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Tensión en el PP por el riesgo a que Sánchez les alcance el 9-J: "Si sobrevive, habrá Gobierno hasta 2027"
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Tensión en el PP por el riesgo a que Sánchez les alcance el 9-J: "Si sobrevive, habrá Gobierno hasta 2027"

En la dirección de Génova cunde la preocupación por temor a un empate con el PSOE el domingo. La resistencia de Vox, el optimismo de Sánchez y la incógnita de la participación inquietan a los populares

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante un acto electoral. (EFE /Sergio Pérez)
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante un acto electoral. (EFE /Sergio Pérez)
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La incógnita de la participación, la fiabilidad decreciente de las encuestas y los efectos de la intensa polarización política han provocado que el PP mire a la apertura de las urnas europeas con inquietud. Hace unos meses, los sondeos pronosticaban que Alberto Núñez Feijóo ganaría por goleada a Pedro Sánchez en la primera contienda con proyección nacional desde el 23-J. Génova sigue confiando en esa victoria, aunque asumen que la ventaja frente al PSOE puede ser mínima. "Hay motivos para estar nerviosos", comenta un eurodiputado popular.

El renovado optimismo del PSOE y el ajustado margen que revelan los trackings que manejan tanto en Génova como en Ferraz han llevado a los populares a encender algunas luces de alarma. Que Sánchez consiga decantar la balanza a su favor es un escenario que prefieren no contemplar en las filas de los populares. Las consecuencias de esa posibilidad serían nefastas para el liderazgo de Feijóo. Pero lo que sí preocupa es que los socialistas consigan darles alcance, hasta el punto de rozar un empate técnico, lo que frustraría el objetivo de la formación de castigar electoralmente a Sánchez por la amnistía y por el caso de Begoña Gómez. "Estamos en un pañuelo", desconfían en la dirección del PP.

Feijóo agita desde hace semanas la idea de que las elecciones europeas son un "punto de inflexión" decisivo en la legislatura. El líder del partido se autoconvenció de que después de un varapalo del PSOE en las urnas, la presión sobre Sánchez para que disuelva las Cortes y adelante las elecciones generales sería insoportable. Si los peores pronósticos se cumplen para el PP y no consigue despegarse de los socialistas, ese mensaje quedaría diluido. "Si Sánchez sobrevive este domingo, tendremos garantizados tres años más de Gobierno", insisten voces de peso en la estructura popular.

En algunas baronías han comenzado a ver también las orejas al lobo por la facilidad con la que el PSOE ha remontado las encuestas, hasta el punto de pisar los talones a Feijóo. Lo achacan a varios motivos. El primero es la capacidad demostrada por Sánchez para aglutinar al votante situado a su izquierda, una "facilidad" que no ha encontrado el PP en su pugna con Vox. "Se están comiendo a Sumar", recelan.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (i), el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (c), y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Europa Press/Diego Radamés)

Los de Santiago Abascal continúan al alza —a la espera, eso sí, de cómo les influya el factor sorpresa de Alvise Pérez— y los populares se han lanzado en la recta final a frenar el trasvase de votantes a las arcas de los ultraconservadores. Isabel Díaz Ayuso protagonizó el jueves un mitin pasado por agua junto a Feijóo en Madrid, y el viernes José María Aznar —una figura que continúa atesorando gran predicamento entre los votantes de Vox— reapareció en el cierre de campaña junto a Antonio López Istúriz en Pamplona.

Génova se lanzó desde el primer minuto a por el votante del "centro" para cimentar su esperada victoria en los electores que rechazan las políticas de Sánchez y en la absorción de todo el espacio de Ciudadanos en Europa. Pero en el PP saben también que cuanto más se dispare Vox —podría crecer entre 3 y 4 escaños— más exigua será su ventaja frente al PSOE. "Nunca hay que dejar de mirar por el retrovisor derecho", afirma una fuente territorial.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el cierre de campaña del PSOE. (Reuters/Violeta Santos)

Otro de los motivos que alimenta el clima de tensión en el PP es que la intensa polarización "beneficie a los extremos", en los que sitúan tanto a PSOE como a Vox. Sánchez intentó dar la vuelta a la imputación de su mujer, convirtiéndola en un elemento más de campaña para movilizar a su electorado. Apareció con ella en la recta final de la carrera electoral, durante un mitin en Benalmádena. Y antes, a través de una segunda carta a la ciudadanía, agitó de nuevo la estrategia de la "victimización", como la califican en la formación popular, frente al "peligro" de la derecha y la ultraderecha. "Nunca hay que subestimar a Sánchez", apuntala un presidente autonómico.

