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El PSOE aprovecha la renuncia de Díaz para lanzar la reunificación con Podemos
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El PSOE aprovecha la renuncia de Díaz para lanzar la reunificación con Podemos

La vicepresidenta avisó a Pedro Sánchez de que dejaba la dirección de Sumar y Ferraz impulsó inmediatamente la campaña para apelar a la unidad. Sin una marca a su izquierda, los socialistas no pueden aspirar a otro Gobierno de coalición

Foto: La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. (EFE/Sergio Pérez)
La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. (EFE/Sergio Pérez)
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"La crisis es la mejor bendición que puede sucederles a las personas y países, porque la crisis trae progresos". No está claro que la frase, que ciudadanos de todo el mundo podrían desmentir, se pueda atribuir a Albert Einstein, pero al PSOE, referida solo a los partidos políticos, le puede valer.

Los socialistas han asumido la renuncia de Yolanda Díaz a la dirección de Sumar como una oportunidad. El primer paso hacia una reconfiguración del espacio a su izquierda, fracturado en dos marcas: la plataforma de la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Podemos. Así lo entiende el PSOE, que ha lanzado ya la campaña para unir a todo el espacio progresista.

Sin una formación a su lado capaz de atraer al votante de izquierdas, que nunca apoyaría al PSOE, Pedro Sánchez no puede aspirar a reeditar un Gobierno de progreso. En las elecciones generales del 23-J, Díaz cumplió con creces su papel y Sumar logró 31 diputados, solo cuatro menos que Unidas Podemos en 2019. Y gracias a eso, y el apoyo ineludible de Junts, fue posible retener la Moncloa.

La vicepresidenta ha encadenado varios malos resultados electorales que han debilitado su proyecto político y han puesto en evidencia que igual no es la persona más idónea para gestionar las relaciones orgánicas de una amalgama de partidos (Izquierda Unida, Más Madrid, Compromís y los comunes, entre los de más peso). Como las derrotas han minado su liderazgo interno, ayer optó por dimitir como líder de Sumar y centrarse solo en su labor dentro del Gobierno. Mantendrá la coordinación de los ministros de Sumar y la dirección del grupo parlamentario.

Foto: Urtasun y Estrella Galán comparecen en la noche electoral. (Europa Press)
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Díaz llevaba semanas mascando su posible retirada, ante la previsión de que las europeas saldrían mal, y con la confirmación de que solo obtenían tres eurodiputados, tomó la decisión. El balance del 9-J se vio agravado para Sumar con los dos escaños logrados por Podemos. Este lunes planteó su marcha a su ejecutiva y al acabar, según fuentes conocedoras, llamó a Sánchez para comunicárselo.

El socio de gobierno afronta así una crisis interna que esperan saldar con una sustitución exprés de Díaz, en los próximos días. El grupo coordinador de Sumar, formado por 80 personas, escogerá un nuevo líder. Ahora toca a los propios partidos organizarse y alumbrar cómo ser competitivos electoralmente. Buscar un nuevo referente y explorar también si es posible la reunificación con Podemos.

Una tarea oceánica para la que creen, y el PSOE coincide, tienen tiempo. El relevo de la vicepresidenta al frente de Sumar no debe ser necesariamente el próximo candidato, pero sí la persona que ponga orden en este espacio político y lo prepare para el momento en que Sánchez apriete el botón nuclear de unas nuevas elecciones. Algo que distintas fuentes, tanto del PSOE como de Sumar, no contemplan a corto plazo.

El presidente necesita revivir la izquierda a su izquierda porque, aunque el 9-J se haya producido un trasvase de votos de Díaz a Sánchez (en torno al 14%, según algunas previsiones), una parte del electorado progresista ha optado por la abstención. El PSOE no escala de su 30% de las generales, a pesar de la caída de Sumar y de Podemos.

Por ello ha comenzado a lanzar el llamamiento a la reunificación, coincidiendo además con la marcha de Díaz de la dirección orgánica. El ministro de Agricultura, Luis Planas, fue cristalino ayer en su valoración sobre su salida. "Pleno respeto", dijo, Pero, añadió: "No creo que el pensamiento único funcione dentro de la izquierda, creo que cada uno puede tener su punto de vista perfectamente legítimo, pero sí que dispersar fuerzas es un error en términos electorales".

Foto: Yolanda Díaz y Estrella Galán, en la Feria del Libro. (EFE/Borja Sánchez-Trillo)

Solo unas horas antes, teóricamente antes de que Díaz confirmara al presidente que no dirigiría Sumar, el PSOE ya había verbalizado su deseo sobre qué debe pasar después del 9-J en su flanco izquierdo. La portavoz socialista, Esther Peña, se mostró muy clara al reclamar una "izquierda fuerte y unida". La posición de Ferraz es que las "cuitas internas" entre Sumar y Podemos se tienen que superar porque "hay que ser conscientes de lo que hay al otro lado", en referencia al ascenso de la ultraderecha.

Era el primer acto de una campaña para una nueva fusión, que se prolongará durante meses. Los socialistas nunca han entendido la resistencia de Díaz a entenderse con Podemos y su decisión de dejarles sin ningún puesto en el Ejecutivo. Una circunstancia que precipitó la salida de sus cinco diputados, ahora cuatro, del grupo parlamentario de Sumar y que Irene Montero fuera cabeza de cartel a las europeas.

En Sumar son muy conscientes de la pretensión del PSOE, pero consideran que ellos "no van a pintar nada". "Haremos lo que nos dé la gana", subrayan, sobre si contar con Podemos o no. "Nadie está en eso". "Es pronto", reconocen, para todo. Para saber quién podría ser el nuevo coordinador, el director de un aparato interno que implica a varios partidos, y quién el próximo candidato. Dependerá de "cómo esté entonces el espacio" y "qué persona se acordará".

Piensan que cuentan con, al menos, dos años de legislatura por delante. Que el presidente del Gobierno, salvo asfixia mortal, no convocará para dar tiempo a presentar un balance de gestión ante los españoles y que, mientras, la izquierda a su izquierda se recupere.

Durante estos meses, el PSOE ha competido electoralmente con Sumar, pero esa carrera tenía un final: el 9-J. Ahora son los más interesados en que resuciten. Aunque este proceso suponga cierta inestabilidad en el Gobierno estos meses, con una bicefalia y nuevos interlocutores. Al menos, esperan, Yolanda Díaz podrá volcarse en la gestión. Una desaparición que los socialistas también le recriminaban.

"La crisis es la mejor bendición que puede sucederles a las personas y países, porque la crisis trae progresos". No está claro que la frase, que ciudadanos de todo el mundo podrían desmentir, se pueda atribuir a Albert Einstein, pero al PSOE, referida solo a los partidos políticos, le puede valer.

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