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El PP pide paso en Bruselas y aspira a controlar Agricultura y Justicia en el Parlamento
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NUEVOS EQUILIBRIOS EN LA EUROCÁMARA

El PP pide paso en Bruselas y aspira a controlar Agricultura y Justicia en el Parlamento

Feijóo busca recuperar influencia en la Eurocámara ante la previsión de convertirse en la segunda delegación más importante del PPE, por detrás de los alemanes de la CDU. Pons, Crespo, Vázquez y Montserrat asoman como grandes puntales

Foto: La candidata del PP a las elecciones europeas, Dolors Montserrat (i); el jefe de campaña, Esteban González Pons (c), y el presidente del PPE, Manfred Weber. (EFE)
La candidata del PP a las elecciones europeas, Dolors Montserrat (i); el jefe de campaña, Esteban González Pons (c), y el presidente del PPE, Manfred Weber. (EFE)

Feijóo se mide este domingo a Sánchez en una especie de "segunda vuelta" de las generales. Los resultados de las elecciones europeas impactarán de forma directa en la política nacional por los tintes plebiscitarios que han revestido todo el proceso. Pero lo que suceda este 9 de junio tiene muchas e importantes aristas en el terreno internacional. La delegación española del PP aspira a recuperar todo el peso e influencia perdidos en los últimos cinco años y reconquistar un papel clave en la toma de decisiones en Bruselas.

El número de eurodiputados que consiga aportar Feijóo al Partido Popular Europeo (PPE) determinará su capacidad de optar a los puestos más codiciados, tanto en el Parlamento Europeo como en los posteriores equilibrios dentro del PPE. El mercadeo por los puestos dentro de la Eurocámara comenzará prácticamente de inmediato, aunque la constitución del Parlamento no se prevé hasta el próximo 16 de julio. Los de Feijóo aspiran esta legislatura a convertirse en la segunda delegación más importante, solo por detrás de los alemanes de la CDU, con una horquilla que ronda entre los 21 y 24 eurodiputados, según sus trackings, casi el doble que en 2019.

A la espera de la composición que arroje el escrutinio, el PP ha puesto el ojo en dos puestos clave para sus intereses en España. Uno es la presidencia de la comisión de Agricultura, un área que los de Feijóo anhelan para capitalizar la bandera del campo frente a Vox, en el lugar en el que se decide la mayor parte de la legislación que ha llevado a una situación límite al sector primario en España.

Los populares ansían introducir la problemática nacional en la agenda europea, con cuestiones como la flexibilización de la Política Agraria Común (PAC), el futuro del Pacto Verde o la maraña burocrática y administrativa para agricultores y ganaderos. El PP le da una importancia capital al campo, donde reside además uno de sus grandes nichos de voto, disputado con Vox. Y Feijóo dio una señal inequívoca cuando situó como número dos de su lista europea a la exconsejera de Agricultura de Andalucía, Carmen Crespo. La andaluza será uno de los nuevos grandes alfiles de Feijóo en Europa.

Foto: Feijóo conversa con Ursula von der Leyen. (EFE/PP/Tarek)

Fuentes de los populares a nivel nacional y europeo aseguran que la previsible remontada del PP este 9 de junio les coloca en buena posición para optar a una segunda presidencia de comisión de las 20 que se reparten en el Parlamento Europeo. Y los ojos de Feijóo se dirigen de forma inevitable a la comisión de Asuntos Jurídicos por la batalla judicial que comenzará en España y Europa tan pronto como la ley de amnistía se publique en el BOE. Si no pudiesen imponer su sello en dicha comisión por el complicado encaje de bolillos a nivel comunitario, intentarían controlar la de Libertades Civiles, Justicia e Interior.

Precisamente fue en esta última comisión en la que se aprobó a principios de año una enmienda defendida por Javier Zarzalejos, eurodiputado del PP, para introducir en una futura legislación europea la prohibición de que se concedan indultos o amnistías sobre delitos de malversación, una iniciativa que salió adelante con el voto en contra de los representantes socialistas. Feijóo ve en Bruselas casi la única esperanza de torpedear la aplicación de la ley de amnistía. Más allá de las cuestiones prejudiciales que puedan presentar los tribunales al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el líder del PP confía en la presión de la Comisión Europea y en su peso en la Eurocámara para aumentar los controles a la despenalización del procés en España.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en A Coruña. (Europa Press/César Arxina)

La presidencia del Parlamento Europeo es un puesto preciado y se lo reparten habitualmente entre los populares europeos y los socialdemócratas, con media legislatura cada uno. La candidata del PPE para el puesto es, indiscutiblemente, Roberta Metsola, presidenta del órgano desde 2022. Después se repartirían las 14 vicepresidencias del Parlamento, puestos que en el PP ven más estéticos que útiles a la hora de colocar la agenda de la delegación española. En este cargo estuvo, por ejemplo, Alejo Vidal-Quadras, vicepresidente entre 1999 y 2014; o Ramón Luis Valcárcel, en el cargo hasta 2019.

