Es noticia
Los nietos de conocidas víctimas de ETA se conjuran para plantar batalla al relato de Otegi
  1. España
Movimiento Ego Non

Los nietos de conocidas víctimas de ETA se conjuran para plantar batalla al relato de Otegi

Los descendientes de Fernando Múgica, Ana María Vidal Abarca, Tomás Caballero o los dueños de la librería Lagun, entre otros, impulsan un colectivo de jóvenes que aspira a ganar peso en la sociedad civil y luchar contra el olvido

Foto: Claudia y Fernando, nietos de Múgica. (Cedida)
Claudia y Fernando, nietos de Múgica. (Cedida)

Crecer sin la figura de un abuelo y descubrir con el tiempo que lo mató ETA. Esa es la realidad que enfrentaron Claudia y Fernando, nietos del histórico dirigente socialista Fernando Múgica, asesinado en 1996. También fue el caso de David, nieto del concejal de UPN en Pamplona Tomás Caballero, que murió tiroteado por la banda en 1998. Paula, es nieta de Jesús Velasco. Su abuela, Ana María Vidal Abarca, fundó la primera asociación de víctimas del terrorismo que hubo en España. Junto a ellos está Martín, nieto de la icónica librería Lagun de San Sebastián, perseguida por el franquismo y luego por los proetarras. Ellos son algunas de las caras visibles de la tercera generación de víctimas, los nietos de los asesinados por el terrorismo, dispuestos a sumarse a la lucha de la mano del colectivo Ego Non.

El objetivo de esta plataforma es no callarse, librar la batalla del relato frente a la izquierda abertzale y disputarle el espacio público con actos e iniciativas. El verano trae consigo cientos de fiestas patronales en el País Vasco y Navarra, un escenario que el entorno proetarra aprovecha habitualmente para exhibirse en la calle y enaltecer a los terroristas. Este fin de semana hubo un acto de acoso a la Guardia Civil en Oñate (Guipúzcoa) donde un menor de edad usó su escopeta de juguete para apuntar a un cabezudo que simbolizaba un guardia civil.

Esta dinámica fue precisamente una de las que despertó a los miembros de Ego Non a pasar al contraataque hace ya unos años. No son una asociación de víctimas y tampoco consideran que tengan que relevar a nadie que militó antes que ellos, pero sí perciben un aletargamiento general contra el que quieren rebelarse y apelan directamente a su generación. El significado de Ego Non procede del latín: "Etiam si omnes, ego non". Quiere decir "aunque todos sí, yo no".

Claudia Múgica tiene 27 años y su hermano Fernando, 25. Recuerdan que en su casa no se hablaba de política. A ellos nunca les contaron la verdadera razón por la que su abuelo estaba muerto. La descubrieron ellos un día cuando sorprendieron a su familia compungida ante la televisión siguiendo las noticias de un juicio a los asesinos de su abuelo. Fernando Múgica Herzog fue asesinado de un disparo en la nuca en plena calle. Era hermano de Enrique Múgica, ministro de Justicia durante el Gobierno del PSOE de Felipe González. La Audiencia Nacional condenó por este atentado a los etarras Kantauri, Txapote, Valentín Lasarte, Luis Aguirre Lete e Irantzu Gallastegi. Integran una alineación que marcó a sangre y fuego la década de los noventa en Euskadi.

Foto: Un mural con fotos de etarras exhibido este verano en Bilbao. (Covite)

Coser la "fractura generacional"

“Es nuestra responsabilidad”, dice Claudia Múgica para explicar su compromiso con Ego Non 28 años después de que matasen a su abuelo. Los Múgica Herzog son una familia judía que llegó a España procedente de Polonia huyendo de la persecución y los pogromos en Europa. La nieta de Fernando Múgica toma ahora algunas referencias del “esfuerzo que se hizo en el pueblo judío para que no se olvide el Holocausto”. Considera que en España se ha producido una fractura generacional y que los jóvenes que hoy tienen entre 25 y 30 años apenas han escuchado hablar de ETA. El último atentado mortal de la banda en suelo español fue en 2009, Claudia y su hermano no eran ni siquiera adolescentes.

placeholder David Caballero y Beatriz Botella. (Cedidas)
David Caballero y Beatriz Botella. (Cedidas)

Esa sensación la comparte otra integrante de Ego Non a cuya familia sacudió ETA especialmente. Beatriz Botella Mateu, 39 años de edad, todavía se emociona cuando narra su historia. El suyo es de los pocos hogares en los que la banda mató dos veces. En 1978, un comando integrado por ciudadanos franceses asesinó a José Francisco Mateu Canovés, magistrado del Tribunal Supremo. Ocho años después, una bomba trampa mató también a uno de los siete hijos del juez, que se hizo guardia civil y sirvió en el País Vasco, Ignacio Mateu Istúriz. “Con uno en la familia que esté amenazado ya es suficiente”, le dijo su padre cuando supo que entraría a formar parte del Instituto Armado.

