El Gobierno esquiva por ahora recurrir al TC la desobediencia del Parlament mientras Illa negocia
La Moncloa se agarra a que aún es posible que ERC apoye al PSC y no haya repetición electoral a pesar de que a las primera de cambio han pactado con Junts. Creen que les frenará otro descalabro en unos nuevos comicios
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La Moncloa deglute con un notable desagrado la decisión de ERC de configurar una Mesa del Parlament independentista, pero confía aún en las opciones de Salvador Illa de ser el próximo president de la Generalitat.
El PSC ofreció a los republicanos la presidencia de la Cámara, como paso previo a que apoyen la investidura de Illa y, aun así, ERC ha optado por pactar la Mesa con Junts y la CUP y aupar como presidente a Josep Rull. Ni los socialistas catalanes ni el Gobierno tira la toalla y, por si acaso, mientras se mantienen las negociaciones para conformar un Govern, no presentarán un recurso ante el Tribunal Constitucional, a pesar de que se admitió el voto de Carles Puigdemont y Lluís Puig, los dos huidos de la justicia española.
Junts y ERC tomaron esta primera decisión en la denominada Mesa de Edad, que dirigió la sesión constitutiva del Parlament. La semana pasada el Constitucional acordó anular el voto telemático de Puig, precisamente tras un recurso de amparo del PSC, decidido por la Mesa a final del anterior periodo de sesiones.
Salvador Illa avanzó esta mañana en La 2 que esta vez el PSC no recurrirá porque la amnistía abre un nuevo tiempo. Es cuestión de días o semanas, explicó, que estas personas "puedan ejercer sus derechos políticos y puedan participar".
El Gobierno no se mostró tan explícito, pero espantó también la posibilidad de recurso. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, se limitó a responder, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que "la sentencia del TC es clara y el PSC no participó en esa votación".
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En la Moncloa se escudan también en que el Constitucional cuenta con mecanismos para hacer cumplir sus fallos. Aunque no lo explicitan ni en Barcelona ni en Madrid, recurrir el tribunal sería un obstáculo para la aspiración del Gobierno de que ERC acabe respaldando a Illa como president y que no haya una repetición electoral.
Que a las primeras de cambio se hayan echado en brazos de Junts no es un buen precedente, pero al Ejecutivo les tranquiliza que no existe una mayoría alternativa a la que suponen PSC, ERC y los comunes y no hay votos para investir a Carles Puigdemont, aunque se empeñen en que vaya a la investidura.
Por ahora en el Gobierno no se ponen en la tesis de unas nuevas elecciones en Cataluña. No se dan por aludidos ante los gestos que manda ERC, que son desconcertantes, y se agarran a que "los catalanes han hablado muy claro en tres semanas", en referencia a que tanto los republicanos como Junts han perdido apoyo el 12-M y en las europeas. El hecho de que el resultado de ERC, en unos nuevos comicios, podría ser peor, es lo que hace pensar a la Moncloa que finalmente habrá entendimiento con Illa.
La Moncloa deglute con un notable desagrado la decisión de ERC de configurar una Mesa del Parlament independentista, pero confía aún en las opciones de Salvador Illa de ser el próximo president de la Generalitat.