Los sueldos de la era Rubiales: de los 310.000€ para Albert Luque a los 338.000€ de Camps

Tomás González Cueto, el que fuera mano derecha de Luis Rubiales en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha remitido un escrito al Juzgado que les investiga por corrupción en el que detalla los sueldos de los principales dirigentes de la institución entre los años 2018 y 2023. La mayoría de estos salarios nunca habían visto la luz, pero González Cueto los ha hecho públicos para tratar de acreditar que él tampoco cobró tanto de las arcas de la RFEF si se compara con otros. Destaca, por ejemplo, que el exfutbolista Albert Luque percibía 310.000 euros al año y que el secretario general del ente, Andreu Camps, cobraba 338.000 euros.

Las informaciones de El Confidencial sobre la venta de la Supercopa de España a la dictadura saudí fueron el origen de esta investigación que se sigue en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Majadahonda. Tomás González Cueto fue uno de los detenidos por la Guardia Civil en el marco de estas diligencias en las que también fue arrestado el propio Rubiales, entre otros implicados. Tomás González Cueto desempeñaba el cargo de comisionado externo en la Federación, algo así como un puesto independiente de la estructura de la RFEF que velaba por la legalidad de todos los contratos.

Albert Luque es el exdelantero del Real Mallorca y el Deportivo de La Coruña que, tras dejar el fútbol, empezó una carrera política en Ciudadanos. Esa fue su puerta de acceso a Rubiales y la Federación, concretamente ejercer de puente entre el líder de su partido, Albert Rivera, y el máximo responsable del fútbol español. Rubiales le acabó haciendo un hueco en su equipo y le contrató como “director de la Selección”. Luque era un integrante de la guardia pretoriana de Rubiales y continuó después con Rocha. No fue hasta su procesamiento por coaccionar a Jennifer Hermoso y su entorno cuando le despidieron, hace solo unas semanas.

Por su parte, Andreu Camps, era algo así como la cabeza pensante de la Federación, según fuentes conocedoras de aquella directiva. Era la persona que comparecía públicamente ante los medios para dar las explicaciones técnicas a los proyectos de la RFEF o en la rueda de prensa en la que trataron de desmentir las informaciones de El Confidencial sobre las presuntas irregularidades de su gestión, confirmadas en su integridad por los tribunales.

Camps, que estuvo en la controvertida reunión del chalet de Salobreña –aunque él durmió en un hotel– es de los pocos hombres del círculo de confianza de Rubiales que no está imputado. Fue de los primeros en declarar en el Juzgado, pero como testigo. Entre otras cosas, le dijo a la jueza que González Cueto fue el encargado de redactar el contrato entre la Federación y Arabia Saudí, en el que se incluía la comisión de 24 millones para el jugador del Barça Gerard Piqué, recientemente imputado en el caso.

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Tomás González Cueto dice que a él le fichó Rubiales al poco de alzarse con la presidencia de la Federación, en mayo de 2018, y que le firmó un contrato anual que empezó en los 240.000 euros. Dos años después se revisó, según dice, debido a “la satisfactoria prestación de servicios”, pero no detalla a cuánto ascendió finalmente. Se limita a decir que su primer salario estaba “un poco por debajo” que el de Camps o el de otra directiva llamada Ana Muñoz, que terminó enfrentada a todos ellos y dimitió justo después de la primera edición de la Supercopa de España en Arabia Saudí.

Ana Muñoz cobraba un salario “superior a los 240.000 euros”. Fue vicepresidenta de Integridad de la Federación, pero dimitió pronto. Según declaró a este periódico, percibió que Rubiales y su Junta querían que fuera “un florero” y no lo aceptó. Esta dirigente también declaró en el Juzgado como testigo. Confirmó que Rubiales ocultó el acuerdo con Arabia Saudí y que frenó una sanción disciplinaria al jugador del Barça Sergio Busquets, tras unas declaraciones en las que ponía en cuestión a los árbitros. Rubiales lo paró porque a los pocos días jugaba un clásico contra el Real Madrid.

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El Confidencial

Cueto también desvela el sueldo del director ejecutivo, Alfredo Olivares, y apunta que “acaba de abandonar la RFEF”. Dice que cobraba 290.000 euros al año. También el de Elvira Andrés, una de las directivas que más alto ha llegado desde que la fichó Rubiales al inicio de su mandato. “Comenzó cobrando 100.000 euros en 2018”, pero luego sucedió a Ana Muñoz y pasó a percibir 160.000 euros. Actualmente, es la jefa de Gabinete de Pedro Rocha y, según Cueto, cobra 300.000 euros al año.

