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La España que vota a Alvise: ciudades de hasta 100.000 habitantes y Ceuta y Málaga como grandes feudos
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ELECCIONES EUROPEAS

La España que vota a Alvise: ciudades de hasta 100.000 habitantes y Ceuta y Málaga como grandes feudos

La plataforma antisistema Se Acabó la Fiesta concentra su electorado en Andalucía y la ciudad autónoma, además de Murcia, Las Palmas y Guadalajara. Galicia, Cataluña y Euskadi son sus puntos débiles, según el recuento del 9-J

Foto: Alvise Pérez, durante su comparecencia del domingo. (EFE)
Alvise Pérez, durante su comparecencia del domingo. (EFE)

España se acostó este domingo con otra china ultra en el zapato. Y las huellas que dejan sus pasos se concentran fundamentalmente en el sur. La radiografía del voto sobre el 9-J sitúa a Andalucía como el gran caladero del antisistema Alvise Pérez, con fogonazos en otros territorios como Las Palmas, Murcia o Guadalajara. Los más de 800.000 sufragios de Se Acabó la Fiesta (SALF) en las elecciones europeas muestran algunas similitudes con los inicios de Vox, con la inmigración, el paro y la inseguridad como posibles patrones en común. Ceuta y la provincia de Málaga son los principales feudos de la fuerza populista de la ardilla.

El discurso antisistema de Alvise, contra todo y contra todos y volcado en la presunta corrupción de los partidos políticos y el sistema, triunfa sobre todo en ciudades medianas. El mapa tras el escrutinio refleja que Se Acabó la Fiesta saca sus mejores resultados en los municipios de entre 50.000 y 100.000 habitantes, con un 5,39% de los votos, seguido de las localidades entre 10.000 y 50.000 (4,92%). El peso en grandes urbes (medio millón de censados) es inferior, aunque todavía por encima del 4%, y mucho menor en pueblos de menos de 2.000 vecinos, con poco más del 3%.

Las tesis del agitador ultra, que habla de construir una cárcel gigante a las afueras de Madrid, al estilo Bukele, han calado en zonas urbanas y, en términos generales, de costa. El populismo a través de redes sociales y canales como Telegram parece que no llegan con la misma fuerza a entornos rurales. Andalucía se lleva la palma, con un total de 180.816 votos, que suponen más del 22% de sus apoyos en los comicios europeos. Se Acabó la Fiesta, que no ha presentado ningún programa electoral, es la cuarta fuerza en la comunidad, por delante de Sumar y Podemos, con 148.120 y 81.305 sufragios en la región, respectivamente.

Alvise Pérez no ha sido primera fuerza en ningún municipio o provincia, pero el esquema territorial sí señala claramente cuáles son sus principales feudos. Su radio de influencia se reparte entre el sur y el levante, aunque Canarias y Castilla-La Mancha también tienen su cuota. Ceuta (7,8% del voto), Málaga (7,44%), Almería (7%), Las Palmas (6,7%), Murcia (6,6%) y Guadalajara (6,5%) son los bastiones del nuevo populismo en España. En la Comunidad de Madrid, por su parte, la suma también es notable en cuanto a volumen, llegando a 140.079 papeletas con la cara de la ardilla.

Todas las encuestas advertían de la irrupción de la formación, sin otra estructura que los mensajes a través de las redes y una página web con sus grandes enemigos: "Se acabó la fiesta, políticos". El perfil mayoritario del potencial votante, como confirman ahora los resultados, se ajusta bastante al de Vox. Un hombre joven, menor de 35 años y autodefinido en el espectro de la derecha. Según el último barómetro del CIS, de hecho, hasta un 19% de los electores de Santiago Abascal en las últimas generales se decantaba por Alvise, lo que equivale a más de medio millón de apoyos. Perfectamente creíble, dados los resultados, aunque la baja participación en los comicios europeos distorsiona la foto de la cita. Solo el 2% de los futuros electores de SALF, según el CIS, declaraba ser de izquierdas.

Los puntos en común entre Vox y Se Acabó la Fiesta son más que evidentes. El propio Luis Pérez Fernández, el nombre real de Alvise, compareció ante los medios el domingo con un discurso hiperventilado que recordaba bastante a la formación ultraconservadora. El ya eurodiputado desplegó el argumentario clásico del populismo y cargó contra los inmigrantes, los medios de comunicación o los partidos políticos y criticó con dureza la falta de seguridad o las okupaciones. "Los tomates necesitan más papeles para salir del huerto que un inmigrante ilegal para entrar a este país", dijo, tras prometer "mano dura" contra el crimen.

Foto: Alvise Pérez, tras conocer los resultados del 9-J. (EFE)

Las comparaciones son odiosas, pero Vox irrumpió hace seis años con un discurso parecido en ciertos temas y dirigido al mismo público. Tanto, que Ceuta y Murcia también fueron dos de los pilares del crecimiento de Abascal. Y la realidad es que los puntos débiles también son muy parecidos. Se Acabó la Fiesta tiene un peso residual en Galicia, donde la formación ultraconservadora ni siquiera tiene representación, y Cataluña y País Vasco. Demasiadas coincidencias para ser una casualidad.

Contactos con Vox

Vox, que ignoró a Alvise durante la campaña, ha venido a reconocer este lunes que el populista no es un enemigo. Del silencio, al compadreo. El líder de la delegación europea, Jorge Buxadé, evitó confrontar e incluso se puso al mismo nivel en su mensaje sobre la corrupción del sistema y los grandes partidos. "Responde al hartazgo de los españoles con la corrupción y parte del sistema. El hartazgo es compartido plenamente", dijo el dirigente de Vox, que dejó abierta la posibilidad de que SALF se integre en el supergrupo de ultraderecha que están urdiendo con sus aliados en Europa. Así, lejos de chocar, reconoció que ya ha habido contactos entre los equipos y que continuarán y se concretarán los próximos días.

Buxadé, al frente de seis diputados en Estrasburgo, y Alvise, con una delegación de otros tres, coincidirán ahora. La formación antisistema de la ardilla recibirá 93.526,22 euros por sus escaños y cerca de 865.000 euros por los votos obtenidos. En total, cerca de un millón de euros para un partido que ni siquiera ha hablado de propuestas concretas. El montante, según aseguró el candidato durante la campaña, será donado.

España se acostó este domingo con otra china ultra en el zapato. Y las huellas que dejan sus pasos se concentran fundamentalmente en el sur. La radiografía del voto sobre el 9-J sitúa a Andalucía como el gran caladero del antisistema Alvise Pérez, con fogonazos en otros territorios como Las Palmas, Murcia o Guadalajara. Los más de 800.000 sufragios de Se Acabó la Fiesta (SALF) en las elecciones europeas muestran algunas similitudes con los inicios de Vox, con la inmigración, el paro y la inseguridad como posibles patrones en común. Ceuta y la provincia de Málaga son los principales feudos de la fuerza populista de la ardilla.

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