El PSOE se suma a los gestos de Sánchez a ERC con el apoyo a una financiación a medida para Cataluña

En medio del desconcierto sobre la gobernabilidad de Cataluña, azuzado por la decisión de ERC de echarse en brazos de Junts y darle la presidencia del Parlament, los socialistas siguen haciendo señales a los republicanos. Este lunes, el PSOE se sumó a los gestos de Pedro Sánchez y respaldó públicamente que haya una financiación a medida, propia, para Cataluña.

La única posibilidad para que Salvador Illa sea president es que obtenga el apoyo de ERC en la investidura, que exige mejorar la financiación de la Generalitat. El sábado, Illa aseguró que el Gobierno dará una respuesta.

El Ejecutivo rechaza el concierto fiscal, que supondría sacar a esta comunidad del sistema general y, por tanto, poner en riesgo su viabilidad, pero ve factible aumentar la cuantía de las transferencias de sus competencias propias, las que solo tiene esta autonomía, su singularidad, como son la gestión de las prisiones, los Mossos d'Esquadra y Rodalies, que está en proceso de entrega.

Ya existía un compromiso de renovar esta financiación, porque está en el pacto que permitió la investidura de Sánchez, pero ahora el asunto adquiere toda la relevancia para conseguir que Illa llegue al Govern y no se repitan las elecciones autonómicas. Más dinero para Cataluña es la exigencia de los republicanos que, públicamente, repiten su solicitud de concierto económico. La secretaria general de ERC, Marta Rovira, lo consideró este sábado el "mínimo exigible" para dar sus votos al PSC.

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Antonio Fernández. Barcelona

El propio presidente del Gobierno lo ha puesto en primer plano en una entrevista este domingo en La Vanguardia. "Es compatible mejorar el sistema de financiación autonómica desde el plano multilateral y al mismo tiempo articular una financiación singular para un territorio tan importante como Cataluña", aseguró, en el marco de las negociaciones con ERC para investir a Illa.

La portavoz del PSOE, Ester Peña, insistió hoy en la misma idea. Recordó que la reforma de la financiación autonómica es una promesa electoral de los socialistas y que en este cambio pactado con el resto de autonomías se atenderá a las singularidades de los territorios. Esto supone dar más dinero por la dispersión de la población en Castilla y León o la insularidad de Canarias. En el caso catalán, el elemento propio son las competencias cedidas. "Quién tiene más transferencias debe tener más medios", señaló Peña sobre Cataluña.

La cuestión es cuánto dinero de más representaría ese cálculo y si podría suponer un desequilibrio para el resto de regiones. La portavoz remarcó que "dónde no está el PSOE es en el concierto" (como tienen País Vasco y Navarra, un sistema de financiación propio, que les permite gestionar los impuestos). Algo que, sugirió, sí respalda Alberto Núñez Feijóo. Los socialistas recordaron que en una conferencia en 2016 en el Círculo de Economía, Feijóo se abrió a negociar un pacto fiscal para Cataluña, en línea con el vasco. "Estas cosas se pueden cambiar, plantear y discutir", dijo entonces el dirigente gallego. Pero, en absoluto, se trata ahora de la posición del PP.

La posibilidad de una financiación a medida para Cataluña ha soliviantado al resto de regiones y a dirigentes socialistas como el presIdente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el nuevo secretario general de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo. El Gobierno ha sido poco claro a la hora de transmitir públicamente cuáles son sus líneas rojas -mejor financiación pero dentro de un pacto multilateral pero no bilateral y negativa al concierto vasco- , en parte también para no molestar estos meses a ERC.