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Colapsar una playa para protestar contra la masificación turística en Mallorca
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40 metros de longitud

Colapsar una playa para protestar contra la masificación turística en Mallorca

El colectivo Mallorca Platja Tour propone mostrar el malestar en Baleares por la saturación turística. Han elegido el emblemático Caló des Moro (Santanyi), un lugar obligatorio para 'instagramers'

Foto: Turistas disfrutan del sol en una playa de Mallorca. (EFE/CATI CLADERA)
Turistas disfrutan del sol en una playa de Mallorca. (EFE/CATI CLADERA)

El Caló des Moro es una playa pequeña. Se extiende en torno a 40 metros de largo y apenas 15-20 metros de ancho, y hasta allí se llega tras descender por unas pequeñas rocas. Pero desde hace unos años vive una explosión de visitantes. En este idílico rincón de arena blanca y aguas cristalinas, los hay que quieren tomarse una fotografía primero y un chapuzón después. Y el incremento exponencial de turistas ha terminado expulsando a los residentes de Mallorca de esta cala.

Se hace prácticamente imposible ir a una de las playas de toda la vida, y hay numerosas actuaciones por parte de la Administración. El Ayuntamiento tuvo que habilitar un aparcamiento cercano y restringir el tráfico a los residentes del municipio de Santanyi por los numerosos problemas y embudos que creaban a los vecinos, que no podían ni acceder a sus residencias ante la gran afluencia de vehículos. También para protegerles de la masificación la zona. Unas medidas que han resultado insuficientes.

De telón de fondo está, asimismo, la preocupación por proteger el entorno. Desde el año 2021 se suceden los vídeos en las redes sociales de largas colas, de tres y cuatro horas bajo un sol radiante para bajar a la cala –que no extender mucho la toalla– porque apenas cabe. Cada día pasan alrededor de 3.000 personas, según apuntan algunas fuentes, hasta 4.000, según otras.

Foto: Hotel Riu Chiclana. (Foto: cortesía)

Y la afluencia no cesa. Lejos de descender, se espera de nuevo un verano récord de turistas en las islas y para muchos –demasiados– este lugar se convertirá en parada obligatoria y más erosión para la zona. El Ayuntamiento de Santanyí calcula que la presión turística hace que cada día se pierdan unos 50 kilos de arena, además de la basura que dejan muchos de los visitantes y se debe recoger. No es lo único, también hay que añadir, como algunos incívicos deciden transitar por zonas por las que no está permitido afectando la preservación del entorno.

La alcaldesa de Santanyi, María Pons, afirma que "el Caló des Moro necesita un descanso" y lamenta lo que está pasando en la zona. Destaca que, desde el Consistorio, se está destinando una gran cantidad de dinero a sofocar el problema y lamenta que no se esté dando ninguna ayuda desde la Demarcación de Costas, que depende del Gobierno central.

Objetivo: recuperar la cala

Así que ha sido este punto caliente de la saturación de la isla el escogido para llamar la atención. Bajo el lema Objetivo: recuperar el Caló des Moro, tratarán de recuperar, por unas horas, una cala tan habitual. "Es un símbolo de cómo afecta el actual sistema a los habitantes de esta tierra", destaca. Por eso, piden a quienes vayan a llamar la atención sobre su situación que también cuiden el entorno.

Foto: El turismo consume uno de cada cuatro litros de agua en Baleares, según un estudio de la Universidad de las Islas Baleares (UIB). (EFE/Cati Cladera)

Un movimiento que surgía tras las palabras de la portavoz de Vox en el Parlament balear, Manuela Cañadas: "Los mallorquines no podemos pretender ir tranquilamente a la playa en julio y agosto como hace años". Era la respuesta de la política en pleno debate social y político sobre el modelo de turismo balear y sus consecuencias sobre los residentes. La reacción fue el nacimiento de esta entidad Mallorca Platja Tour, "las playas son de todos, en lugar de resignarnos iremos a hacer un baño" y un hashtag #ocupemlesnostresplatges.

El objetivo del movimiento Mallorca Platja Tour es "visibilizar la situación de los residentes durante el verano, como se sienten expulsados de su propio territorio, y recordar a los políticos su compromiso con los ciudadanos de su tierra, y no solo con los visitantes", matizan. De ahí, este llamamiento, una performance lúdica y festiva que, aseguran, no va en contra de nadie, que solo busca sensibilizar sobre la masificación. Se trata de remover conciencias, en definitiva, armados con sombrillas, toallas y algo de merienda, la masificación es un problema de todos, el tema está en el debate público. Personajes públicos de la escena mallorquina como el grupo Antonia Font han dado su apoyo a la iniciativa, en un concierto señalando que "lo que está pasando en Mallorca es una aberración de las grandes".

El Caló des Moro es una playa pequeña. Se extiende en torno a 40 metros de largo y apenas 15-20 metros de ancho, y hasta allí se llega tras descender por unas pequeñas rocas. Pero desde hace unos años vive una explosión de visitantes. En este idílico rincón de arena blanca y aguas cristalinas, los hay que quieren tomarse una fotografía primero y un chapuzón después. Y el incremento exponencial de turistas ha terminado expulsando a los residentes de Mallorca de esta cala.

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