Amenaza de bomba en un vuelo de Ryanair: cómo reclamar el dinero por vuelos cancelados o retrasados del aeropuerto de Ibiza

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Una amenaza de bomba en un vuelo de Ryanair ha provocado el cierre temporal del tráfico aéreo en el aeropuerto de Ibiza durante más de 45 minutos. El incidente ocurrió cuando un pasajero a bordo de un avión que estaba a punto de despegar afirmó llevar una bomba, lo que activó de inmediato el protocolo de seguridad.

La Guardia Civil intervino rápidamente, suspendiendo las actividades entre las 15:45 y las 16:30 horas del jueves. Ante situaciones de cancelación o retraso de vuelos, es importante que los pasajeros conozcan sus derechos y cómo reclamar el dinero de la devolución.

Vuelos retrasados

Según el Reglamento (CE) 261/2004, un vuelo se considera retrasado si su salida se difiere más de dos horas o si llega al destino final con más de tres horas de retraso. Durante la espera, los pasajeros tienen derecho a asistencia que incluye comida y bebida, dos llamadas telefónicas o acceso al correo electrónico, alojamiento en hotel si es necesario, y transporte entre el aeropuerto y el alojamiento. Si la aerolínea no cumple con su obligación de proporcionar esta asistencia de manera gratuita, los pasajeros deben guardar los recibos de los gastos en los que hayan incurrido para reclamarlos posteriormente.

En caso de que el retraso sea de cinco horas o más y el pasajero decida no viajar, tendrá derecho al reembolso completo del billete en un plazo de siete días. Este reembolso puede realizarse en metálico, transferencia bancaria, cheque o bonos de viaje, según lo acuerde el pasajero.

Vuelos cancelados

En situaciones donde el vuelo se cancele debido a circunstancias extraordinarias, como condiciones meteorológicas adversas o una amenaza de bomba, los pasajeros tienen derecho a elegir entre llegar a su destino con el próximo vuelo disponible o recibir un reembolso completo del billete en un máximo de siete días. Además, la aerolínea debe proporcionar asistencia como comida, alojamiento, traslados y dos comunicaciones.

Las aerolíneas no están obligadas a pagar compensaciones económicas si demuestran que la cancelación del vuelo se debió a circunstancias extraordinarias inevitables. Por tanto, quedan excluidas las huelgas anunciadas con semanas de antelación, la falta de tripulación o los fallos técnicos del avión. En estos casos, las compañías aéreas siguen siendo responsables y deben compensar a los pasajeros afectados.