Elvira Andrés fue la última persona en declarar en el Juzgado como testigo a finales de mayo. Confirmó ante la jueza que a ella no le mostraron tampoco el contrato con Arabia: "Era confidencial". En cualquier caso, disculpó a los exdirigentes al decir que no tenían ninguna obligación de compartirlo con ella, a pesar de que entonces desempeñaba el cargo de jefa de Compliance. También recordó un comentario de Rubiales sobre el destino elegido para la Supercopa. "Quizá no te guste donde acabe yendo", le dijo en tono desenfadado. El presidente de la RFEF ya sabía que iría a Arabia Saudí.

Se repartieron el sueldo de Camps

El escrito de Cueto relata que, cuando en septiembre de 2023 se cesó a Andreu Camps –después del plante de las jugadoras de la selección en la concentración de Oliva (Valencia) en la que exigieron cambios al Gobierno–, su sueldo se repartió de manera “temporal” entre Elvira Andrés, el director ejecutivo Olivares y un tercer cargo que era el director financiero, Emilio Herrero. Este último “estaba en unos 175.000 y con esa subida se coloca en el entorno de los 270.000 euros”. Cueto denuncia que hasta la fecha no se sabe quién autorizó tales incrementos salariales y que no fueron aprobados ni por la gestora que dirigía Rocha ni por la comisión económica.

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También desvela otros sueldos como los 210.000 euros que cobraba el vicesecretario general Miguel García Caba, cesado también en septiembre de 2023 en las primeras salidas que sucedieron a la dimisión de Rubiales. Otros de aquella época se mantuvieron en la nueva Federación de Rocha, como el que fuera director de Gabinete de Luis Rubiales, José María Timón. “Aún sigue en la RFEF, aunque en otro puesto (manteniendo la retribución) que se sitúa en el entorno anual de 220.000 euros”, expone Cueto.

Por encima de todos ellos –aunque el escrito no lo menciona-, estaba Luis Rubiales, quien percibía en torno a un millón al año entre su cargo en la RFEF y su puesto como vicepresidente de UEFA. Además, percibía una ayuda todos los meses de los fondos federativos para pagarse una vivienda de lujo en la calle Ferraz de Madrid que luego puso a la venta por 2,5 millones de euros.

El sueldo de Rubiales era variable en función de los ingresos totales de la Federación. Este periódico desveló que el contrato con Arabia Saudí incluía una penalización en caso de que el Real Madrid y el Barcelona no se clasificasen para la Supercopa, un logro que se consigue en las competiciones nacionales, cuyos árbitros dependen de la Federación que preside Rubiales. Solo después de conocerse este extremo, aceptó ponerse una retribución fija.

Por último, el documento de Cueto desvela lo que cobraba al año el director de la Asesoría Jurídica, Pedro González Segura, que estaba en los 190.000 euros. Este cargo ha sido recientemente cesado. Una de las tramas de la investigación tiene que ver con el presunto cobro de comisiones en la Federación a partir de unas obras en el estadio de La Cartuja de Sevilla que se le adjudicaron a dedo a la empresa del hermano de este alto cargo de Rubiales. “A todos deben sumársele salario en especie por importe de entre 15.000 y 30.000 euros anuales”, concluye el escrito remitido al juzgado este mismo lunes.

Tomás González Cueto es uno de los protagonistas del caso. Los informes de la Guardia Civil dicen que con el tiempo fue ganando más responsabilidades hasta convertirse en un poder en la sombra en la Federación. En los pinchazos de la causa se le escucha en una conversación reconocer que su función era proteger al presidente y que tras su salida de la RFEF, Rubiales le pidió algo ilegal. Tras la dimisión del máximo mandatario, este abogado continuó en la Federación bajo la dirección de Pedro Rocha y no fue cesado hasta después de su arresto.

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Una de las cuestiones que ha detallado la investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil es que Rubiales externalizó los pleitos que tenía la Federación en los tribunales ordinarios. Encargó la defensa de la RFEF a un despacho privado del propio González Cueto llamado GC Legal. En su escrito, el acusado también se extiende al justificar esta relación a pesar de que la Federación ya contaba con su propia área jurídica. Cueto dice que esos servicios propios eran más para “el día a día, especialmente en el ámbito deportivo”.

Alega ante la jueza que la labor desarrollada para la RFEF por otros abogados de GC Legal “se facturaba independientemente en facturas emitidas mensualmente, si bien no al principio de la relación contractual, sino cuando la RFEF comenzó a ser demandada reiteradamente”. “Naturalmente, esta infraestructura suponía unos elevados costes para GC Legal (700- 800.000 euros anuales)”, añade.

Cueto defiende que la mayoría de las veces actuaban como demandados, pero este periódico ha podido acreditar acciones judiciales emprendidas en defensa de la RFEF o de Rubiales contra periodistas, opinadores o incluso la Wikipedia. La Guardia Civil calcula en uno de sus informes que la Federación llegó a ingresar en las arcas del despacho de Cueto hasta 4,2 millones de euros.