóo Elecciones europeas Carles Puigdemont Partido Popular (PP)
El redactor recomienda