Las fuentes consultadas ven en la movilización de cara al domingo otro síntoma de preocupación. Feijóo ha dedicado toda la campaña a pelear contra la abstención situando el 9-J como unas "segundas generales"... pero la percepción en las últimas horas de carrera electoral es que las europeas siguen generando un interés muy limitado. En 2019 la participación escaló al 64,4%, pero porque coincidieron con las municipales y autonómicas. En 2014, se quedó en el 45% del censo. Y los populares no prevén, salvo sorpresa mayor, que esta vez vaya a superarse el 50%.

"Es muy difícil movilizar toda la maquinaria en estas elecciones", incide un candidato popular en la lista europea. "Al aspirante a crecer más, siempre es al que más perjudica una baja participación, porque no cumple con las expectativas", añade. Cierto es que el PP cosechó en 2019 su peor resultado histórico en unas europeas con solo 13 escaños, y que el objetivo pasa ahora por remontar hasta llegar a entre 21 y 24. Un subidón mayúsculo que, sin embargo, podría quedar ensombrecido por la resistencia de Sánchez.

Feijóo enjuaga los "errores" del 23-J

El fantasma de un empate con el PSOE lleva días planeando sobre las filas de los populares. Y Génova quiso rentabilizar ese temor en la recta final para, literalmente, "meter el miedo en el cuerpo" a sus votantes. "Nadie puede quedarse en casa, nadie puede dar por hecha la victoria. Nos jugamos mucho", incide un dirigente de la cúpula nacional. Aunque la estrategia de llamar al "desempate" reviste cierta imagen de debilidad de Feijóo, en el PP están convencidos de que dará sus frutos este domingo y activará especialmente a su "votante tradicional". "La idea es convencer de que cualquier voto puede ser decisivo", reiteran.

El PP enmienda así la estrategia que siguió Feijóo el 23-J y que, para muchos, fue una de las causas que truncó su aterrizaje en la Moncloa. Génova pecó de optimismo por unas encuestas al alza, y no dudó en inflar sus expectativas frente a Sánchez. Aunque Feijóo ganó las elecciones, el resultado final se quedó muy lejos del marco de los 150 escaños que se habían puesto como objetivo. "Hay que recordar a la gente que si no participa, pasará lo de julio", insisten.

Isabel Díaz Ayuso ha sido una de las dirigentes que más énfasis ha hecho esta campaña en los "errores" del pasado, aunque es una idea que comparten en la dirección nacional del PP. "No caigamos en los errores de la campaña de las generales", animó el pasado jueves. "Mucha gente pensó que estaba hecho, pero no hay nada decidido", insistió. Feijóo recuperó un mensaje parecido el último día de campaña, apelando de nuevo a la movilización. "Si no somos capaces de echar a este Gobierno, será nuestra responsabilidad", azuzó.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), junto a su mujer, Begoña Gómez, en un acto electoral en Benalmádena. (EFE/Jorge Zapata)

Los cálculos que manejan en el PP sitúan a Sánchez a unos tres puntos de Feijóo. Un margen exiguo que, si se materializa, Génova intentará vender como un éxito. Hace cinco años, recuerdan en la cúpula, el PP perdió por casi 13 puntos respecto al PSOE. Mencionan también que la mayor victoria que han conseguido los populares sobre los socialistas en unas europeas se produjo en 1999, antes de la absoluta de José María Aznar. La ventaja fue solo de 4,4 puntos. "Ganar es ganar", insisten.

Si la balanza se decanta definitivamente por los azules, Génova extrapolará los resultados del escrutinio a unas generales, con la asignación de escaños por provincia, para comprobar si los cuatro diputados que le faltaron a Feijóo en julio para llegar al Gobierno siguen faltando o, por el contrario, "estaríamos en condición de lograrlos". Esa será la base sobre la que tratarán de enjuagar un resultado ajustado y convencer de que la continuidad de Sánchez está en entredicho. Todo dependerá del dictado de las urnas y del anhelo de que no haya "sorpresas".

La incógnita de la participación, la fiabilidad decreciente de las encuestas y los efectos de la intensa polarización política han provocado que el PP mire a la apertura de las urnas europeas con inquietud. Hace unos meses, los sondeos pronosticaban que Alberto Núñez Feijóo ganaría por goleada a Pedro Sánchez en la primera contienda con proyección nacional desde el 23-J. Génova sigue confiando en esa victoria, aunque asumen que la ventaja frente al PSOE puede ser mínima. "Hay motivos para estar nerviosos", comenta un eurodiputado popular.

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