En el caso de los populares está también definido el liderazgo de su grupo dentro de la Eurocámara, y en principio debería seguir bajo el mando del alemán Manfred Weber, con el que Feijóo y uno de sus principales escuderos en Bruselas, Esteban González Pons, mantienen una estrecha relación. Por debajo de las comisiones se repartirán las ponencias de los informes y las legislaciones concretas. A pesar de que las ponencias no suelen ser demasiado visibles —y por ello algunos partidos tampoco pujan en exceso por obtenerlas— se trata de uno de los elementos clave para la influencia española en el proceso legislativo, ya que puede dar una autoridad nada desdeñable en las negociaciones interinstitucionales.

Feijóo busca más influencia en el PPE

El PP de Feijóo quiere que sus resultados estas elecciones tengan también reflejo en la próxima estructura del Partido Popular Europeo, aunque aún habrá que esperar unos meses para llegar a esa página. Actualmente, la delegación española cuenta con una sola vicepresidencia dentro del partido, que corresponde a su candidata Dolors Montserrat. Pero ese reparto se produjo tras los exiguos 13 escaños que lograron en 2019, por lo que la pretensión de Génova es ganar "influencia" también dentro del PPE.

Los populares españoles perdieron un importante puntal en el Grupo Europeo después de que Antonio López Isturiz dejase de ser secretario general del partido en 2022, un puesto que ahora ocupa Thanasis Bakolas, hombre de confianza del primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. La remodelación de la lista que hizo Feijóo para los comicios de 2024 provocó la caída de Isturiz del puesto 3 al 17, aunque su silla está garantizada en el Parlamento Europeo.

El PPE es un partido grande, muy amplio, presente en los gobiernos de muchos Estados miembros. Sin embargo, son dos los países en los que el PPE tiene un potencial mayor: Alemania y España. Desde Berlín y Madrid llegarán las dos principales delegaciones al grupo popular dentro de la Eurocámara. En general, Alemania, a través de Weber, y Grecia, a través de Bakolas, están bien representados, mientras que España y Polonia se encuentran ligeramente infrarrepresentados para el peso y el potencial que tienen dentro del PPE.

Foto: El presidente andaluz, Juanma Moreno, en Jaén. (EFE/José Manuel Pedrosa)

Feijóo quiere seguir contando con algunos de sus eurodiputados históricos como grandes perfiles en Europa. En su equipo aseguran que en esta nueva etapa seguirán teniendo un peso relevante perfiles clásicos como el de Javier Zarzalejos o Rosa Estarás. Pero hay otros nombres a los que el líder del PP quiere convertir en los nuevos referentes de su delegación en la Eurocámara. Entre ellos está el nombre de Alma Ezcurra, muy cercana a Díaz Ayuso y conocida por su verso afilado contra Sánchez y la amnistía; o Adrián Vázquez, el exsecretario general de Ciudadanos al que Feijóo quiere dar protagonismo para que sirva de nexo con el grupo de los liberales europeos.

El regreso de Esteban González Pons a la Eurocámara se entiende como otro movimiento clave. El vicesecretario de Institucional en Génova, al que Feijóo rescató en 2022 ante la pretensión de llegar a la Moncloa, manifestó a la interna su deseo de volver a Bruselas desde la victoria pírrica del PP en las generales del 23 de julio. El español siempre ha sido la mano derecha de Manfred Weber dentro del Grupo Popular Europeo, hablando en su lugar y participando incluso en la Conferencia de Presidentes (CoP), una reunión de líderes de grupo donde se deciden asuntos importantes sobre la actividad del Parlamento.

El buen predicamento de Pons en Bruselas garantiza al PP tener una suerte de "vigilante" dentro de la Comisión Europea y sus 27 comisarios. El político valenciano conoce al dedillo la casa de los populares europeos. Ha sido eurodiputado desde 2014 —sin contar el tiempo reciente que ha pasado junto a Feijóo como diputado en el Congreso, donde ya ha comunicado su renuncia al acta—, unos años en los que se ha hecho con un espacio muy relevante dentro de la familia popular europea.

Feijóo se mide este domingo a Sánchez en una especie de "segunda vuelta" de las generales. Los resultados de las elecciones europeas impactarán de forma directa en la política nacional por los tintes plebiscitarios que han revestido todo el proceso. Pero lo que suceda este 9 de junio tiene muchas e importantes aristas en el terreno internacional. La delegación española del PP aspira a recuperar todo el peso e influencia perdidos en los últimos cinco años y reconquistar un papel clave en la toma de decisiones en Bruselas.

Partido Popular (PP)
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