Un grupo de estos veinteañeros y treintañeros de Ego Non se reunieron la semana pasada en Madrid. Uno de los presentes se presentó a sí mismo y dijo haber conocido la iniciativa a través de las redes sociales, pero aclaró que en su familia no hay ningún asesinado. Su testimonio sirvió al resto para poner en valor su presencia, pues la intención de Ego Non es ampliar su base social y basta con compartir un suelo ético de rechazo a ETA y su legitimación. “Ya hemos creado una comunidad de apoyo por toda España –dicen– que está activamente movilizada, con un núcleo muy fuerte en el País Vasco y Navarra. Nuestro objetivo para final de año es incrementar el número de personas y poder aumentar músculo para todas las actividades que vamos a emprender”.

Desde su fundación han apostado por un discurso plural que dé cabida a una pluralidad de perfiles ideológicos. Afirman que al menos dos partidos han tratado de acercarse a ellos, pero han preferido mantener cierta distancia. A la hora de citar referentes, surgen nombres como el del movimiento cívico ¡Basta YA! (Premio Sajarov del Parlamento Europeo del año 2000), el del filósofo Fernando Savater o Maite Pagazaurtundua, quien comenzó su militancia en el PSE y luego pasó por las filas de UPyD y Ciudadanos.

Foto: Maite Pagazaurtundúa. (Cs/Juan Vadillo)

En febrero de 2023, Ego Non participó en el homenaje al hermano de Maite, el jefe de la Policía Local de Andoain, Joseba Pagazaurtundua, asesinado en la localidad guipuzcoana en 2003. El del año pasado fue el último recuerdo organizado por la familia que voluntariamente les cedió el testigo para continuar con ese acto anual en el pueblo. Los miembros de Ego Non huyen de etiquetas que les ubican como el relevo de aquella generación y se sacuden rápido la tentación de atribuirse ningún tipo de heroísmo. Son conscientes de que ETA se autodisolvió en 2018 y lo valiente era plantear la batalla entonces, cuando todavía mataban. Pero creen que ahora hay otro campo de acción y mucho trabajo por hacer.

placeholder Martín Recalde y Paula Baena. (Cedidas)
Martín Recalde y Paula Baena. (Cedidas)

En sus filas cuentan con miembros que han militado en Ciudadanos o en Vox, pero ya están fuera de la política. Son ajenos a los partidos, pero no son apolíticos. En la conversación de Madrid surgieron críticas a la política del Gobierno socialista de Pedro Sánchez y sus acuerdos con la izquierda abertzale y la coalición Bildu que encabeza Arnaldo Otegi, histórico portavoz del brazo político de ETA.

Acto el jueves en Madrid

La cita en Madrid sirvió para tomar contacto con otros miembros residentes en la capital, presentación ante los medios de comunicación y lluvia de ideas para los próximos meses. Por lo pronto, el jueves 27 realizarán una jornada titulada “ETA en la ficción audiovisual” a las 19 horas en el salón de grados de la universidad CEU San Pablo. Se emitirá un capítulo de la serie La línea invisible, que aborda el primero de los más de 800 asesinatos de ETA, cometido en 1968 contra el guardia civil José Antonio Pardines. También se proyectarán dos cortometrajes, ‘27 minutos’ y ‘Derbi’ del cineasta y activista Jon Viar, quien estará presente para una charla coloquio posterior con los asistentes. “Queremos potenciar lo audiovisual por encima de la clásica mesa redonda”, explican.

placeholder

“Estamos arrancando con una campaña de financiación basada en donaciones”, dicen. Ya han realizado visitas a centros escolares para dar voz a testimonios de personas afectadas por el terrorismo. Otra de sus próximas iniciativas es “la búsqueda de héroes cívicos que se jugaron la vida de manera anónima contra ETA para dar visibilidad a sus historias”.

Nacieron hace cuatro años, esta es la tercera jornada por la memoria que organizan. También tienen algunas ‘batallitas’ a sus espaldas. Un año aparecieron multitud de fotografías de terroristas en las paredes de Galdácano, uno de los pueblos vascos en fiestas. Ellos contrarrestaron una noche colocando carteles al lado de cada foto, detallando los asesinatos en los que había participado cada uno de los etarras homenajeados. Antes de que amaneciera, el pueblo ya había quitado todos los mensajes colocados por Ego Non. “Al menos le chafamos la noche de fiesta a alguien”, ironiza otro miembro de Ego Non, un colectivo de jóvenes que aspiran a jugar un papel en la sociedad civil para deslegitimar el terrorismo de ETA.

Crecer sin la figura de un abuelo y descubrir con el tiempo que lo mató ETA. Esa es la realidad que enfrentaron Claudia y Fernando, nietos del histórico dirigente socialista Fernando Múgica, asesinado en 1996. También fue el caso de David, nieto del concejal de UPN en Pamplona Tomás Caballero, que murió tiroteado por la banda en 1998. Paula, es nieta de Jesús Velasco. Su abuela, Ana María Vidal Abarca, fundó la primera asociación de víctimas del terrorismo que hubo en España. Junto a ellos está Martín, nieto de la icónica librería Lagun de San Sebastián, perseguida por el franquismo y luego por los proetarras. Ellos son algunas de las caras visibles de la tercera generación de víctimas, los nietos de los asesinados por el terrorismo, dispuestos a sumarse a la lucha de la mano del colectivo Ego Non.

ETA (banda terrorista) Terrorismo